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  1. El mejor d etodos los tiempos y reconocido por la mayoría de expertos es Di Stéfano, ligeramente por encima del brasileño, cosa reconocida entre otros por los propios Pelé, Maradona, cruyff, Eusebio (en su momento), y muchos más de los mejores jugadores que ha habido (lo cual zanja la cosa), y era el futbolista total, el que ha reunido todas las virtudes de éste deporte, atacaba, defendía, centraba, incluso en los entrenamientos paraba alguna… simplemente el mejor.El mejor sigue siendo Di Stéfano y Pelé en segundo lugar muy cerca suyo, y pegado a ambos por debajo Maradona, luego va Cruyff.
    1. Di Stéfano 2 Pelé 3 Maradona 4 Cruyff 5 Beckembauer 6 Gento 7 Puskas 8
    Garrincha 9 Vavá 10 Ronaldo Nazario 11 Cr7 12 Messi 13 G. Best 14 B.
    Charlton….

  2. Crónica del duelo del Bernabéu, de la época:

    La liga Brasileña era claramente muy inferior a la española, como hoy
    día y tenía alguna estrella suelta como Pelé ( 2 mejor jugador de la
    historia, y al que muchos discuten porque es otro que tampoco se atrevió
    a venir a Europa, donde había un mayor nivel y competitividad). Un compañero suyo de la selección como Didí vino al madrid y no dio la talla.

    La mayoría de grandes leyendas de la historia del balompié han
    pisado en alguna ocasión el césped del estadio Santiago Bernabéu.
    También lo hizo al que muchos consideran el 2 mejor del Mundo tras Di Stéfano, Edson Arantes Do
    Nascimento ‘Pelé’. Pese a desarrollar toda su carrera en el Santos de su
    país y no acudir al Mundial de España de 1982 por cuestiones de edad,
    el astro brasileño jugó ante el Real Madrid el 17 de Junio de 1959.

    El castizo Miguel Muñoz se había retirado del fútbol en 1958 y el Real Madrid,
    como era costumbre en la época, le preparó un homenaje por todo lo
    alto. Su trayectoria en el equipo blanco se prolongó durante diez
    temporadas y además llegó a ser capitán varios años. Para ello
    decidieron invitar al Santos brasileño en el que jugaba la estrella del
    pasado
    Mundial, Pelé, junto a otros enormes futbolistas como Pepe, Coutinho,
    Dorval o Zito. La fecha marcada fue un 17 de Junio de 1959 a las 20:30
    horas de la tarde.

    El conjunto merengue por entonces
    acababa de ser campeón de Europa por cuarta vez pero en la Liga y en la
    Copa se había topado con un gran F.C. Barcelona dirigido por Helenio
    Herrera.
    Iba a ser el penúltimo choque del curso y decidieron convidar a vestir
    la camiseta blanca a un mito del fútbol español como Gaínza, que colgaba
    las botas, y a una estrella en ciernes que ficharía por el club de
    Concha Espina poco después, el soriano Luis del Sol.

    El Santos
    venía de hacer una gira por Europa donde se había enfrentado entre otros
    al Anderlecht, Feyenoord, Inter de Milán o el Servette suizo.
    Llegaba cansado pero motivado y contento por verse las caras con el
    mejor equipo del viejo continente en ese momento. Su técnico, Luis
    Alonso Pérez ‘Lula’, alineó a Carlos; Gertulio, Pavao, Ralmo;
    Ramiro, Zito; Dorval, Alvaro, Pagao, Pelé y Pepe y luego dio la
    oportunidad a Coutinho, que tenía 16 años, y Alfonsinho. Mientras que el cuadro madridista jugó con Berasaluce;
    Marquitos, Santamaría, Casado; Santisteban, Antonio Ruiz; Gento,
    Mateos, Di Stéfano, los ya mencionados Gaínza y del Sol y Atienza II,
    Julio Gento y Puskas que saltaron al césped en la segunda
    mitad. El coliseo blanco tuvo una fantástica asistencia de 110.000
    espectadores que presenciaron un duelo vistoso, con goles y buen
    espectáculo.

    La contienda se inició con bravura y
    mucha pelea en el mediocampo, hasta que Pelé recogió un balón suelto de
    una pugna entre Santisteban y Pagao y tiró, batiendo a Berasaluce desde la media distancia.
    A continuación, el meta guipuzcoano desbarató otra ocasión visitante y a
    partir de ahí fue cuando el Real Madrid se metió de lleno en el
    partido.
    Mateos quiso hacer sombra a Pelé y, en cuestión de quince minutos,
    logró un triplete fabuloso asistido por Di Stéfano, que iba como siempre
    y venía de arriba a abajo a su antojo, un genio.
    El trío formado por Gaínza, Del Sol y la “Saeta Rubia” estaba
    desarbolando a un equipo santista que no pudo frenarles en la primera
    parte. Mientras tanto, Pelé lo intentaba junto al recién incorporado
    Coutinho y Pepe, pero el medio Antonio Ruiz hacía una gran labor de
    contención.

    Con el resultado de 3-1, el colegiado
    Horn indicó el camino de los vestuarios y en el comienzo del segundo
    acto
    se vio a un Pelé renovado de energías. En una internada suya,
    Santamaría le derribó dentro del área y Pepe se encargó de acortar
    distancias.
    Los pupilos de Carniglia reaccionaron de inmediato volviendo a hacerse
    con el dominio de la pelota y, en tres minutos , consiguieron su cuarto
    tanto obra de Puskas de cabeza. El Santos se mostraba muy dubitativo y
    lento con el balón en los pies y esto únicamente cambiaba cuando Pelé
    cogía el esférico. El tercer gol de los brasileños se produjo tras otra
    buena acción del chico de Tres Corazones que soltó un poderoso chut
    sobre el marco de Berasaluce cuyo rechace mandó a la red Coutinho.
    Restaban 20 minutos para el final del encuentro pero un veloz
    contragolpe poco después dirigido por Di Stéfano y culminado por
    un excepcional Francisco Gento acabó con las esperanzas de empate del Santos. En los
    últimos instantes, el resultado no se movería aunque si hubo que lamentar un
    botellazo al futbolista Pepe por dos energúmenos que fueron rápidamente
    detenidos. El Real Madrid derrotaba por 5-3 al Santos de Pelé que había
    realizado un notable encuentro siendo muy superior al cuadro brasileño y
    dejando claro la supremacía del fútbol europeo. La estrella del
    partido, el inigualable Alfredo Di Stéfano.

    Miguel Muñoz tuvo un
    partido homenaje acorde a su categoría y al final del choque se encaminó
    hacia el centro del campo para despedirse de la parroquia madridista
    que tantas veces le vio jugar.

    La conclusión en Madrid fue que el Santos tenía cuatro delanteros de
    disparo terrible (Pepe, Pelé, Pagao y Coutinho) pero una defensa
    pasmosamente lenta y débil, un equipo flojito, contaban las crónicas de la época. Respecto a Pelé, que era una gran promesa, aunque muy individualista. Nada que ver con Di Stéfano, muy por encima suyo. “En el Santos,
    el equipo jugaba para Pelé. En el Madrid, el genio Di Stéfano jugaba para el
    equipo”, fue la conclusión que años después me dio Gaínza, con el que
    llegué a hablar de esto. En Brasil se buscaron excusas para la derrota, aunque esperada por saberse al Madrid como un equipo superior, al desplome
    final del equipo, consecuencia de la fatiga de la gira (tres partidos
    por semana, con los correspondientes viajes). La gira siguió: el día siguiente, tras ir a los
    toros, el Santos fue al Teresa Herrera. Y luego a Barcelona. Y luego, y
    luego y luego…

    Pelé aún lamentaba hace 10 años, cuando hablé con él de esto, que ese
    partido no tuviera revancha. “La gira era agotadora”, insistía.
    Francamente, sentí que su melancolía era personal, no había dado la talla ni él ni el
    Santos. Le dolía que el único enfrentamiento entre el Santos y el Madrid
    lo hubiesen perdido los suyos con tal ridículo.

    Bernabéu visitó al equipo en el hotel Alexandra, la víspera. Él mismo
    me dijo que fue con la intención de hablar del fichaje de Pelé para el
    Madrid, pero no se decidió: “Le vi tan niño y tan flojito que me pareció una grosería
    hacer una oferta. Lo dejé para más adelante, y más adelante fue
    imposible”. Optó por rematar la operación Didí, que fue un fracaso, el juegador nunca dio la talla, así que se le quitaron las ganas de traer a más gente de allí, no valían para el superior fútbol europeo.

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