La portería, terreno vedado para los canteranos
En pleno debate sobre quién debe ser el guardameta que defienda la meta del Real Betis, asoma el canterazo Adrián. Tras tomar la alternativa en La Rosaleda el pasado sábado, el portero sevillano ve recompensados sus muchos años de trabajo en la factoría de la Avenida de Italia, en los que, no en pocas ocasiones, vio esfumarse su sueño de debutar con el primer equipo bético.
Pero el camino de Adrián no será fácil. La historia en verdiblanco nos ha enseñado que el puesto de guardameta ha estado reservado a jugadores formados lejos de Heliópolis, y es que no son muchos los canteranos que han podido defender con asiduidad la portería del Betis. Mirando los grandes cancerberos béticos, como Urquiaga, Pepín, Esnaola o Prats, todos ellos crecieron en los escalafones inferiores de otros equipos.

Gonzalo Zamora portero en los años 40 del Real Betis
Es en los albores del campeonato nacional de liga cuando aparecen más guardametas de la tierra bajo los tres palos. En un fútbol no globalizado, era lógico que la mayoría de jugadores de los equipos fueran de la provincia, de todos aquellos modestos sevillanos que luchaban por prevalecer. Es en estos años en los que varios porteros sevillanos militan en el primer equipo: Jesús Bernáldez (23-36), Pedrosa (26-32), Espinosa (33-35), Suárez (35-40), Císcar (39-40) o Romaguera (39-40). En la etapa previa a la creación de la Liga, habría que mencionar a Fernández de Zúñiga “Agonía” (14-17), Rodríguez Caso (17-18) o Eduardo Avilés (21-22).
Posteriormente, en los años más oscuros del club en segunda y tercera división, se vuelve a tirar de jugadores de la casa y aparecen testimonialmente Hurtado (45-46), Gonzalo Zamora (47-48) o Curro (49-50), y con un mayor protagonismo Santos (43-44 y 51-53) y Eugenio (55-58).
Ya en la década de los años sesenta, llegan al primer equipo guardametas del Triana como Vega (65-66) y Carmet (64-66), que es el que tuvo mayor protagonismo.
En los setenta, prácticamente el único canterano que alcanza jugar con el Betis es Manolo Campos, un prometedor guardameta que estuvo muchas temporadas en el club (70-73 y 76-81), pero que la mala suerte de coincidir en la etapa del mítico José Ramón Esnaola, que le cerró las puertas de la titularidad. Otro portero de la casa que alcanza el sueño de debutar es Trigueros (70-71), que además juega asiduamente en el extinto Campeonato Andaluz de Reservas.
Hay que esperar a Salva (82-88) para volver a ver a un portero formado en Heliópolis. El almeriense tuvo la difícil labor, junto al guipuzcoano Cervantes, de hacer olvidar a Esnaola, cuya sombra alargada estuvo presente durante aquellos años.
Nada más y nada menos que dieciséis años tarda un portero del Betis B en hacerse con la portería bética. Se trata de Toni Doblas (04-08) que, incluso, pudo alzar la Copa del Rey conquistada en 2005 y cuya trayectoria fue de más a menos en el club.
Llegando a coincidir con el propio Doblas, el extremeño Casto (07-actualidad), formado en el Mérida, que tras un año y medio en el filial se alzó con una discutida titularidad, por la que todavía pelea.
Mención especial tienen aquellos porteros que tuvieron una presencia testimonial en el primer equipo, llegando a debutar con el mismo. A este reducido grupo pertenecen Torrano (84-85), que debutó en el famoso partido de la huelga de futbolistas al que Betis acudió con los juveniles, el hoy barcelonista Pinto (97-98), el exinternacional juvenil Relaño (03-04), el ghanés Razak (10-11), que debutó de la mano de Mel, y el propio Adrián.
Otros cancerberos no tuvieron la suerte de debutar pero, en un fútbol en el que lo habitual era tener tres o cuatro porteros en el primer equipo, sí llegaron a estar en las plantillas o, incluso, formar parte de ellas de pleno derecho. En este otro grupo estarían en los años setenta Agustín y Javier, habituales en el Campeonato Andaluz de Reservas, Pedro Clavijo (80-81), Salado (88-89), Isidoro (89-90), José Luis (93-94), Pedro Muñoz o Víctor Bocanegra (05-06), que llegó a sentarse en el banquillo en Champions League y en la Uefa.
En la mano de Adrián, o más bien en sus guantes, está la posibilidad de ser titular en este Betis o pasar a engrosar la lista de canteranos con un paso efímero bajo los tres palos de Heliópolis.
David Navarro @Beticopedia