Un Betis efectivo sigue sin encontrar su juego
En la noche de ayer, el Real Betis disputó un nuevo partido de preparación, esta vez el rival fue el Isla Cristina de la Segunda Andaluza. El resultado fue de 1-4 para el equipo verdiblanco, en un partido muy bronco donde apenas se puede destacar la participación de Rubén Castro.
El partido fue dominado de principio a fin por el conjunto de Velázquez, pero sin apenas poder traducir ese dominio en un continuo asiduo a la portería rival, ya que faltaron ideas en los últimos metros, donde sólo apareció como viene siendo costumbre en esta pretemporada, el canterano Sergio Rodriguez. El primer gol llegó tras un lanzamiento de falta muy bien ejecutado por Dani Pacheco y que cabeceó Figueras al fondo de la red. Posteriormente, en un penalti señalado por el árbitro, el canario Rubén Castro puso el segundo gol. Ya bien avanzada la primera parte y con un Betis más incisivo, sobre todo por las internadas de Cedrick y Pacheco por sus costados, llegó el tercer gol tras buen pase del congoleño que Rubén Castro, el mejor del partido, empujó a gol. Ya con el partido casi terminado, el joven jugador Jaime Isuardi se fabricó una auténtica obra de arte para poner el 1-4 definitivo en el marcador de la ciudad onubense.
Salió el Betis al terreno de juego con Adán; Molinero, Bruno, Jordi Figueras, Álex Martínez; Cedrick, Carlos García, Matilla, Pacheco; Sergio y Rubén Castro. No empezó muy bien plantado el equipo de Velázquez, sin poder transformar el dominio en ocasiones de gol, faltando claridad en los últimos metros, una tónica habitual en estos primeros partidos de la pretemporada bética. Sólo Sergio y Rubén Castro intentaron contactar para crear algo de peligro, ya que sobre todo Cedrick andaba muy desaparecido y Pacheco erró un mano a mano clamoroso frente al meta rival. Tuvo que esperar el partido hasta el minuto 27 para que el Betis se adelantará en el marcador a balón parado. Pacheco en un lanzamiento de falta muy escorado, pusó un balón perfecto a Figueras que de un buen cabezazo metió el primer gol del encuentro. Pocos minutos después, Castro transformó un penalti al fondo de la red. A partir del gol, el equipo de Velázquez tuvo algo más de protagonismo en la parcela ofensiva, mejorando los extremos y haciendo más y mejores internadas por sus bandas. Fue en una buena jugada de Cedrick cuando llegó el segundo gol de Rubén Castro , al empujar a portería un gran pase del jugador congoleño. El resultado era justo ante la superioridad del Betis ante un rival de una categoría muy inferior, pero faltaban ideas en ataque que se tradujesen en peligro.
Con esto se llegó a la segunda parte, en la que Julio Velázquez hizo cambios pero manteniendo a algunos de los jugadores que salieron de inicio. Así el Betis salía en la reanudación con: Dani Giménez; Isaac, Perquis, Caro, Casado; Cedrick, Carlos García, Nono, Pacheco; Rennella y Molina. El equipo empezó mejorando el juego de la primera parte, con buenas conexiones entre Molina, Renella y Pacheco, creando espacios y jugadas de calidad que desembocaban en aproximaciones peligrosas al aérea isleña. Mientras , el eje helipolitano siguió manteniendo el control del centro del campo y la defensa sin pasar excesivos apuros. Pero pronto tardó en llegar la característica pájara en la defensa bética. Edu hizo el primer y único gol del Isla Cristina, tras un fallo de Perquis, Caro y Casado en sus respectivas funciones defensivas. Tras el el gol, el partido fue perdiendo intensidad y sólo hubo pequeños y esporádicos detalles de calidad de los jugadores del ataque bético. Viendo los tintes que estaban marcando el partido, Julio Velázquez sacó al terreno de juego a jugadores de las categorías inferiores, siendo elegidos Isuardi, César y Kevin Lacruz. A poco de terminar el partido, el delantero del Betis B, Jaime Isuardi sacó de su bota un enorme testarazo que clavó en la mismísima escuadra, demostrando que puede ser un jugador muy válido para disfrutar de minutos en la categoría de plata.
Otro amistoso de preparación y volvió a tener el Betis fallos que se vienen repitiendo desde que empezase la pretemporada. Julio Velázquez debe trabajar con sus jugadores para conseguir un bloque de gran solidez defensiva, mejorar los últimos pases y seguir demostrando la astucia del técnico salmantino a la hora de diseñar jugadas ensayadas. Pero con un Rubén Castro implicado, comprometido y con su olfato de gol intacto, todo es más fácil.
