¿Qué Betis veremos contra el Osasuna?
Pues sí, cuando menos se podía apostar porque el Betis diera una imagen acorde con lo que se le pide, lo hizo. Volvió a dar la cara como contra el Barcelona, y encima lo hizo en su asignatura pendiente esta temporada, fuera del Villamarín. El Betis jugó bien y no mereció perder, y si lo hizo fue, en un porcentaje grande, por el amigo Mateu Lahoz.
Algunos dirán que cual es la diferencia con respecto al partido del Dépor, que de nuevo un trencilla nos perjudicó. Pues muy sencillo, la diferencia es que no fuimos inferiores al rival y además nos mantuvo a todos los béticos vibrando hasta el último segundo de partido, con el paradón de Navas a cabezazo del renacido Sanabria. Sí, disfrutamos con el equipo, nos sentimos orgullosos, y entonces sí que reclamamos lo que es justo en juego y en reglas, que no nos «roben».
El Betis tiene el dudoso honor que si hicieran un recopilatorio de jugadas escandalosas pitadas a favor de los dos grandes, estaría como protagonista. El 30 de diciembre de 2015 en el Camp Nou y con cero a cero, pitaron un penalti escandaloso a Adán por despejar de puños. No solo eso, lo falló Neymar, y en el rechace Rakitic remató la pierna de Westermann. Pues bien, el 12 de marzo de 2017, en el Bernabéu, Navas salió a por uvas a por un balón en profundidad, no calculó bien, y arrolló a Brasanac antes de tocar balón. Si no lo hubiera derribado, el serbio se quedaba solo para empujar el balón. Era roja tridimensional, era jugar contra diez una hora de partido. Sí, lo que nos pasó contra el Éibar de forma injusta.
Pero de lo mucho bueno que se pudo sacar contra el Madrid hay dos cosas importantes que no lo son tanto. Jugando muy bien contra los dos grandes en los dos últimos encuentros, el rendimiento es de un punto. La conclusión es clara, es mucho más rentable hacer ese despliegue contra equipos inferiores, seguro que nos daría muchos más puntos.
La otra conclusión es que, a día de hoy, Rubén Castro está pasando un bache, y por mucho que nos duela, ahora no está para ser titular. Está lento, sin sitio, sin puntería, sin chispa, y no es que no luche y corra, que sí lo hace, simplemente no está fino.
Robo de Lahoz aparte, lo que queremos los béticos son dos cosas. Lo primero es que la directiva reivindique en la LFP un trato justo para el Betis, que no se rían de nosotros. Lo segundo, tan importante o más, es que el equipo juegue así contra el Osasuna. No puede ser que contra el Madrid y el Barça hagan esto, y luego contra equipos cerca del descenso, como ocurrió contra el Granada, se haga el más enorme de los ridículos.
No sirve de nada la buena imagen del Bernabéu si no tiene continuidad. Ese juego de los Ceballos, Brasanac, Rubén Pardo y Sanabria tiene que continuar contra los rivales terrenales, y empecemos contra el Osasuna. Eso sí, recibamos como se merece a Álvarez Izquierdo, el árbitro del Dépor, para que tenga claro que con esta afición no se juega.