Revolucionar la plantilla sería reincidir en errores del pasado
Una de las cosas que se demostró en Tenerife, es que la temporada ya ha terminado para el Betis. El equipo no compitió una vez conseguido el objetivo y la atención va abandonando a jugadores y cuerpo técnico para centrarse en la dirección deportiva del equipo verdiblanco.
Los Rubén Castro, Dani Ceballos, Adán o Pepe Mel dejan su protagonismo a Eduardo Maciá, Alexis y su secretaría técnica, secundados por Ollero y el consejo aunque solo sea para hacerles llegar los recursos necesarios, para comenzar a escribir, esperemos que con buena letra, el futuro de la escuadra heliopolitana. Y en esas estamos, pensando ya en los pasos que se van a dar este verano más que en el infructuoso trámite que queda en la última jornada ante el Sporting. Y con la planificación en mente, es cuando surge el debate.
Surge el debate entre la postura que parece mantener el Betis y la que muchos otros prefieren. Y es que mientras que en el seno del equipo verdiblanco parece que se apuesta por hacer en torno a cinco o seis fichajes, un comedido número de refuerzos en el que hacer primar la calidad a la cantidad, gran parte de la afición habla del nivel de la actual plantilla y de su poca fiabilidad en primera división, del poco rendimiento que dieron algunos de ellos en primera y que han dado otros en segunda y la poca confianza con la que se afronta la nueva campaña si, como apuntan las últimas declaraciones, se va a preservar buena parte del plantel.
Tengo que admitir, que en lo personal yo sí revolucionaría la plantilla. El ascenso no debe nublar la razón ni la objetividad y competir en la Liga Adelante, tiene poco o nada que ver con competir en la Liga BBVA. Jugadores que han dado un gran resultado en segunda, se han estrellado en primera o en otras competiciones menores y la plantilla es claramente mejorable. Futbolistas como Chuli, parecen estar funcionando en el Leganés pero siembran lógicas dudas en la máxima categoría. Centrales como Héctor Rodas o Jordi Figueras, que han sido válidos este año, pueden por sus condiciones no serlo en primera, como dudas nos dejan los Molinero, Rennella, Kadir, Cejudo, Casado, Matilla, Nono, Vadillo, Agra y tantos otros.
No decimos que no den el nivel todos ellos, simplemente que crean muchas dudas tras el ascenso visto su rendimiento o sus cualidades. Solo con los nombrados serían casi doce cambios en la plantilla y cada aficionado tendrá su propia lista de dudas para la temporada del ascenso a primera. Desde luego esa lista, sí es una revolución.
La cuestión es que el fútbol no es igual que los videojuegos y que hacer esta revolución no solo podría ser contraproducente, sino que podría ser un error. Hacer esa revolución que muchos haríamos pensando en dar un salto de calidad, tiene dos consecuencias inmediatas que te van a condicionar la calidad del equipo. La primera es que a muchos jugadores de esa lista va a ser complicado por no decir imposible, darles salida en un traspaso, por lo que tendrías que negociar una rescisión y eso se traduce en gastar un dinero que podrías invertir en fichajes y fichas de los refuerzos. La segunda, es que ese presupuesto, ya menor por las rescisiones, tendrás que dividirlo en todos esos fichajes, lo que te hará buscar algunos jugadores a bajo coste o libres, limitando tu mercado y ante la incógnita de si serán mejor que los que se marchan. No sería la primera vez que el Betis deja a ir a uno para traer otro peor.
Muchos dirán, que para eso se ha traído a Eduardo Maciá, experimentado director deportivo. Para buscar salidas productivas y tener buenas elecciones en los refuerzos. Y estamos de acuerdo, pero no por ello el presupuesto deja de limitar su trabajo y quizás buscar entre el mercado de jugadores libres -y asequibles- algo que mejore el plantel no es tan sencillo o no existe. Es un hombre con experiencia y profesional en su labor, a falta de ver resultados en el Betis, pero no un milagrero. No va a sacar buenos jugadores de la nada y aunque es muy probable que venga algún jugador a bajo coste, la intención desde el club parece ser otra.
Eduardo Maciá no es ningún Dios, no todos los jugadores jóvenes que lleguen al Betis llegarán a cracks y los venderás triplicando los beneficios. Es cierto que sus aciertos en otros clubes nos harán tener más fe en sus apuestas, pero crear expectativas desmesuradas llevará siempre al fracaso. Hay que creer en la dedicación y el trabajo duro. Pienso que ese es el camino.
La planificación propuesta es hacer unos seis fichajes de calidad, que aumenten el nivel que ya te dan los Adán, Rubén Castro, Dani Ceballos, Portillo, N’Diaye, Bruno, Jorge Molina y compañía. Es decir, que todo tu presupuesto para refuerzos se podrá centrar en contratar calidad y no cantidad. En caso de necesidad siempre puedes ampliar los refuerzos con alguna cesión interesante, pero la inversión te puede permitir no solo comprar calidad, sino que, si tienes buen ojo, también recuperarla más adelante.
Si cada año vas sumando ese número de fichajes, en un par de temporadas puedes tener entre quince y veinte jugadores de cierta calidad, que según como vaya el equipo pueden ser susceptibles de ser vendidos, aumentando tus recursos económicos y retroalimentando tus posibilidades de reforzarte.
Olvidémonos de ese club pobre que nos han vendido en otras ocasiones. Incluso pagando deuda, el Betis nunca ha sido pobre. Pero tampoco queramos saltar a volar desde un acantilado sin haber aleteado antes. Se debe gastar el máximo dinero del que se disponga, pero en fichar calidad para tener un gran once, competitivo y complementarlo con lo que hay, no en buscar mirlos blancos a puñados, porque si te salen cuervos, vuelves por donde viniste. El Betis ya ha tenido malas experiencias así y no estamos para eso, ya es hora de aprender.
Noticia por Jorge M. González
Apasionado del fútbol internacional y Social Media Manager. Me gusta seguir ligas extranjeras y a las jóvenes promesas de todo el mundo. Sígueme en twitter para compartir afición: @jorgegonex
Entiendo tu opinión, un estilo a lo que hace el sevilla, no?? Traer jugadores a buen precio y que sean bueno, y después venderlo por el doble que se compro
Eso sería lo ideal. Lo que pretenden todos los equipos, pero para eso se necesitan dos cosas, que acompañe rendimiento individual y colectivo. Lo importante es acertar, a ver que ojo demuestra la dirección deportiva este año para ver si podemos ilusionarnos o no.