Entrevista Alberto Tenorio 1977
El 3 de julio de 1977, sólo una semana después de la final de Copa en el Calderón contra el Athletic, en las páginas de El Correo de Andalucía se publicaba esta entrevista a cargo del periodista Manolo Rodríguez.
El protagonista era Alberto Tenorio, el utillero del conjunto verdiblanco, un hombre siempre en la sombra, que no aparecía en los primeros planos de la actualidad bética, pero que era testigo principalísimo de todo cuanto acontecía en torno al grupo de jugadores y a su quehacer cotidiano.
En la entrevista nos da una serie de datos curiosos como lo que costaban en esos años las prendas deportivas que usaban los jugadores, o el hecho de que el Betis viajó a la final de Copa con su equipación titular además de con la segunda, la camiseta verde lisa, en unos años en que se decidía prácticamente en el mismo día del partido si había o no que cambiar de indumentaria.
Cada mañana, como cada día, antes de que el césped del Villamarín comience a ser pisoteado y el balón ruede de un lugar a otro, alguien se ocupa de que todo esté en su sitio, en su lugar. Se colocan las botas, se ponen a punto las equipaciones y cuando el estadio inicia su salida del bostezo, se vuelve a cumplir el rito de cada veinticuatro horas. El pequeño insignificante milagro de ser imprescindible en la retaguardia. Después, la voz de mando del entrenador iniciará las explicaciones de siempre y un hombre, modesto, sencillo, se deslizará por los claroscuros del vestuario atendiendo a las necesidades de cada cual. Un hombre de chándal verde que es amigo de sus amigos. Se llama Alberto Tenorio.
- Mira, estos son los guantes que Esnaola usó el pasado sábado en la final de Copa. Son los guantes del éxito
Alberto Tenorio dice esto mientras que me muestra unos enormes guantes amarillos. Reliquia ya de unas horas con clamores de euforia.
- Los voy a guardar bien, porque como alguien los encuentre, por aquí no los vemos más
Esto forma parte de su mundo, en su entorno diario, de las mil y una cosas que constantemente hacen precisar sus servicios. Alberto Tenorio pertenece a la pléyade de cortesanos que rodean a la aureola del balón y sus caprichos. Un servidor humilde, pero terriblemente positivo, sin el cual no sería posible seguir adelante con el tinglado, con la farsa, con el delirio…como prefieran.
- Alberto, ¿cuántos años al servicio del Betis?
- Desde siempre, pero oficialmente alrededor de unos 25 años
- De los entrenadores con los que has convivido, ¿cuál te pareció más humano, más competente, más espectacular?
- Mira, los entrenadores son todos iguales. Son buenos o malos según los resultados. Pero todos ellos son seres humanos con los mismos pensamientos y las mismas ganas de trabajar.
- ¿Cómo es Iriondo en las vísperas de los días claves?
- Iriondo tiene una constante: siempre quiere ganar
- A pesar de todo, ¿no crees que es poco comunicativo?
- No creo. Más bien me parece que esto forma parte de su carácter
- ¿La victoria del sábado fue la mayor alegría de tu vida deportiva?
- La alegría es mucha, porque la victoria fue muy importante, pero, para mí, tan grande fue ganar la Copa como ganar el trofeo Sánchez Pizjuán con los juveniles, por poner un ejemplo. Claro está que, esta vez, al ser el triunfo del primer equipo la resonancia es mayor
- ¿Has visto alguna vez sufrir a los suplentes en el banquillo como las noches frente al Español o al Athletic de Bilbao?
- Los jugadores reservas siempre sufren en los banquillos. Lo que pasa es que cuando se gana el sufrimiento se une a la alegría
- Hablemos Alberto, si te parece, del aspecto técnico. De tu labor. De tu parcela de utilero. ¿Hay jugadores en el actual equipo que tengan alguna dificultad en los pies?
- Como en todos los equipos hay jugadores que necesitan unas plantillas en los pies. Pero perdóname que no te dé nombres
- ¿Cómo prefieren las botas los jugadores?
- Por regla general el jugador siempre prefiere la bota vieja
- ¿Tiene un número limitado de botas cada jugador?
- No, aquí no hay problemas. Cada vez que uno de estos futbolistas necesita un par de botas no tiene más que pedirlas
- ¿Y las camisetas?
- Bueno, a principio de temporada se compra un número determinado de camisetas que luego se adaptan para toda la temporada
- Demos un repaso económico. ¿Cuánto vale aproximadamente un par de botas?
- Unas tres mil pesetas
- ¿Una camiseta?
- Alrededor de novecientas
- ¿Una calzona?
- Cerca de quinientas pesetas
- ¿Unas medias?
- Algo así como trecientas cincuentas pesetas
- ¿Qué importe tienen los chandals de entrenamiento?
- Al menos deben costar dos mil pesetas
- ¿Cuántos balones usáis?
- Al principio de temporada se hace un encargo de un balón por jugador, y en cada partido se tienen previstos tres
- ¿Se conservan todas las camisetas de la final?
- No lo sé, aunque creo que no. El público intentó hacerse con algunas de ellas
- ¿Hubo ofertas por las elásticas de los vencedores?
- Ya lo creo que las hubo. Había quien daba cuatro y cinco mil pesetas por una camiseta
- ¿Llevabais otro juego de camisetas a la final, además de la verde y blanca?
- Sí. Viajamos con dos juegos de camisetas verdiblancas y dos verdes lisas. Por si era necesario cambiarnos de equipación.
Entre cerveza y cerveza Alberto Tenorio ha ido hablando. Sin altanerías. Con la bendita sencillez de todo el que sabe honradamente ser útil. Tras el apretón de mano vuelve a su cotidiano quehacer. A su método. Se va difuminando en la modestia de su importancia.
Los balones y las camisetas se cobran un compañero.