1959. Cuando Pelé jugó en Heliópolis
Casi con total seguridad Edson Arantes do Nascimento ha sido el mejor jugador de la historia. En ello coinciden muchos ex jugadores históricos o el máximo organismo futbolístico. Fue campeón del mundo con Brasil en 3 ocasiones: 1958, 1962 y 1970.
En 1958 en el Mundial de Suecia, con 17 años, fue la máxima revelación del torneo y estrella del equipo que por primera vez consiguió un Mundial para Brasil. Curiosamente el único mundial que una selección americana ha conseguido ganar en terreno europeo.
El fútbol brasileño se puso de moda a nivel mundial y las estrellas brasileñas comenzaron a llegar a los equipos europeos. Y también se pusieron de moda las giras de los clubs brasileños por Europa. Era una forma de conseguir dinero y de promocionar aún más a sus jugadores.
Por ejemplo en el mes de junio de 1959, el primero después del éxito brasileño en Suecia, hasta 4 clubs brasileños estarán en danza por la geografía española: Corinthians, Botafogo, Vasco de Gama y Santos.
Al Santos pertenecía Pelé, junto a una constelación de magníficos jugadores. Formaba parte de la delantera de las tres P: Pagao, Pelé y Pepé. También sobresalía otro integrante de la selección brasileña: el medio Zito.
Antes de llegar a España el Santos, que había ganado con autoridad el Campeonato Paulista en su país, se paseó por Europa, derrotando al Anderlecht, La Gantoise, Feyenoord y Fortuna Dusseldorf. Sólo la selección de Bulgaria consiguió arrancarles un empate.
En España el primer partido que disputan es en el Bernabéu frente al Real Madrid, en partido homenaje a Miguel Muñoz. El equipo blanco había ganado esa temporada su cuarta Copa de Europa consecutiva, y se reforzó para el partido con 2 jugadores: el bético Luis Del Sol y el extremo bilbaíno Piru Gaínza.
Los madridistas se impusieron 5-3, en un partido espectáculo jugado al ataque por ambos equipos.
En su gira por España el Santos no volvió a conocer la derrota: el 21 de junio se adjudicó el Trofeo Teresa Herrera con un 4-1 sobre el Botafogo, el 24 de junio empataron en Mestalla a 4 con el Valencia en un partido del triangular Trofeo Naranja; en el otro, jugado el 25 de junio, aplastaron al Inter de Milán por 7 a 1 y el 28 de junio en el Nou Camp derrotaron 1-5 al FC Barcelona.
En ese contexto de victorias impresionantes es en el que se plantea su último partido en España, frente al Betis, partido programado ya para los primeros días de julio, porque anteriormente se desplazan a Viena para disputar otro encuentro.
Lógicamente la expectación en Sevilla era tremenda. El equipo bético había completado una gran temporada, la del reencuentro con la Primera División tras 15 años. Se clasificó en 6ª posición, todo un éxito para un recién ascendido. Cuando la Liga acabó en abril el Betis se centró en la Copa, eliminado al Tenerife y Celta, pero cayendo en cuartos de final ante el FC Barcelona.
En junio el equipo disputó diversos amistosos. En el primero de ellos, jugado en Heliópolis el 6 de junio frente al Sporting de Lisboa, se inauguró la iluminación nocturna de recinto bético, lo que posibilitó alargar la temporada jugando por la noche ante el calor que imperaba ya en este mes.
Y así se jugaron amistosos nocturnos frente al Sporting de Lisboa, Recreativo de Huelva, Vasco de Gama y Elche, además de acudir a Lisboa a devolverle la visita al Sporting Club.
El partido contra el Santos es el colofón de una brillante temporada. En principio se programa para el sabado 4 de julio, pero como el Santos juega el día 3 en Viena frente al Sportklub y regresa en un vuelo Munich-Lisboa le es imposible llegar a tiempo. El Betis conviene que sería más interesante diputar el partido el miércoles 8 de julio, con el fin de poder contar con Luis Del Sol, que estaba convocado por la selección B para jugar en Atocha contra Turquía en la Copa del Mediterráneo, partido que ya vimos aquí. Pero la Federación Brasileña de Fútbol requirió la presencia del Santos para participar en un torneo local, por lo que al final el partido se jugó el domingo 5 de julio. La hora fue tardía: las 10 y media de la noche. Esto motivado porque ese mismo día se jugaba en el campo del Sevilla un torneo de carácter juvenil, y la Federación Andaluza no permitía que se celebraran los partidos a la misma hora, por lo que el Betis hubo de retrasar el horario.
El encuentro es fuera de abono, por lo que los socios béticos han de pasar por taquilla, aunque el precio es inferior al del público en general. Como curiosidad las localidades de la zona de Fondo se denominan Tribuna (antes Fondo) y de los goles los socios se ubican sólo en Gol Sur-Foso, mientras que el Gol Norte se reserva para el público en general.
El campo de Heliópolis presentó un lleno casi absoluto, y el Betis vistió con camiseta verde y pantalón negro, mientras que el Santos vistió entero de blanco. Sabino Barinaga era el técnico bético y contaba con las ausencias forzadas de Del Sol, Isidro y Castaño.
El partido finalizó con empate a 2, con tantos de Areta para el Betis y Pelé y Pepé para el Santos. Portu fue el encargado del marcaje del astro brasileño, pero el equipo brasileño dejó constancia de su calidad a pesar del desgaste físico que suponía esa gira europea.
De su fútbol se escribió lo siguiente en las crónicas posteriores al partido: «Los laterales béticos y aún el mismo Eusebio Ríos se veían impotentes para frenar a esa movediza delantera brasileña, malabarista, con un dominio asombroso del balón, desconcertante en su fintas, que sabe encontrar hueco donde aparentemente no lo hay y que practica el fútbol dentro del área con la más terrible velocidad que hayamos visto nunca, una velocidad que destaca de repente como un relámpago después de muchos minutos idos en aparente inmovilidad y en pases y más pases de uno y otro y de éste a aquél, que llegan a cansar al contrario, a entumecerle, a hacerle confiar. Confianza que se vendrá abajo en el momento justo de hacer una incursión velocísima, planteada y ejecutada fulminantemente y en la que la defensa más veterana apenas tiene nada que hacer porque lucha más que con expertos del balón con verdaderos diablos de goma».
Una circunstancia curiosa, y que llamó mucho la atención, fue que en el descanso del partido el Santos no se retiró a los vestuarios, sino que permaneció descansando en el terreno de juego.
El mejor d etodos los tiempos y reconocido por la mayoría de expertos es Di Stéfano, ligeramente por encima del brasileño, cosa reconocida entre otros por los propios Pelé, Maradona, cruyff, Eusebio (en su momento), y muchos más de los mejores jugadores que ha habido (lo cual zanja la cosa), y era el futbolista total, el que ha reunido todas las virtudes de éste deporte, atacaba, defendía, centraba, incluso en los entrenamientos paraba alguna… simplemente el mejor.El mejor sigue siendo Di Stéfano y Pelé en segundo lugar muy cerca suyo, y pegado a ambos por debajo Maradona, luego va Cruyff.
1. Di Stéfano 2 Pelé 3 Maradona 4 Cruyff 5 Beckembauer 6 Gento 7 Puskas 8
Garrincha 9 Vavá 10 Ronaldo Nazario 11 Cr7 12 Messi 13 G. Best 14 B.
Charlton….
Crónica del duelo del Bernabéu, de la época:
La liga Brasileña era claramente muy inferior a la española, como hoy
día y tenía alguna estrella suelta como Pelé ( 2 mejor jugador de la
historia, y al que muchos discuten porque es otro que tampoco se atrevió
a venir a Europa, donde había un mayor nivel y competitividad). Un compañero suyo de la selección como Didí vino al madrid y no dio la talla.
La mayoría de grandes leyendas de la historia del balompié han
pisado en alguna ocasión el césped del estadio Santiago Bernabéu.
También lo hizo al que muchos consideran el 2 mejor del Mundo tras Di Stéfano, Edson Arantes Do
Nascimento ‘Pelé’. Pese a desarrollar toda su carrera en el Santos de su
país y no acudir al Mundial de España de 1982 por cuestiones de edad,
el astro brasileño jugó ante el Real Madrid el 17 de Junio de 1959.
El castizo Miguel Muñoz se había retirado del fútbol en 1958 y el Real Madrid,
como era costumbre en la época, le preparó un homenaje por todo lo
alto. Su trayectoria en el equipo blanco se prolongó durante diez
temporadas y además llegó a ser capitán varios años. Para ello
decidieron invitar al Santos brasileño en el que jugaba la estrella del
pasado
Mundial, Pelé, junto a otros enormes futbolistas como Pepe, Coutinho,
Dorval o Zito. La fecha marcada fue un 17 de Junio de 1959 a las 20:30
horas de la tarde.
El conjunto merengue por entonces
acababa de ser campeón de Europa por cuarta vez pero en la Liga y en la
Copa se había topado con un gran F.C. Barcelona dirigido por Helenio
Herrera.
Iba a ser el penúltimo choque del curso y decidieron convidar a vestir
la camiseta blanca a un mito del fútbol español como Gaínza, que colgaba
las botas, y a una estrella en ciernes que ficharía por el club de
Concha Espina poco después, el soriano Luis del Sol.
El Santos
venía de hacer una gira por Europa donde se había enfrentado entre otros
al Anderlecht, Feyenoord, Inter de Milán o el Servette suizo.
Llegaba cansado pero motivado y contento por verse las caras con el
mejor equipo del viejo continente en ese momento. Su técnico, Luis
Alonso Pérez ‘Lula’, alineó a Carlos; Gertulio, Pavao, Ralmo;
Ramiro, Zito; Dorval, Alvaro, Pagao, Pelé y Pepe y luego dio la
oportunidad a Coutinho, que tenía 16 años, y Alfonsinho. Mientras que el cuadro madridista jugó con Berasaluce;
Marquitos, Santamaría, Casado; Santisteban, Antonio Ruiz; Gento,
Mateos, Di Stéfano, los ya mencionados Gaínza y del Sol y Atienza II,
Julio Gento y Puskas que saltaron al césped en la segunda
mitad. El coliseo blanco tuvo una fantástica asistencia de 110.000
espectadores que presenciaron un duelo vistoso, con goles y buen
espectáculo.
La contienda se inició con bravura y
mucha pelea en el mediocampo, hasta que Pelé recogió un balón suelto de
una pugna entre Santisteban y Pagao y tiró, batiendo a Berasaluce desde la media distancia.
A continuación, el meta guipuzcoano desbarató otra ocasión visitante y a
partir de ahí fue cuando el Real Madrid se metió de lleno en el
partido.
Mateos quiso hacer sombra a Pelé y, en cuestión de quince minutos,
logró un triplete fabuloso asistido por Di Stéfano, que iba como siempre
y venía de arriba a abajo a su antojo, un genio.
El trío formado por Gaínza, Del Sol y la “Saeta Rubia” estaba
desarbolando a un equipo santista que no pudo frenarles en la primera
parte. Mientras tanto, Pelé lo intentaba junto al recién incorporado
Coutinho y Pepe, pero el medio Antonio Ruiz hacía una gran labor de
contención.
Con el resultado de 3-1, el colegiado
Horn indicó el camino de los vestuarios y en el comienzo del segundo
acto
se vio a un Pelé renovado de energías. En una internada suya,
Santamaría le derribó dentro del área y Pepe se encargó de acortar
distancias.
Los pupilos de Carniglia reaccionaron de inmediato volviendo a hacerse
con el dominio de la pelota y, en tres minutos , consiguieron su cuarto
tanto obra de Puskas de cabeza. El Santos se mostraba muy dubitativo y
lento con el balón en los pies y esto únicamente cambiaba cuando Pelé
cogía el esférico. El tercer gol de los brasileños se produjo tras otra
buena acción del chico de Tres Corazones que soltó un poderoso chut
sobre el marco de Berasaluce cuyo rechace mandó a la red Coutinho.
Restaban 20 minutos para el final del encuentro pero un veloz
contragolpe poco después dirigido por Di Stéfano y culminado por
un excepcional Francisco Gento acabó con las esperanzas de empate del Santos. En los
últimos instantes, el resultado no se movería aunque si hubo que lamentar un
botellazo al futbolista Pepe por dos energúmenos que fueron rápidamente
detenidos. El Real Madrid derrotaba por 5-3 al Santos de Pelé que había
realizado un notable encuentro siendo muy superior al cuadro brasileño y
dejando claro la supremacía del fútbol europeo. La estrella del
partido, el inigualable Alfredo Di Stéfano.
Miguel Muñoz tuvo un
partido homenaje acorde a su categoría y al final del choque se encaminó
hacia el centro del campo para despedirse de la parroquia madridista
que tantas veces le vio jugar.
La conclusión en Madrid fue que el Santos tenía cuatro delanteros de
disparo terrible (Pepe, Pelé, Pagao y Coutinho) pero una defensa
pasmosamente lenta y débil, un equipo flojito, contaban las crónicas de la época. Respecto a Pelé, que era una gran promesa, aunque muy individualista. Nada que ver con Di Stéfano, muy por encima suyo. “En el Santos,
el equipo jugaba para Pelé. En el Madrid, el genio Di Stéfano jugaba para el
equipo”, fue la conclusión que años después me dio Gaínza, con el que
llegué a hablar de esto. En Brasil se buscaron excusas para la derrota, aunque esperada por saberse al Madrid como un equipo superior, al desplome
final del equipo, consecuencia de la fatiga de la gira (tres partidos
por semana, con los correspondientes viajes). La gira siguió: el día siguiente, tras ir a los
toros, el Santos fue al Teresa Herrera. Y luego a Barcelona. Y luego, y
luego y luego…
Pelé aún lamentaba hace 10 años, cuando hablé con él de esto, que ese
partido no tuviera revancha. “La gira era agotadora”, insistía.
Francamente, sentí que su melancolía era personal, no había dado la talla ni él ni el
Santos. Le dolía que el único enfrentamiento entre el Santos y el Madrid
lo hubiesen perdido los suyos con tal ridículo.
Bernabéu visitó al equipo en el hotel Alexandra, la víspera. Él mismo
me dijo que fue con la intención de hablar del fichaje de Pelé para el
Madrid, pero no se decidió: “Le vi tan niño y tan flojito que me pareció una grosería
hacer una oferta. Lo dejé para más adelante, y más adelante fue
imposible”. Optó por rematar la operación Didí, que fue un fracaso, el juegador nunca dio la talla, así que se le quitaron las ganas de traer a más gente de allí, no valían para el superior fútbol europeo.