Postpartido: De nuevo con los pies en el suelo
En un momento idílico, el Real Betis Balompié sufrió ayer en sus carnes una cura de humildad. El cuadro de Pepe Mel cayó derrotado frente al Deportivo de La Coruña ante más de 37.000 espectadores que fueron testigos del paso atrás del conjunto verdiblanco. Con más corazón que cabeza, el conjunto heliopolitano no perdió nunca la cara al encuentro, aunque un planteamiento cuestionable de Mel supondría que los gallegos, con muy poco, se marcharán del Villamarín con un tesoro preciado para su objetivo.
El centro del campo no mostró su mejor cara, con Petros y Xavi Torres a la cabeza. Bien en tareas defensivas, aunque ambos no fueron capaces de salir de forma óptima con el balón jugado. Además, el juego brilló por su ausencia con un Rafael Van der Vaart que, en el minuto 50 de encuentro, abandonó el césped ante la incredulidad de toda la plantilla verdiblanca.
Los verdiblancos no supieron entender en ningún momento lo que pedía el partido, algo que los gallegos hicieron a la perfección. Apenas tres llegadas y dos goles, aunque uno de ellos de forma soberbia de Fede Cartabia. Aunque el equipo de nuevo estuvo bien defensivamente, las numerosas imprecisiones acabaron con el buen momento de los hliopolitanos y, de nuevo, instauraron las dudas en Heliópolis, con tan sólo 5 puntos de 15 posibles en los que llevamos de competición.
No fue la noche de Antonio Adán. La portería ayer mostró fallos, fruto de la imprecisión de todo el equipo. Al guardameta madrileño se le pidió mucho más en el primer tanto, pero lo cierto es que la trayectoria del balón de Fede Cartabia no dejaba lugar a dudas y poco pudo hacer el meta heliopolitano. Aún así, sus fallos jugando con los pies fueron constantes ante los gallegos, algo que acabó desesperando a la afición.
Como ya hemos mencionado, quizá el papel en la defensa fue el único a destacar. De nuevo con Bruno y Westermann en el centro de la zaga, poco pudieron hacer ambos en los tantos de los gallegos. Aún así, supieron frenar bien a los delanteros visitantes. Concentrados y sin cometer errores, no hay dudas del nivel de ambos en las últimas jornadas. Por otro lado, los laterales se mostraron más tímidos en la noche de ayer. Cristiano Piccini volvía al once tras superar unas pequeñas molestias, algo que se acabo notando. Ni en defensa ni en ataque estuvo demasiado correcto, con varios fallos de concentración y sin ser ese puñal de los últimos encuentros, mientras que Vargas siguió mostrando su experiencia y jerarquía desde el lateral izquierdo, sin sufrir mucho en tareas defensivas.
Es el centro del campo con el que el bético ayer se quedó demasiado frío. Pepe Mel volvió a apostar de inicio por del doble pivote formado por Xavi Torres y Petros, que regresaba tras su sanción. Por una lado, el mediocentro alicantino jugó sus peores minutos ante los gallegos. Sin ideas y con muy poco a la hora de sacar el balón jugado. sus imprecisiones le llevaron a tomar decisiones poco correctas y casi sin pensar. Por otro lado, Petros tuvo etapas a lo largo del encuentro. Su posición en el terreno de juego es todavía una incógnita y, a pesar de ser uno de los jugadores verdiblancos más peligrosos en ataque, consiguiendo incluso el tanto para poner el 1-1 en el marcador, ofreció pocas alternativas a sus compañeros y no hizo olvidar la presencia de Alfred N´Diaye, además de errar en el tanto de la victoria de los gallegos.
Del ataque poco podemos hablar. Aún así, la noticia ayer estuvo en el debut de Rafael Van der Vaart, aunque lo mejor para todos hubiese sido que el holandés se quedará en el banquillo. Lento, sin juego alguno y con muy poca actitud, el mediocentro se borró del partido y dejó a sus compañeros con un jugador menos ante la mirada de incredulidad de todos. Así, lo mejor que pudo hacer fue dejar a su sitio a un Dani Ceballos que fue el único que intentó mostrar algo para sacar adelante un partido que, con el paso de los minutos, se ponía más cuesta arriba. El utrerano fue autor de la asistencia para que Petros empatara el encuentro y ofreció algo de criterio en el ataque. Por otro lado, Joaquín Sánhez dejó ver anoche su cara más amarga. El portuense no desbordó y tuvo constantemente pegados a dos hombres del conjunto gallego. Su banda no fue sinónimo de peligro y dejó de nuevo muestras de que, a día de hoy, no está para disputar los 90 minutos de encuentro.
En punta, de nuevo fueron Rubén Castro y Jorge Molina los encargados de crear peligro. Por un lado, el canario lo intentó, pero no pudo. La falta de criterio y de ideas en la zona de tres cuartos privó al delantero de ocasiones y se desplazó demasiado en los primeros 45 minutos sin premio alguno, algo que le pasó factura en la segunda mitad, llegando muy cansado al final del encuentro. Por otro lado, Jorge Molina hizo lo de siempre. Aguantó en balón a la perfección para ayudar a sus compañeros, aunque quizás le faltó un punto más para llegar a puerta con peligro. Su lugar lo ocupó Van Wolfswinkel, que también debutó, aunque ofreció mucho menos que el alcoyano, por lo que el gol sigue siendo tarea a mejorar en este Betis.
Dura derrota de los verdiblancos, en un partido donde compitieron en todo momento, pero donde los fallos y la falta de ideas hicieron de nuevo poner los pies en el suelo para mostrar que no será fácil y que hará falta mucho más para sacar adelante encuentros de este calibre. El Betis se empapó con el balón en los pies y las ocasiones, de nuevo, brillaron por su ausencia. Casi sin respiro, los verdiblancos se enfrentan el próximo domingo al Sporting, un rival al que ya será obligado ganar.
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