Don Juan Del Castillo Ochoa.-Presidente Sociedad Sevilla Balompié-Matriz del Real Betis Balompié.-Recorte Prensa
Juan Del Castillo Ochoa, natural de Sevilla, lunes 29 de Julio de 1889, es hijo de don Pedro Del Castillo Zuleta y de doña Valdubina Ochoa Ochoa.
Siendo 1erTeniente de Infantería, con destino en el «Regimiento Infantería «Soria Nº 9» destacado en dicha Capital; escrito con fecha miércoles 20 de Marzo de 1918, para que se le conceda Real Licencia de Matrimonio con doña María de la Concepción Montoto Fontecilla, natural de Túxpam de Rodríguez Cano (México), y vecina de Sevilla en calle Alfonso XII nº 25.
Coronel de Infantería, Caballero Mutilado de Guerra, domiciliado en la calle Mateos Gago nº 17-Teléfono 225807.-Sevilla. Obituario martes 20 de Septiembre de 1977 (88 Años, 2 meses menos 9 días) D. E. P.
«El fútbol fue en principios un romántico «sport», un juego entre atlético y mañoso que conmovía y apasionaba sólo a unos pocos: los que lo practicaban.
En esos tiempos históricos, románticos y pintorescos nació el Betis, bueno el hoy Real Betis Balompié, que entonces no se llamaba así y que… Será mejor que dejemos hablar de todo eso al presidente del Club en esos tiempos heroicos, a don Juan Del Castillo Ochoa, coronel de Infantería, caballero mutilado, que pese a estar en la cama gravemente accidentado, ha querido contribuir a este extraordinario, recibiéndonos y contándonos una serie de cosas curiosas, nostálgicamente interesantes.
–Nació el equipo de un grupo de estudiantes; en su mayoría militares de la Politécnica. Cómo don Mariano de Cavia había lanzado la palabra castellana «balompié», fuimos los primeros en adoptarla, denominando al Club «Sevilla Balompié» por petición formal efectuada al Gobierno Civil.
Creo que en 1907. Don Mariano de Cavia nos escribió agradeciéndonos el gesto gramatical con una carta cariñosísima, dirigiamos la sociedad, que tenía su sede en mi casa de Alfonso XII, 29, mi hermano Alfonso como presidente; Vicente Peris Mencheta como secretario y yo como tesorero.
–¿Qué dinero entraba y salía entonces de la tesorería?
—Una cuota de 25 céntimos que pagábamos todos los miembros de la Sociedad daba para todo. Era curioso que el que no abonaba el «realito» a la hora del partido se quedaba sin jugar.
–¿Qué costaba el equipo?
–No recuerdo, pero creo que los balones–que nos traía de Londres el capitán del barco «Cordova»–nos salían a poco más de un duro. Las porterías las fabricábamos nosotros y pantalones y camisetas corrían por cuenta del jugador.
–¿Los primeros colores?
–Camiseta azul y pantalón blanco. En el pecho llevábamos bordadas con los colores nacionales las iniciales del Club. Por cierto, que las camisetas del primer equipo fueron bordadas por la hermana de Salvador Morales.
–¿Algunos nombres del conjunto primitivo?
–Rubio, que fue un buen portero; Fernández-Zúñiga «Agonía» que le sustituyó; Juan Cáscales, Ramos Asensio, Ricardo Chacón, Casto Montoto…
–¿Terreno de juego?
–La pista de la Exposición de ganado selecto en el «Huerto de la Mariana», donde ahora esta la «Plaza de América». Llevábamos las porterías al hombro y más tarde conseguimos guardarlas en un puesto de agua próximo.
-¿Cómo era el juego de entonces?
–Muy distinto al de ahora. Todo era furia, tesón, coraje, amor propio. Se iba detrás de la pelota con el alma más que con los pies. Claro que observábamos rigurosamente las reglas del juego, que traducíamos de un reglamento inglés.
–¿Cúales eran los rivales?
–Aquí no había más equipo que el Sevilla FbC. También venía en ocasiones el Recreativo de Huelva, que era un equipo muy potente, integrado principalmente por ingleses…, pero nuestros rivales eran esencialmente, los espectadores.
–¿Cómo era eso?
–Pues sí. Los desocupados que iban a vernos jugar tomaban aquello a guasa y se ponían puntillas en los zapatos para reventarnos el balón, o lo cogían en el momento que podían y salían corriendo con él a todo meter. Corríamos todos los jugadores detrás del ladrón, y al final siempre había bofetadas. ¡Costó mucho meter a las gentes en cintura¡
–¿Qué días a la semana se celebraban los partidos?
–Había partidos todos los días y, en algunas fechas, jugábamos desde por la mañana hasta la tarde. Eramos incansables.
–¿Tardó mucho en cuajar el Club?
–Poco; dos años después de su creación ya teníamos jugadores espléndidos y constituíamos un equipo con el que ganábamos a cuantos se nos enfrentaban…
¡Claro que también perdíamos¡ Cambiamos de nombre, cambiamos de campo de juego y para el Club fue una época de auténtico esplendor cuando «cerramos» con cuerdas nuestro primer «estadio» de la Enramadilla.
Colocábamos sillas tras las cuerdas y cobrábamos un «real» el asiento. Invitados de honor en todos los encuentros eran los niños del Hospicio, que nos prestaban la banda de música para amenizar las jugadas.
–Usted, que ocupó siempre puesto rectores, ¿qué tiempo fue presidente?
–Mucho tiempo, dividido en varios períodos: el año 1909, primero; después desde 1910 ó 1911 a 1914 y más tarde otro largo período hasta 1924. Entonces ya habíamos «Sociedad Sevilla Balompié» primitivo al «Real Betis FbC» y «Real Betis Balompié» habría de ser ya el nombre definitivo de la Sociedad.
–¿Cómo ve el evocado pasado desde el presente?
–Con mucha nostalgia y emoción.
–¿Qué tomaría del equipo de ayer y del equipo de hoy para formar un conjunto ideal?
–El entusiasmo, el desinterés de mis tiempos de futbolista, lo pondría en el buen juego y en la técnica de ahora. Quedaría un equipo invencible».
«Sevilla»-diario de la tarde-número extraordinario dedicado al regreso del Betis a Primera División-Junio 1958.-Entrevista firmada por F. B.