1928-Noviembre 17 sábado.-Obsequio Bandera Verdiblanca
ATENEO DE SEVILLA.-Jovenes literatos-Revista Mediodía.
«LAS CENAS «SUPERREALISTAS» DE LA REVISTA MEDIODÍA».-El sábado 17 de noviembre de 1928, «Mediodía» citó a sus amigos en torno a un pintor de Sevilla.
Estupenda ciudad que sigue apurando las antiguas ubres, sin jóvenes pinceles orientados hacia la cuarta dimensión.
Pablo Sebastián Casals, ha sido el primer rompehielos de la calma bienaventurada y castiza.
Presentó en el Concurso de carteles, convocado por el Ayuntamiento para elegir el anuncio oficial de la Primavera de 1929-Semana Santa, Feria y Exposición–, una figura inadmisible. Naturalmente fue descalificado.
No centróse el «afiche» de Sebastián Casals en la representación de Sevilla usual: la mujer, más o menos triste, más o menos alegre; presentó un ángel mozo sonando la trompeta de la dalmática cofradiera.
Descansando en el suelo la palma del Domingo de Ramos, encaje vegetal, orfebrería de oriente y sol.
Las vestiduras de colores sólidos y litúrgicos, las carnes de regalo y pan y torta, reflejo de horno, dulce cuaresmal, morena de altar y de siglos.
Al fondo, las palmas de los reflectores, el cine de la ciudad, rayada de torres, abanicos eléctricos, fiesta, certamen, industria y faustos fuegos de dos continentes…
Por esto solo, por su postura, el pintor joven Pablo Sebastián se vió la noche del 17 de noviembre rodeado de amigos y de alegría.
Lo de «Cena Superrealista» se puso para despistar.
–Aquí viven quienes nos llaman ultraístas y hasta ¡¡ modernistas ¡¡–. Los platos entraron en la sala conducidos por camareros equipiers, a una señal de líneman–bandera blanquiverde de Bétis, obsequio de Sánchez Mejías–y silbato de referee.
Las adhesiones y comentarios se leyeron entre manjar y manjar. Recibiéronse telegramas sentidos de Picasso, Velázquez, Goya, Foujita, y uno casi verde , de amarillo, del Greco.
Se leyeron anímos de diáfana atribución.
Entre los minutos de silencio, recordamos los dedicados a Méndez Bringa, Regidor, Salaverría, Lozano Sidro, Díaz Huerta y otros predilectos del obsequiado.
Hubo un largo minuto de algarabía en loor del inquieto crítico de arte y oficio, D. Melitón González.
Joaquín Romero Murube hizo un brindis original y alborozado.
Antonio Núñez, unas consideraciones sobre el estómago.
Juan Sierra, él solo comisión organizadora, ofreció el acto con respetables tópicos.
Y Ramón Porlan y Merlo trazó una biografía del pintor al gusto español, que coronó el entusiasmo de los comensales.
Al fin, Pablo Sebastián Casals, con sencillez y sinceridad, hizo su acción de gracias.
Todo el acto estuvo ribeteado por las pitadas de los asistentes, que fueron provistos con la debida antelación de potentes silbatos.
Fuente: «La Gaceta Literaria» de Madrid.-Alejandro Collantes de Terán (contrajo matrimonio con una hermana de Pablo Sebastián, María Teresa).