Sobre sevillanía, violencia, arbitrajes, objetividad y otros cuentos
Me llama mucho la atención como, en función de que viento sopla, a mismos actos se les coloca un calificativo u otro. Es muy curioso cuando un arbitraje, por poner un ejemplo, en función de si beneficia o perjudica, se califica de error o robo. Pues o siempre son robos, o siempre son errores, me decanto por lo segundo, pero no queda bonito cambiar la definición de un mismo hecho.
No es menos curioso que actos violentos de aficiones o incluso de jugadores en función de que colores lleven se quieran camuflar o no dentro de un global. Todos los actos de violencia son deleznables y vergonzosos, y gracias al cielo no pueden generalizarse ni a un país, ni a una comunidad, ni a una ciudad ni desde luego a un equipo. Violencia es violencia, y no se debe permitir nunca sea quien sea y tengan los colores y el dni que tengan.
Todos, aficionados incluidos, deberíamos ser éticos en tolerar o no los actos en sí en función de su categoría, no en función de si quien lo comete es de nuestros colores. Pero si algún grupo debería de llevar al pie de la letra el ser ecuánime siempre en función del hecho en sí y no de quien lo hace, ese grupo es el de periodistas. No quiero mencionar a nadie, pero ya va siendo hora que en cosas importantes nos quitemos la camiseta y no manipulemos a los aficionados.
Los errores son errores, sean a favor o en contra, los delitos son delitos, cometa quien los cometa, y los hechos hay que contarlos como son y cuando pasan, no en función de si mi equipo gana, o si pierde, y entonces hay que sacar alguna noticia mala del eterno rival para camuflar.
Seguro que muchos pensarán que no tengo razón, pero lo dicho desde el respeto, bien dicho queda.