Entrevista Alfredo Megido 1977
Alfredo Megido llegó al Betis en septiembre de 1976 procedente del Granada, tras un amago de dejar el fútbol, y con problemas en su relación con el entrenador del conjunto granadino Héctor Núñez. Sólo una temporada había estado en el conjunto nazarí, al que llegó desde el Sporting de Gijón, equipo con el debutó en Primera División en 1971 y con el que se convirtió en una joven revelación y una de las promesas del fútbol español, llegando incluso a debutar con la selección.
Pero tras 4 temporadas en el Sporting abandonó el equipo asturiano al pretender una renovación al alza de su contrato.
En el Betis Alfredo Megido tuvo una primera temporada bastante buena, pero en la que se ya adivinaron ciertas tensiones con el técnico Rafael Iriondo que terminarían por estallar poco después.
Esta extensa entrevista se publicó en el semanario deportivo Don Balón en marzo de 1977, y en ella Alfredo Megido repasa su carrera futbolística y toca otros muchos temas relacionados con el mundo del fútbol y con la vida en general.
Debutante en Primera División a los diecinueve años, Megido irrumpió en el panorama futbolístico español con una tremenda fuerza. Por cualidades, por estilo y por personalidad, Megido parecía encaminado a convertirse en una estrella deslumbrante, en una figura total, en un ídolo nacional. Pero ahora, seis años después, aun sin haber fracasado, Megido no ha conseguido refrendar convincentemente aquellos iniciales atisbos de “supercrack”. Lo ha hecho solamente de forma ocasional, sin esa continuidad que hubiera hecho de él un as indiscutible. No obstante, Megido no ha arrojado aún la toalla; confía en que más tarde o más temprano recibirá el espaldarazo definitivo, aunque es consciente de que para ello tendrá que seguir luchando contra lo que tienen que luchar los futbolistas geniales; la incomprensión y las miradas con lupa hacia todas las facetas de su vida.
Megido es un futbolista con talento, dotado de una gran técnica y con una extraordinaria capacidad de improvisación. Virtuoso del “dribling”, sobre todo el quiebro, es un jugador espectacular aunque no regular. Estas características hacen de él un delantero muy discutido por el gran público.
- ¿Cómo y cuándo empezó a jugar en serio?
- En el colegio, con los salesianos de Avilés. En edad juvenil me fichó el Ensidesa y de allí pasé al Sporting
- ¿Recuerda su debut oficial con el Sporting?
- Sí. Fue en la primera jornada de Liga de la temporada 1971-72 en Sabadell. Faltando veinte minutos para el final del partido, Carriega me hizo salir, sustituyendo a un compañero. Ganamos 0-2
- ¿Quién le dio el mejor consejo?
- Mendi, un entrenador que tuve de infantil. Me dijo que llegaría lejos, pero que no me durmiera, que lo difícil no es llegar sino mantenerse. Y esto es rigurosamente cierto; lo estoy comprobando.
- ¿De quién ha aprendido más?
- No he tenido un ejemplo claro. He aprendido viendo mucho fútbol y practicándolo
- ¿Cuál es su jugador ideal?
- Lo tiene todo
- ¿Qué tipo de remate o disparo le gusta más?
- Me gusta chutar a puerta en sí. Lo que más practico es el disparo fuerte y raso.
- ¿No cree que es excesivamente individualista?
- Ese es mi juego. Entiendo por individualista el que es egoísta y yo no soy egoísta. Mis cualidades son las de posesión del balón, pero no me entretengo con él; busco siempre el camino más recto. ¿Qué me sobra un regate?…¿Y a quién no le sobra?… A veces también me falta
- ¿Cuál es la verdadera razón de que se fuera del Sporting?
- Se llegó a decir que el Sporting quería desprenderse de mí a toda costa, pero eso no es cierto porque entonces ¿por qué espero a septiembre para traspasarme si lo podía haber hecho antes? La única razón es que no hubo acuerdo económico. En el equipo había jugadores como Quini y Churruca que ganaban mucho más que yo, y yo pedí que me pagaran igual que a ellos. No quisieron y yo pedí el traspaso. Además, ya habían fichado al argentino Ferrero como extremo izquierdo para poner a Churruca de 7. Entonces… ¿qué? Yo no vi claro aquello y por eso me fui. Por eso y por el dinero, claro
- Casi todo el mundo pensaba que al dejar usted el Sporting sería para fichar por el Barcelona o por el Madrid, y sin embargo no fue así. ¿Se siente usted frustrado por no estar ahora en un club grande?
- No, en absoluto. Sigo con las mismas ilusiones de siempre. Pienso que estoy en una edad lo suficientemente joven como para poder fichar algún día por un equipo grande
- Llegado ese día y en igualdad de condiciones, ¿a cuál elegiría usted?
- No lo sé. Depende. En cualquiera de ellos debe dar gusto jugar. No sé… Tendría que fijarme en cuál de ellos estuviera más flojo de atacantes de calidad, en sus interioridades, en su ambiente…
- ¿Le agrada que le llamen el George Best español?
- Ni me agrada ni me molesta. No hago caso. Sé cómo es Best dentro y fuera del campo
- Pero usted, ¿se parece en algo a él?
- Hombre, pchssss… No me gusta que me comparen con nadie
- ¿Se considera un jugador bien pagado?
- No me quejo. Además, tampoco el Betis puede hacer milagros económicos
- ¿Por qué no triunfó en el Granada?
- Cogí un año muy malo. En la segunda vuelta todos sufrimos mucho. El equipo pagó caro el pecado de exceso de confianza. No podíamos hacer lo que queríamos
- Para usted, ¿fue bueno o malo Miguel Muñoz?
- Ni bueno ni malo
- ¿Qué es lo que menos le gusta del fútbol?
- La violencia. Pero no de los graderíos, sino la de los terrenos de juego. La Federación dijo que tal… pero todo sigue igual o peor. Hay muchos defensas que van a cazarte y así no se puede jugar al fútbol. Y lo más triste es que siempre van a por los jugadores de más calidad. Mire a Cruyff, por ejemplo. Si no saltara lo que salta estaría inútil de las dos piernas. Es increíble
- Defina al arbitraje
- Es una labor muy jodida. Pero los árbitros son humanos y aunque digan lo contrario, tienen sus simpatías por determinados equipos. Y lo malo es que a veces lo demuestran
- ¿Es usted tenaz o inconstante?
- Quizá un poco inconstante
- ¿Cuál es su jugada preferida?
- ¡La que acaba en gol¡
- ¿Qué es el fútbol para usted?
- Un hobby convertido en profesión
- ¿A qué futbolista envidia usted?
- A todos los que han conseguido triunfar en un equipo grande
- ¿Se desmoraliza fácilmente?
- No
- ¿Cree que Kubala debería llamarle con más frecuencia?
- Me llamó una vez y me puso frente a Escocia. Marqué un gol. Desde entonces no me ha vuelto a llamar y él sabrá los motivos. No me preocupa demasiado
- ¿No será que su rendimiento ha descendido mucho?
- Es posible
- En el fútbol incluso las grandes figuras, como Cruyff, juegan para el equipo, con sentido colectivo ¿No cree que usted, por su estilo, no podrá nunca encajar en este sistema?
- El fútbol, tal como está ahora, es un problema. Ni ganando por 4-0 se contenta la gente. Los jugadores estamos en manos de la afición. Un día te aclaman y al otro te putean. Pero yo creo que mi estilo no desentona del sistema actual. Al contrario, creo que soy un jugador que da espectáculo al aficionado y a la vez practicidad al equipo
- Opine sobre las concentraciones
- Yo creo que son necesarias. Largas o cortas, no sé. Según la trascendencia del partido. Es lógico que pueden llegar a aburrirte e incluso a amargarte, pero soy consciente de que son necesarias
- ¿Habla de fútbol con su mujer?
- Casi nunca
- ¿Es partidario del fútbol femenino?
- No, en absoluto. La fisonomía de la mujer no se adapta a este deporte
- ¿Cuántas veces ha insultado a un árbitro?
- Nunca me he atrevido a hacerlo
- Sin embargo, en septiembre pasado, en el Barcelona Atlético-Granada usted fue expulsado. ¿Por qué?
- Resulta que el árbitro me pitó una falta y yo le dije que la falta me la habían hecho a mí. Entonces el tío me saca la tarjeta blanca y yo, cabreado, le aplaudí con ironía y le dije “¡vale, vale¡”. Y me sacó la roja
- Eso le ocasionó una multa de su club, ¿no?
- Quien me multó fue el entrenador Héctor Núñez. Veinticinco mil pesetas…
- ¿Qué jugador le ha marcado con más dureza?
- Todas las defensas son duras, qué quiere que le diga. Además, ¿para qué se lo voy a decir? No quiero dejar a nadie en mal lugar
- ¿Cuál con más limpieza?
- Eso sí que lo digo: Falito, lateral izquierdo del Granada
- ¿Qué defensa ha sido la más difícil?
- La del Sevilla
- ¿Hay algún portero que le tenga la moral ganada a usted?
- Cuando yo empezaba a jugar en Primera le tenía miedo a Iríbar. Incluso ni me atrevía a chutarle, hasta que un día en San Mamés el Sporting ganó al Athletic por 4-1 y yo le metí dos goles
- ¿En qué campo le gusta jugar más?
- En San Mamés y en el Nou Camp
- ¿Una hinchada?
- Todas se portan bien
- ¿Qué número de dorsal prefiere?
- Cualquiera del 1 al 11. Del 11 en adelante, ninguno
- ¿Siente simpatía por algún equipo en especial?
- Por el Ensidesa
- ¿Es indisciplinado?
- Jamás he desobedecido las órdenes del entrenador. Si no sigo a un contrario es porque físicamente no puedo.
- ¿Conoce el Reglamento?
- No demasiado bien. Sé que hay nueve jugadas dentro del área que son penalti, pero yo sólo conozco dos: el derribo y la mano
- ¿Qué cualidad futbolística admira más?
- La regularidad
- ¿la tiene usted?
- No, no la tengo
- Pros y contras de las vallas
- Son necesarias, está visto. Y fuera almohadillas
- ¿Por qué ha tardado tanto tiempo en ganarse un puesto en el Betis?
- Nada más llegar al club tuve una gripe que me dejó fatal. Después tardé en coger el ritmo y el equipo estaba jugando bien. Y finalmente también sufrí una sinusitis. Espero que de ahora en adelante me vayan mejor las cosas
- ¿Qué cambiaría usted de la actual estructura futbolística?
- Es un tema que habría que estudiar a fondo y yo no lo he hecho. Quizá convendría considerar al futbolista como un trabajador normal. Somos figuras de barro que luego estamos totalmente desamparados
- ¿Innovaría alguna de las vigentes reglas de juego?
- Suprimiría algunos artículos del código arbitral. Esos que se refieren a la apreciación personal del árbitro en algunas faltas. Habría que matizarlo más, o es falta o no es falta. Ni apreciaciones ni leches
- ¿Qué pasa con la sindicación de los futbolistas?
- Se empezó a hablar, pero se ha dejado en punto muerto. Sería cuestión de volver a plantearse el tema, pero conozco yo a jugadores que no muestran ningún interés en ello. Creo que con voluntad por parte de todos podríamos conseguirlo.
Alfredo Megido tiene una expresión habitualmente seria. Mirada directa y voz grave. Medita cuanto va a decir y cuando habla lo hace concisamente, sin enrollarse. Fuma Winston. Lleva reloj de oro y usa traje con chaleco.
- ¿Se considera usted andaluz o asturiano?
- Toda mi familia es asturiana. Yo nací en Sevilla, por casualidad, Por razones de trabajo mi padre tuvo que ir a Sevilla y allí vine al mundo, pero a los diez meses ya me llevaron a Llaranes (Avilés), donde me crie y viví siempre. Me considero asturiano a todos los efectos.
- Tengo entendido que se casó usted muy joven. ¿Por qué?
- Porque me dio la gana. ¿Acaso hay alguna ley que impida a una persona casarse a los dieciocho años?
- ¿Cómo educa a sus hijos?
- Humanamente, no hay problema
- ¿Es fiel a su mujer, siempre?
- Desde que nos conocimos. Elena ha sido la única mujer en mi vida
- ¿Cómo es su carácter?
- Muy extremado; paso de estar muy a legre a muy serio. Pero no me resigno, intento siempre buscar el término medio
- ¿Lo consigue?
- No siempre
- Si no fuera español, ¿en qué país le hubiera gustado nacer?
- Estoy contento de ser español… no sé. Francia me cae muy bien
- ¿Bebe con frecuencia?
- Hay veces que estoy una semana tomando vino en las comidas y a la siguiente sólo agua o gaseosa
- Pero la pregunta intentaba referirse a otro tipo de bebidas…
- Sí, claro. Cuando salgo a tomar algo siempre pido un gin-tonic. El whisky no me gusta
- ¿Y sale mucho?
- Lo normal, creo yo
- Malas lenguas suelen decir que demasiado…
- ¿Ah, sí?… La gente no sabe lo que dice
- ¿Qué hace al margen del fútbol?
- Nada
- ¿Y el futuro?
- Pienso en él, pero ahora sólo me preocupa el presente, seguir luchando por el club que me paga y realizarme como futbolista
- ¿Cómo invierte su dinero?
- No lo digo porque si se entera Hacienda me abrasa
- ¿Qué virtud humana admira más?
- La sinceridad
- ¿La tiene usted?
- Lo procuro
- ¿Cree en el destino?
- ¿Cuál destino, el de las personas?… No, no, porque hay mucha gente que empezaron su vida sin nada y ahora son algo
- ¿Hace quinielas?
- Sí, junto con mis compañeros Lobato y García Soriano hacemos una múltiple cada semana. Pero no acertamos nunca
- ¿Tiene alguna superstición?
- Sí. A veces toco madera después de decir algo. Y cuando salgo al terreno de juego piso la raya de banda con el pie derecho
- De no ser futbolista, ¿qué le hubiera gustado ser?
- No lo sé. Me gusta mucho la música. Incluso llegué a tocar en un conjunto, en Avilés. Nos llamábamos Deep Sound (sonidos profundos) y yo tocaba la guitarra baja
- ¿Qué música prefiere?
- La moderna. En casa pongo mucho a los Beatles, porque sus canciones me recuerdan la época en que era novio de Elena. Cuando estoy preocupado por algo escucho a Pink Floyd
- ¿Qué lee ahora?
- Una novela que se llama “Médico en la noche”
- ¿Debe el futbolista restringir el acto sexual?
- Eso depende de cada uno. Creo que, fundamentalmente, es un problema psicológico
- ¿Le interesa la política?
- Sí
- Defínase políticamente
- Soy conservador. Sí, ya sé que mi aspecto exterior no parece indicarlo así, pero yo, en política, soy de los que piensan que más vale lo malo conocido que bueno por conocer. Además, soy padre de familia