Directivas sevillanas 1975
En octubre de 1975 comenzó a publicarse la revista semanal Don Balón. En su momento fue una publicación totalmente rompedora con el marco habitual en el que se movían las revistas deportivas. Hay que tener en cuenta también la época en que Don Balón se inició, en el mes previo a la muerte del general Franco, en un periodo en el que la libertad de prensa estaba restringida por el régimen, lo que dio lugar a numerosos conflictos con las autoridades del momento, ante una publicación y un estilo que salía del que habitualmente se usaba en la información deportiva.
En este contexto es en el que debemos ver este reportaje publicado en Don Balón el 18 de noviembre de 1975 dedicado a los directivos de los clubs sevillanos, realizando un análisis de sus componentes dedicado a sus actividades profesionales y a su procedencia social. Una publicación interesante que nos revela algunos detalles poco conocidos en ambas directivas.
¿Quiénes dirigen los clubs de fútbol en nuestro país? Difícil cuestión; pero, de cualquier forma, se trata de gentes que no representan ni poco ni mucho a esas masas que constituyen la asociación física de los mismos, desde el momento que ni siquiera son elegidos por éstos. ¿Y qué buscan en el fútbol esa legión de alegres aspirantes a ejecutivos del deporte? También es difícil de responder: dinero, normalmente no…la mayoría, ya lo tienen. ¿Puede ser, entonces, ambición de fácil popularidad? No nos atreveremos a negarlo, la popularidad es golosa y entraña de proyección y promoción. En fin, ¡quién sabe¡.
DE todos modos, internándonos por entre esas plantillas de directivos que forman las juntas de los clubs sevillanos, sobre los que recae hoy nuestra atención, quizá consigamos conocer un poco más a esos ejecutivos del deporte.
En Sevilla, todo gira en torno a dos clubs que polarizan y se reparten la afición futbolística a la sombra de la Giralda. Por un lado, el Betis, el equipo popular; por otro, el Sevilla, el equipo de la élite… De cualquier forma, la raya que separa a una y a otra afición es extremadamente subjetiva. Ni en uno ni otro equipo, ni en una ni otra junta, están todos los que son ni son todos los que están…
A LA IZQUIERDA, EL BETIS
Empecemos por los béticos. Dieciséis directivos se alinean en su junta. Profesiones y dedicaciones varias, clase alta o burguesía elevada cuando menos; edad promediada en los cuarenta y tantos años; como puntos significativos, la presencia de un hermano, un sobrino y un amigo íntimo del presidente entre el consejo directivo; en otro orden de repeticiones, la identidad de dos militares, uno médico y el otro industrial, y la de cinco o seis licenciados en Derecho.
Así, en conjunto, la composición sale bastante difusa pero no deja de esbozar unas directrices, como esa familiar y afectiva impuesta por el presidente, la del potencial económico individual de la casi totalidad de los componentes de la junta, la de las conexiones oficiales de algunos de sus miembros… Pero incidamos en los hombres claves del plantel directivo del Real Betis. Y empecemos por su presidente, señor Núñez Naranjo, gran industrial y propietario de Alcoholes Núñez, una de las firmas que marchan a la cabeza de los exportadores de alcohol del país, además de reunir inversiones de otras múltiples empresas de destilería, así como de figurar el frente de diversos consejos de administración y concretamente del de la inmobiliaria Suroeste… Se le considera “muchimillonario” y son apreciadas sus cualidades personales que lo ponderan como hombre modesto, prudente y sereno.
Junto a él, en la triple vicepresidencia, otros tantos hombres fuertes del Real Betis: Fernández Castañón, abogado y subdirector del Banco Hispanoamericano; Fernández Aramburu, propietario de una importante empresa de hierros y comandante del Ejército, y Bordas Marrodán, cónsul de Grecia en Sevilla e industrial en agrios y destilerías. Se trata de la fortuna personal más importante de cuantos componen la junta bética.
En el cargo de contador, se encuentra el hermano menor del presidente, Eduardo, relacionado también con la empresa familiar y con otros consejos de administración de empresas inmobiliarias; entre los seis vocales figura Antonio Moreno, empleado administrativo, íntimo amigo del presidente y habitual acompañante y confidente, y José Luis Jiménez Núñez, sobrino del presidente, licenciado en Derecho e integrante más joven de la Junta con veintitrés años. Una significativa representación familiar.
A LA DERECHA, EL SEVILLA
Los dieciséis hombres de la directiva sevillista se dividen entre los ocho cargos de mayor relumbrón y las ocho vocalías. No existe, pues, excesiva distribución de responsabilidades ni jerarquización. Las profesiones de sus integrantes, la mayoría titulados universitarios o en escuelas de altos estudios, están enfocadas al mundo de los negocios, dándose una variada gama de ramos: inmobiliario, construcción, reses bravas, hostelería, metalurgia… La edad promediada es superior a la de la junta bética, ya que los ejecutivos sevillistas superan los cuarenta y cinco años en casi su totalidad. Coinciden también burócratas del Registro de la Propiedad (dos), un militar, dos afamados especialistas en medicina, abogados y directores gerentes de variadas empresas.
El presidente, Eugenio Montes, es abogado y director gerente de una importante distribuidora de muebles de oficina, anda hacia el final de los cincuenta, es viudo y millonario. Sin embargo, el hombre económicamente fuerte de la junta sevillista es el vicepresidente primero, Rojas Fernández, cuyos negocios son incontables: construcción a gran escala, inmobiliarias, reses bravas, hostelería…; en las otras dos vicepresidencias figuran Martínez Pérez, profesor de patología digestiva, y Alfonso Pérez del Pulgar, primo del Príncipe Juan Carlos y militar en activo. Tiene múltiples negocios.
Los directores gerentes y burócratas figuran en los puestos administrativos de la junta. Así tenemos profesores mercantiles como José Ortega Martell, abogados como Márquez Piñero y registradores de la propiedad, como los señores Ruiz del Portal y Jiménez Becerril.
No vamos a ser nosotros quiénes establezcamos las comparaciones posibles entre uno y otro equipo directivo, dejemos esa opción a nuestros lectores. Sin embargo, no podemos sustraernos a la evidencia que entre los treinta y dos ejecutivos que dirigen el fútbol sevillano solamente un hombre, Juan Mauduit, secretario de la junta del Betis, ha sido destacado jugador amateur…