La doctrina Premier League, por Miguel Rolle

The Kop, el símbolo de la fuerza que convierte al fútbol en algo impredecible. Eso que despierta el extra en el jugador. Foto: blogspot.com
Como cada año, el sistema de la Liga de Fútbol Profesional revienta en pedazos con el aluvión de críticas y reclamaciones que exigen un cambio.
Y no es para menos. La solicitud de aplazamiento del Real Betis – Atlético de Madrid ha dejado entreabierta la Caja de Pandora.
El conjunto rojiblanco disputa el próximo viernes la Supercopa de Europa. Su rival, otro equipo del continente europeo: el Chelsea.
¿No tendría que verse el club inglés en la misma situación? La respuesta es un NO como una Catedral.
En la Premier League, todas y cada una de las jornadas cuentan con sus horarios antes de que dé comienzo la primera jornada del campeonato regular.
De hecho, los británicos son tan raros ellos, que hasta prevén que la Supercopa de Europa pueda entrar en conflicto con el normal funcionamiento de la Premier League. ¿Qué hacen? Programar a conciencia el calendario.
No es algo aislado. Antes de darse a conocer con quién debutará el Arsenal, o con quién cerrará la liga el Wigan de Roberto Martínez, una curia de trabajadores organizan la competición del curso venidero considerándolo todo.
La Liga, La Copa de la Liga, la Community Shield, la FA Cup, la Champions League, la Europa League, y los compromisos internacionales. El resultado: un calendario cerrado, salvo por motivos de Seguridad Nacional o catástrofes naturales, y a plena disposición del aficionado.
En España no. Aquí, el árbol sigue sin dejarnos ver ni la mitad del bosque. Tan sólo seis horas, las que se tardan en viajar desde Madrid a la Isla de Man, sede de la Federación Inglesa, lo cambiarían todo en las mentes de la RFEF. Bueno, con Internet sería cuestión de minutos.
Un británico hincha del Newcastle se dispone a programar un plan 100% futbolero para dentro de siete meses. Rival: Manchester City. Dia: 30 de Marzo. Horario: 15.00 horas. No me lo invento. Lo pueden ver aquí.
Un español hincha del Betis no puede saber a qué hora ni día jugará su equipo dentro de 19 días. Es lamentable. La lógica se aparta del camino que sigue España, por enésima vez. Si me preguntaran un por qué yo sabría hacia dónde apuntar: las Televisiones.
A ellas, les conviene esta anarquía de horarios para poder cambiar un Valladolid-Betis, previsto única y exclusivamente por el responsable de Sogecable o de Mediapro, para las 21.00 horas del domingo, a las 16.00 horas de un sábado, por poner un ejemplo.
Igual con la congestión de partidos. La Premier League 2012/13 comenzó la misma semana que en España. Sin embargo, aquí la congestión de partidos es tal que hay que apretar los dientes cuando se acumulan dos semanas de fútbol entre lunes, miércoles y domingo.
Si se trata de la misma cantidad de clubes y de menos competiciones (FA Cup, la Copa y la Liga, frente a la Liga y la Copa españolas) ¿Por qué ellos terminan la tercera semana de mayo y nosotros en junio? Por la organización.
Si el fútbol tiene esencia, es por la que transmite su gente, su afición, sus incondicionales. Puede que más de 50.000 personas no sean capaces de generar más beneficios que un contrato de televisión pero sí aportan algo único. El factor de lo intangible.
Si no hay gente que empuje con sus gritos, cánticos y bufandas al viento ¿de dónde saca el jugador la casta? Pensémoslo en términos económicos.
Sin el calor de una grada, el jugador no segrega la adrenalina que supone el extra en el campo. Lo que se traduciría en una posible derrota. Incluso, hasta en eternos empates.
La gente vería el fútbol por TV para desengancharse en la jornada 10, en el mejor de los casos. Consecuencia: quiebra técnica del balompié. Pues bien, ¿Qué es más rentable, velar por los aficionados o por los maletines? Yo lo tengo claro.
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Noticia por Miguel Rolle
Periodista Manque la crisis. En busca de la piedra filosofal que me muestre cómo vivir de mi sueño. Hasta entonces, trabajo y esfuerzo son mis lemas, que ya habrá tiempo para dormir cuando el tiempo se acabe.