El derby de Wallace y Del Sol, de Manolo Rodriguez.
Hoy es día de derbi en Sevilla, y los dos viejos y eternos rivales se enfrentarán esta noche en Heliópolis. Un enfrentamiento que a lo largo de la historia ha dado para mucho que contar y narrar, tanto en las crónicas de los partidos en sí como en los prolegómenos a éstos.
Un ejemplo de esto último traemos hoy a Manquepierda, de la mano del periodista Manolo Rodríguez, en su sección El balón cuadrado de la edición andaluza de Diario 16 en septiembre de 1986. Se enfrentaban Sevilla y Betis en la segunda jornada del Campeonato de Liga en terreno sevillista y el articulo giraba en torno a la personalidad de los dos técnicos que estarían al frente de los dos equipos. Por lado sevillista el escocés Jock Wallace, novato en el banquillo sevillista pero conocedor de lo que un derbi significa por sus orígenes en Glasgow, y por el lado bético Luis Del Sol, con una amplia experiencia en el derbi sevillano.
Ese día la moneda cayó del lado verdiblanco, que se impuso 1-2, que se impuso con dos goles de Hipólito Rincón.
Un sevillano oriundo de Soria y un escocés nacido cerca de Glasgow van a ser esta noche los grandes estrategas de la primera batalla del futbol local. Un duelo atípico, desconocido desde aquellos tiempos en que míster O´Connell entrenaba al Betis o Vic Buckingham dirigía al Sevilla.
En una esquina, con sus gafas de aumento, sus manos de portero, y su frialdad británica, estará Jock Wallace. En la otra, con su leyenda a cuestas, con su sencillez pragmática, y con su lenguaje directo, estará Luis Del Sol.
Ambos, en mayor o menor medida, saben lo que está en juego, y la importancia que sus respectivas aficiones le darán al partido de esta noche. Wallace viene de una tierra en la que conoció bien la salsa de los derbies, y Luis Del Sol todavía guarda como un preciado botín entre sus recuerdos aquella tarde en que se estrenó el nuevo Nervión.
Así pues, a ninguno de los dos les habrá sorprendido el ambiente electrizante de la semana. El técnico sevillista militó siempre en el Glasgow Rangers. Fue su equipo de siempre. El equipo de los protestantes escoceses que también tiene su eterno rival verdiblanco. Allí se llama Celtic de Glasgow.
No hace mucho decía Desmond Morris que el enfrentamiento local más enconado de la vieja Europa era el que disputaban los rivales de Glasgow, aunque también parece contrastado que el más colorista y el más duradero en el tiempo era el que tiene como protagonista a sevillistas y béticos. Y ese derbi, ese choque entre los primeros equipos del sur, es el que conoce a la perfección el entrenador del Betis. Luis Del Sol, a pesar de su prolongada estancia en Italia, es un producto genuinamente sevillano y bético. Se hizo futbolista con las 13 rayas verdiblancas y después, desde el mismo momento en que dejó su cátedra en los campos de juego, orientó su carrera y su vida hacia el primer banquillo de Heliópolis.
Uno y otro, Wallace y Del Sol, están ya en la hora cero. Ante un partido de dos puntos que, sin embargo, vale mucho más que una estadística clasificatoria. El entrenador sevillista decía el pasado lunes que ya estaba deseando que llegara el partido. Y ha terminado por llegar. Ahora, como bien conoce Luis Del Sol y los que han vivido el partido de la máxima en nuestra ciudad, empieza a imponerse un sentimiento contradictorio. El deseo y el temor ya son casi una misma cosa. A todos les gustaría jugarlo, y ganarlo. Pero el riesgo de perder comienza a ser una pesadilla.