Cambio radical
Juega mi Betis al fútbol con ese duende que da la tierra… Sí, la alegría desborda por la Avenida de la Palmera. Cuesta creerlo, pero la actualidad manda y los números invitan al optimismo. El cambio en el banquillo del Benito Villamarín, pese a que sigue chirriando en algún sector del coliseo verdiblanco, ha dado un vuelco a una situación que, con el paso de las jornadas, se complicaba.
Salió Pepe Mel. “Entró” Juan Merino. La intensidad se mostró sobre el campo desde que el técnico linense se hiciese cargo de un equipo a la deriva y de una afición crispada y desencantada. El cuadro verdiblanco ya sabe a qué juega. Se ha conformado una línea defensiva con dos claros protagonistas en las últimas jornadas: Germán Pezzella y Juan Vargas. Reflejo de la mejoría atrás, el argentino y el peruano, por fin, demuestran el buen trabajo de Eduardo Macía durante el mercado veraniego.
Seguridad y consistencia atrás, el Betis de Juan Merino ha encajado ocho tantos en nueve encuentros dirigiendo a la entidad verdiblanca, además de que los heliopolitanos han sido capaces de mantener la portería a cero en tres ocasiones desde su llegada, las dos últimas en las victorias ante Espanyol (0-3) y Granada (2-0). Veinticuatro fueron los tantos encajados por el conjunto bético de la mano de Pepe Mel a lo largo de diecinueve encuentros.
Todo buen ataque comienza por una buena defensa. Los datos avalan a los verdiblancos, que han sabido poner la maquinaria en marcha para generar más ocasiones de cara a portería. La zona de tres cuartos ha encontrado a una figura invitada: Charly Musonda. El extremo belga, genio y figura desde que desembarcó, con sus escasos 19 años, en Heliópolis. Su fichaje generó dudas, pese a que los documentos desde Londres generaban altas expectativas. Y no defraudó…
Por aquí, por allí, una galopada, un gol, asistencias… como agua de mayo. Charly, desde el primer día que llegó, lidera el ataque de los verdiblancos, una zona ahora mucho más vistosa, desbordante y temida por las defensas rivales. Los verdiblancos se han soltado de la mano del belga y las ocasiones han ido cayendo de manera automática. Trece goles en nueve partidos de Juan Merino como entrenador verdiblanco. Si comparamos los datos con el primer tramo de la temporada de la mano de Pepe Mel, las estadísticas son demoledoras. De la mano del madrileño, los verdiblancos sumaron la misma cifra de tantos, trece, pero en diecinueve encuentros de Liga.
Las sensaciones vuelven a ser las de comienzos de la temporada. Un equipo conformado para mantener la categoría sin problemas y, ¿para luchar por algo más? El ambiente vuelve a ser el propicio para pensar sólo en fútbol y la plantilla es consciente de ello. Petros, uno de los hombres fuertes de la plantilla, ha hablado hoy ante los medios oficiales, donde ha reflejado las buenas sensaciones en el entorno heliopolitano, aunque siempre con los pies en la tierra:
Soy siempre sensato. No creo en la tranquilidad porque si perdemos estaremos cerca otra vez y tendremos problemas. Ahora hay un poco más de tranquilidad, pero hay que trabajar con las mismas ganas y fuerza para seguir creciendo. Tenemos la misma mentalidad porque yo siempre digo que podemos alcanzar lo que nos propongamos. Trabajo con mucho esfuerzo y dedicación, me veo un poco reflejado en sus palabras.
Yo creo que con dos victorias más estaremos salvados y a partir de ahí podemos buscar lo que nos propongamos. Si seguimos con la misma humildad, fuerza, compromiso y solidaridad que vimos el domingo, creo que podríamos optar a ello.
Cuando estemos salvados podremos jugar con más tranquilidad. Ha sido un año un poco complicado porque no comenzamos bien y remontar es más complicado. Estamos mejorando, Merino quiere ganar todos los partidos y no hay cuentas, pero está bien. Yo pienso igual que él, tenemos que dar siempre el 100 por 100 de nuestras posibilidades. Sinceramente, pocas veces se nos ha visto como en el encuentro del domingo, con esa solidaridad con un jugador menos casi toda la segunda parte.
Todo queda en manos del cuadro de Merino. De momento, la tranquilidad invade Heliópolis antes de visitar el próximo domingo al Athletic Club, donde una victoria puede abrir un nuevo camino en los objetivos de esta campaña.