El nombre del día Eduardo Anzarda. 1976
Del 14 de noviembre de 1976 es la columna periodística que hoy traemos y se publicó en el diario deportivo Marca, en un apartado que ya hemos visto en otras ocasiones llamado El nombre del día, y en el que se comentaba la actualidad deportiva desde el punto de vista del protagonista del momento.
Y este domingo 14 de noviembre, el día en el que el Betis recibía en el Villamarín al Atlético de Madrid, en ese momento líder de la Liga que luego ganaría, el elegido fue el extremo verdiblanco Eduardo Anzarda que estaba en plena racha goleadora, ya que era el autor de 5 de los 11 goles que el Betis llevaba en Liga y de 4 de los que había hecho en Copa.
Vamos a prescindir de la Copa, aunque el Baracaldo se prestó para que los delanteros del Betis afinasen la puntería, en detrimento del Español, primero, y del Sestao, después. Vamos a prescindir de la Copa, pero no hay que echar en saco roto al Español, a quien los verderones del Villamarín estropearon la cuenta de dividir, multiplicando el trabajo del hombre del marcador, quien tuvo—con buen contento, caramba—que poner hasta cinco números en favor de su Betis, manque pierda, pero al que en la Puerta de la Carne da gloria verle ganar.
Pero no podemos prescindir de Eduardo Anzarda, el ex madridista–¿no le echan de menos en Chamartín?—y ahora en Sevilla es una especie de Guillermo Tell en cuestiones de puntería. Cinco goles, que le colocan en el cuarto escalón de la tabla de realizadores, después de virtuosos del beso a la red, como Diarte, Kempes, Arrúa y Morete, es como para que no se deje a un lado a este inquieto extremo, que aparece en el centro de la puerta, justo en el momento en que llega allí el balón pidiendo una zapatilla que lo empuje dentro.
Nos suponemos que Luis estará preocupado con este jugador, llegado del otro lado del charco, y ya con pasaporte español. Nos suponemos que andará dándole vueltas a si es más conveniente echarle la vigilancia impulsiva y con categoría internacional de Capón, o la tenacidad infatigable del pequeño tábano llamado Marcelino. Cualquiera puede ser bueno si, como parece, el Betis cede detrás, por la cobertura, porque el Atlético tiene la baza de responder con su contragolpe a la pícara intuición de Anzarda, que huele el gol como los podencos la pieza lejana.
En fin, que Anzarda puede ser hoy figura del partido, siendo ya el nombre del día de ayer el que preocupaba a los rojiblancos.