El Betis de Mel, volar con las alas rotas
Hace cuatro jornadas, el Real Betis decidió cambiar a Juan Merino tras una buena labor para que Pepe Mel cogiera las riendas del equipo. La decisión no tuvo ninguna base en los resultados, inmejorables tras cuatro victorias y ningún gol en contra durante su estancia como entrenador del primer equipo. Lo que motivó al cambio fue el no querer salir a especular, querer ser protagonista de los partidos, algo que no ocurría con Julio Velázquez y que se buscó con Mel. Ya es más discutible si fue una decisión correcta o no, pero entre el cambio que se pretendía dar en el juego y lo populista de la decisión, todo parecía que iría bien y de momento, así es.
Podemos discrepar en el juego del Betis, en como de efectivo es eso de tener la pelota o más bien, de como se utiliza la posesión del esférico. Sin duda ante equipos con menos pegada como Tenerife o Sabadell, es mano de santo. Un equipo que a priori es técnicamente superior como el Real Betis, en parte porque así se lo permite el presupuesto y que tiene la pegada arriba para decidir el partido, acaba decidiendo y sumando los puntos. Otra cosa es el partido ante equipos muy trabajados, con ideas claras y con un potencial relativamente parecido como el Sporting. Ahí la posesión pasa a ser más estéril si no finalizas las jugadas y la necesidad de acumular jugadores arriba que permita esa posesión del balón obliga a dejar huecos atrás. Por suerte el partido cayó de cara, aprovechando dos jugadas al balón parado que decantaron el partido para los verdiblancos a pesar de que ambos equipos tuvieron una lluvia de ocasiones y oportunidades de gol.
Lo que si es indiscutible es que al fichar a Mel, se fichó esa idea de juego, que el tiempo dirá si fue acertada. Y esa idea de juego, esa idea de mantener el balón, de triangulación, tiene un requisito casi indispensable, y es el de abrir el campo. El técnico madrileño sabe que coloque como coloque las piezas del puzle sobre el verde césped, necesita una o dos alas que obligue a la defensa contraria a abrirse, a estar pendiente de los costados y que en consecuencia, se creen espacios para los hombres gol del equipo verdiblanco.
Ante el Sporting, en Gijón, la escuadra bética salió con Cejudo y Pacheco, aunque el juego exterior no fue efectivo y el equipo lo notó en un exceso de juego por el centro que a veces pareció atascarse. No fue así ante el Sabadell, y aunque no fue un partido para sacar muchas conclusiones, menos aún tras la lesión de Cejudo, si se vio un Dani Pacheco con más confianza, con una soltura diferente y que acabó siendo uno de los mejores del partido.
Ya en la anterior etapa de Pepe Mel fue así. No lo necesitó en segunda división, donde contaba con un equipo muy superior a sus rivales, pero si en la Liga BBVA, donde contó con Jefferson Montero en su primera etapa o con Campbell en la segunda. Jugadores que si bien no marcaron las diferencias con goles o asistencias (el tico en este sentido aportó mucho más que el ecuatoriano), si aportaron desequilibrio, regate, sensación de peligro y obligar a los defensores a no estar solo pendientes de los delanteros béticos. En su último año también intentó aportar ese peligro desde el costado, en este caso con la velocidad de Cedrick, que resultó ser insuficiente para la categoría.
Es por eso que el «nuevo» técnico bético desde que cogió las riendas buscó en primer lugar volver a enchufar a jorge Molina, que ya había dado claros síntomas de mejora de la mano de Juan Merino y después ha buscado revolucionar los costados con ese 4-4-2 que aporte ese juego exterior. Una alas las de este Betis que están rotas, ya que ninguno de los protagonistas en esta posición ha mostrado un gran rendimiento que lo convierta en indiscutible para técnico o afición. Quizás Kadir es quien más terminó ofreciendo, aunque algo intermitente y en la actualidad, ausente por estar con Argelia en la Copa de África.
Para eso ha intentado recuperar a Cejudo, cuyo rendimiento no está siendo nada bueno este año y que dejó de contar hace tiempo, tras sus primeros partidos. Para ello ha recuperado de su «ostracismo» (o casi), a Dani Pacheco, que ha adquirido confianza, cada vez se asocia mejor, encara con peligro y que poco a poco debería empezar a mostrar su disparo además de otras buenas cualidades como el balón parado desde el que ya ha servido varias asistencias de gol este año.
Ahora, además, vuelve Álvaro Vadillo, un jugador que quiere demostrar de una vez por todas que puede ser útil a este equipo tras superar esta dura prueba con otra lesión grave. Además vienen fuerte llamando a la puerta desde abajo futbolistas como Ignacio Abeledo y jugadores como Dani Ceballos o Portillo se han escorado en más de una ocasión ofreciendo ser una solución de urgencia a esas alas rotas del equipo. ¿Encontrará el técnico a su nuevo Montero/Campbell? El casting está abierto. Quien muestre un mayor rendimiento debería ganarse la titularidad. Esa lucha por conseguirla, debería ser un beneficio para el Real Betis. Que empiece la competencia.

Noticia por Jorge M. González
Apasionado del fútbol internacional y Social Media Manager. Me gusta seguir ligas extranjeras y a las jóvenes promesas de todo el mundo. Sígueme en twitter para compartir afición: @jorgegonex