Abril de 1957 25 Años del Ascenso a Primera (I)

Una de las características que definen la llegada de Benito Villamarín a mediados de los 50 a la presidencia bética es el de la recuperación y celebración de las glorias históricas del club.
Es en este marco como debemos entender la conmemoración en Abril de 1957 del ascenso del Betis a Primera División en 1932, hecho del que se cumplían entonces 25 años. Se enlaza con ello con el que es, por entonces, el máximo objetivo de la entidad: recuperar la Primera División.

Ya en en la prensa de la semana se informa de lo que el club está preparando para conmemorar la «gloriosa efemérides»: la entrega de un obsequio a diversos jugadores que en esa temporada (1931-32) vistieron los colores blanquiverdes y que seguían residiendo en Sevilla: Jesusín, Tenorio, Aranda, Peral, Romero y Adolfo.
Posteriormente presenciarían desde el palco el Betis-Mestalla de la jornada 28 del Campeonato de Liga de Segunda División. El Betis, entrenado por Carlos Iturraspe, tenía aún esperanzas de conseguir al menos jugar la promoción para subir a Primera, pues el ascenso directo estaba muy complicado.
También se hace mención la prensa lo que significó en su momento el ascenso del equipo bético a la Primera División, dado que fue el primer equipo andaluz en conseguirlo cuando este honor parecía reservado a otros. Fue la forma de integrar a la ciudad de Sevilla en el circuito máximo del fútbol nacional con «la constante visita de los grandes equipos» tal y como se recordaba en la prensa sevillana.

Marca también va a prestar una gran importancia al hecho, y en su edición del 11 de Abril nos muestra un reportaje sobre el acontecimiento con entrevistas a varios de los protagonistas del momento.
Así nos lo describe:
Homenaje que consistió en la entrega, ante el gentío que acudió al Estadio de Heliópolis a presenciar el encuentro, de sendas carteras de piel, conteniendo un «producto» de cuatro cifras del Banco de España. Luego, los aficionados prodigaron sus aplausos a los veteranos «equipiers», quienes tuvieron que saludar repetidamente desde el centro de la cancha. Fueron Adolfito, Aranda, Jesusín, Romero, Peral y Tenorio.
Con cinco tuvimos ocasión de dialogar breves instantes, antes y después del homenaje recordatorio.
Al primero que abordamos fue a Adolfito, hoy jefe de material y masajista del club desde hace muchos años. Desde que abandonó las actividades deportivas profesionales en el grupo titular. Habitualmente enfundado en su mono azul eléctrico para cumplir mejor las funciones auxiliares, lo hallamos esta vez, momentos antes de que saltara el cuadro blanquiverde actuante, luciendo irreprochable traje oscuro, mientras que peinaba su muy canosa pero abundante cabellera.
Adolfo Sánchez Carrillo de Albornoz (Adolfito) ex interior
– ¿Cuándo ingresaste en el Betis?
– Allá por el año 1925. Y desde entonces al servicio del club. Antes, como jugador, siempre de interior. Y ahora, desde que abandoné la práctica del juego, como masajista. Sin otras obligaciones … ¡Toda mi vida al servicio del equipo¡
– ¿Cuántos encuentros jugaste aquella temporada?
– Todos. Era el año 1931…
– ¿Cuáles fueron tus mejores tardes?
– Para mi conciencia, todas. Porque salía dispuesto a dar cuanto podía. Y eso que antes no se jugaba al fútbol con la comodidad de hoy: por lo regular «abrigados» con las tácticas en uso y, además, mejor apoyados ahora por la labor de conjunto, de la que antes carecíamos.
– ¿Qué equipo os visitaba en la tarde del ascenso?
– El Coruña. Pero de ese partido que le hable otro compañero de entonces… Por ejemplo, pregúntele a Andrés Aranda.
Y dejamos a Adolfito a vueltas con su cabellera, y a la vez, teniendo que servir los deseos de varios jugadores que le instaban la entrega de determinados materiales.
ADOLFITO ó ADOLFO I: Adolfo SANCHO Carrillo de Albornoz.
No sé a que fue debido que muchos medios de comunicación escritos denominaran el primer apellido SANCHA, así lo he puesto siempre hasta que lo investigué y lo rectifiqué.
Al parecer así constaba en su ficha y en las actas arbitrales.