El extremismo bético
Segunda jornada de liga y primera cura de realidad tras el encuentro del Bernabéu para el equipo entrenado por Pepe Mel. Tras una semana en la que todo se veía de color de rosa tras un más que meritorio partido frente al Villarreal en nuestra vuelta a Primera División y en la que el único protagonista de la actualidad heliopolitana era la vuelta o no del hijo pródigo, Joaquín Sánchez, parece haberse instaurado entre la afición bética un clima de confrontación entre los que culpan a Maciá, los que culpan a Mel, los que culpan a los jugadores o directamente los que culpan a todos.
Una de las características de la pasión con la que los béticos vivimos el día a día de nuestro equipo es el extremismo. Si el domingo pasado tras pitar el árbitro el final del Betis-Villarreal un servidor leía por redes sociales que el Betis debía luchar por entrar en Europa por el nivel mostrado ante los castellonenses, tan sólo 6 días después, la afición verdiblanca ha pasado de hablar de Europa a estar aterrada con la posibilidad de volver a vivir la fatídica temporada del descenso con 25 puntos de hace dos años.
Como en la vida, en el fútbol no todo es blanco o negro, y la virtud está en encontrar el equilibrio, localizar los tonos grises para de esta forma ver y analizar todos los puntos de vista de una forma objetiva, concisa y cabal. Por tanto, ni la semana pasada íbamos a ser campeones de liga ni esta, tras la burrada de ayer del Bernabéu, vamos a descender. El objetivo principal es mantenernos en Primera División una vez que se consigan los puntos necesarios para ello, el objetivo será soñar con alcanzar cotas más altas.
Bétic@s, estamos en la jornada 2, tengamos paciencia -no confundir paciencia con conformismo-, obviamente debemos y tenemos que exigir para que no vuelva a repetirse la historia de temporadas pasadas, pero creo algo precipitado el pedir en el segundo partido de competición la cabeza de entrenador o director técnico, a cada cual su culpa y como en todo equipo de trabajo cada eslabón es fundamental para la cohesión del conjunto y la consecución del objetivo, por eso, todos y cada unos de dichos eslabones (Entrenador, Secretaría Técnica, Jugadores, Directiva y Afición) deben estar unidos para conseguir el fin que todos queremos, mantener al Real Betis Balompié donde se merece, en la Primera División del fútbol español.