CRÓNICA SD Eibar 3-1 Real Betis: Ocón Arraiz evitó un partido justo
Fría noche en Ipurúa que terminó con derrota del Real Betis ante un Eibar que está haciendo una gran temporada y que hoy dormirá séptimo con los mismos puntos que el Atlético de Madrid. No obstante, no fue el frío lo que apagó a los verdiblancos, sino el árbitro, Daniel Ocón Arraiz que con sus decisiones evitó, no solo otro resultado sino tal vez ver un partido mejor, de igual a igual.
Porque igualados parecían los primeros diecisiete minutos de partido. Los dos equipos se tanteaban, buscaban la portería rival y se abonaban al centrocampismo. El Betis buscaba el ataque algo más directo buscando a Rubén Castro y Joaquín a espaldas de los zagueros mientras que el Eibar intentaba volcar su juego por la banda izquierda en la que se turnaban Inui y Luna. Diecisiete minutos. Porque tras esos minutos y la más que rigurosa expulsión de Piccini que marcaría el devenir del encuentro, el partido fue otro.
Es discutible la jugada, es discutible que sea falta una carga legal pues no parece haber acción antirreglamentaria. Es discutible que fuese siquiera tarjeta amarilla pero nunca roja. Un equipo no puede ser penalizado por esa acción en una jugada donde no hay actitud violenta, ni siquiera una entrada o clara falta y en la que el atacante ni siquiera llevaba el balón controlado. La única verdad más allá de interpretaciones es que esa decisión arbitral condiciona los otros 73′.
Además de la fatídica decisión, un lanzamiento magistral de Pedro León puso el 1-0 en el marcador inmediatamente y aquí, y esto ya no es justificable por ninguna decisión arbitral, el Betis se desdibujó. Bajó los brazos y se deshizo como un azucarillo en este lluvioso viernes de noviembre. Víctor Sánchez, además, contribuyó a que esto pasase con un cambio difícil de explicar y de entender, como quitar a Joaquín – el jugador más en forma del Betis y uno de los pocos en el once capaz de hacer llegar el balón arriba con criterio – por Álvaro Cejudo. El Eibar se hizo fuerte y pronto llegó el segundo gol local en una acción que remata Sergi Enrich. Además de los goles el Betis cedió el balón y el fútbol, se encerró con un 5-3-1 y recibió ocasiones para que el marcador incluso pudiese haber sido más abultado.
Ya en la segunda parte el Betis se recompuso. El técnico verdiblanco buscó soluciones y sacó del campo a Aissa Mandi por Tonny Sanabria. Un cambio ofensivo que volvió a poner al Betis en el partido, con más opciones de sacar el balón al tener más referencias arriba. No es que la diferencia numérica no se notase pero el partido volvió a nivelarse y el Betis fue a más conforme aumentaba el cansancio en los locales. Así llegaron lanzamientos desde la frontal de Cejudo y Dani Ceballos, un tiro que se marchó alto de Rubén y en una de esas, el canario acabó con su sequía goleadora en una jugada de fe en la que es tal vez, la mejor noticia del partido. Ya en el descuento, Kike García alcanzó un balón rechazado por la portería bética y aprovechando un inoportuno resbalón de Bruno, anotó a portería vacía.
En definitiva, una primera mitad con malas sensaciones tras la expulsión aunque en la segunda el equipo se recompuso y buscó de nuevo el fútbol aun en inferioridad numérica. Un partido y resultado que sienta como un jarro de agua fría cuando se esperaba un segundo partido compitiendo a buen nivel. Toca mirar al frente. Al martes, donde se competirá en Copa del Rey y podremos volver a ver si al equipo competir de igual a igual, si es que lo dejan.
Noticia por Jorge M. González
Apasionado del fútbol internacional y Social Media Manager. Me gusta seguir ligas extranjeras y a las jóvenes promesas de todo el mundo. Sígueme en twitter para compartir afición: @jorgegonex