Ahora más que nunca deben defender su bandera los simpatizantes
Bajo este curioso y extenso titular se desarrolla esta publicación que aparece en el diario vespertino Sevilla el 14 de abril de 1947, es decir el día siguiente al Racing de Santander 4 Betis 1 que consumó el descenso del club verdiblanco a la Tercera División.
Un texto en el que se hace un claro llamamiento a los miles de simpatizantes que tenía el club, tal y como se comenta, a cerrar filas en torno al Betis con el único interés en recuperar pronto la categoría perdida.
Se compara su situación con la de otros históricos clubs que también en esos momentos jugaban en la Tercera División, casos del Real Unión de Irún y del Arenas de Guecho, después de haber competido en la primera línea deportiva.
No por temido, pues las circunstancias le eran de todo punto adversas, ha dejado de producir penosa impresión el descenso del Betis. Como el Real Unión de Irún, el Arenas de Guecho y otros grandes Clubs históricos, cargados de gloria y laureles, el Real Betis Balompié pasa a militar en la Tercera División.
Ha sido el punto final a una temporada en la que la desgracia se ha cebado con el Club verdiblanco. Primero la lesión de Botella, primordial y principalísima; más tarde las de Castillo y Gonzalo, que, con la baja forma de algunos de sus elementos, restaron potencialidad y eficacia a su conjunto; y, después, algunas actuaciones desafortunadas, como determinados arbitrajes en los que se le perjudicó notablemente, que completaron la serie de adversidades, le han conducido a la realidad presente: el Real Betis Balompié, que tantos y tan señalados triunfos ha conseguido en su vida deportiva, finalista de la Copa, campeón de la Primera División de la Liga y por dos veces de la Segunda, ya no pertenece a ninguna de las dos.
Pero, en estos momentos de natural agobio, pasada la fatal impresión de lo irremediable, hay que hacer frente a la suerte contraria y elevar el ánimo, con fuertes ansias de recuperación. Nada de rasgarse las vestiduras ni de abatimiento, sino todo lo contrario. Si el Betis ha descendido, hay que aunar todos los esfuerzos de los buenos seguidores del Club sevillano, los que con sus aportaciones y sacrificios le han sostenido, y no de los que hacen ostentación de béticos, vociferan y censuran, sin figurar siquiera en las listas de socios, para que vuelva al sitio que por su brillante historial le corresponde.
Que cada partidario del Betis, de verdad, que a tenor de sus manifestaciones son muchos miles en Sevilla, cumpla con su deber, acudiendo con generosidad y desprendimiento a remediar la situación. Si alguna resolución radical ha de tomarse debe ser la de tomar toda clase de medidas para recuperar inmediatamente lo perdido.
En Primera, Segunda o Tercera, EL BETIS SIEMPRE HA DE SER EL BETIS