Entrevista Ángel Suárez 1965.
De finales de mayo de 1965 es esta entrevista publicada en el diario deportivo Marca, a cargo de su corresponsal en Sevilla Juan Manuel Borbujo, y cuyo protagonista es el futbolista bético Ángel Suárez, quien había llegado al Betis en 1963 desde el Cádiz.
En la entrevista el futbolista desvela algunos hechos de sus 2 años ya de estancia en el Betis, como el cambio de posición que tuvo con el técnico Fernando Daucik, dado que anteriormente a su llegada al Betis jugaba de delantero, pero el técnico bético lo utilizó como marcador de jugadores importantes del rival.
También destacó en esa temporada por haber lucido en varios partidos una barba rojiza, en tiempos en que no era nada común que los futbolistas llevaran barba. El motivo, una fractura del maxilar inferior en un amistoso jugado en Canarias, y que lo tuvo un mes alejado de los terrenos de juego, y que cuando volvió lo hizo luciendo esa barba.
Suárez, el pelirrojo jugador del Betis, ha vuelto a ser el comodín del equipo en la temporada que acaba de finalizar para el club blanquiverde. Otra vez Suárez cumplió como los buenos, y últimamente ya había conseguido la “titularidad permanente”.
Al término de la campaña, el nombre de Suárez vuelve al primer plano de la actualidad: el Valencia se interesa por él. También se han recibido noticias en tal sentido sobre Molina por parte del Español, y sobre Ansola por la Sampdoria italiana.
Pero son cuestiones que, por el momento, no se pueden concretar, dada la crisis por la que atraviesa la junta rectora bética. Sin embargo, Suárez sigue siendo novedad, al ser considerado por los aficionados sevillanos como “el jugador de actuación más regular en la temporada”. Suárez, desde que fue reincorporado al once titular, ha mantenido una tónica de superación que alcanzó el cénit en aquel famoso marcaje a Waldo en Mestalla. Desde entonces, Suárez se ha especializado en el “arte de secar”. Sin embargo, los mejores éxitos personales del futbolista catalán-andaluz han sido como elemento ofensivo.
Así nos lo aseguró el muchacho:
– Aunque reconozco que esta temporada he cuajado buenas actuaciones, principalmente frente al Oviedo, en la capital asturiana; anteriormente en Cádiz, con ocasión del Trofeo Carranza, y aquélla de Valencia, reciente aún, la realidad es que mis éxitos más espectaculares los he obtenido en Cartagena, en aquel titular, jugando como delantero centro. Las dos temporadas que permanecí en dicho equipo alcancé el título de máximo goleador
– ¿Y cuándo le descubrieron como hombre de cobertura?
– Cuando vine al Betis, Fue obra de don Fernando Daucik
– ¿Cuál es el puesto que más le acomoda?
– Cualquiera, el caso es jugar…
– ¿Le gustaría volver a ocupar el eje de la delantera?
– Si lo creen conveniente…
– ¿Y cree que continuaría marcando goles?
– ¿Por qué no? Le advierto que para marcar goles no hace falta estar en la delantera. Tan sólo hace falta ser hombre de acción
– ¿Usted lo es?
– Así me considero
– ¿Cuántos goles ha marcado esta temporada?
– Ninguno. No hubo ocasión. En Valencia estuve a punto de lograrlo, pero el poste se encargó de neutralizarlo. Era circunstancia propicia que pudo, por entonces, significar mucho en favor de nuestro equipo. Aquel gol quizá hubiese resuelto mucho antes los problemas que nos aquejaban
– Problemas, ¿de qué tipo?
– De mala clasificación
– A usted le sucede lo que a los toreros valientes. Que suele visitar mucho el “hule”. ¿Acaso porque arriesga más que otros?
– Todos arriesgamos. Lo que sucede es que “lo que está para mí no se lo lleva nadie”. Ya ve, de no haber sucedido aquella grave lesión en Tenerife, cuando me fracturé el maxilar inferior, quizá hubiera completado una de las mejores campañas. Pero cuando estaba en racha, en el partido amistoso con el Real Unión tinerfeño, y en choque fortuito, me rompieron la cara. Tuve que ser intervenido quirúrgicamente, y gracias a mi fuerte contextura reaparecí antes de lo que pronosticaban los doctores
– ¡Y lo hizo con barba rojiza¡
– Fue un aditamento capilar obligado, ya que debido a la enorme cicatriz no podía afeitarme la barba y me servía, en cierto modo, de protección
– ¿No le desmoralizaba ser blanco de la curiosidad popular al comparecer en las canchas luciendo su frondosa barba?
– La barba me dio bastante popularidad; pero, ya curado, he vuelto a la fisonomía normal y me va estupendamente
Finalizada la temporada oficial bética, aprovechamos el diálogo con Suárez para conocer su criterio sobre las posibilidades del equipo blanquiverde de cara al futuro.
– El Betis ha contado siempre con una plantilla práctica. Existe en sus filas una pléyade de gente joven que en cuanto se adapte a la Primera División puede hacer mucho ruido. Lo que nos ha sucedido esta temporada se debe primordialmente a la desmoralización que cundió tras los reveses sufridos al cambio de entrenadores. Pero el Betis tiene armazón y equipo futuro. Quizá necesite unos leves retoques, pero la realidad es que hay buen material para mirar al futuro con esperanza
– ¿Incluyéndose?
– ¡Naturalmente¡
– ¿Como hombre de ataque o de cobertura?
– ¡Donde sea¡
– Al ser considerado como un maestro en al arte de secar jugadores adversarios, ¿opina que exista un antídoto especial para neutralizar el marcaje?
– Lógicamente usar las mismas armas que emplea el “secante”, especialmente la decisión, el fondo y la velocidad. Todo es cuestión de resistencia
Suárez es hombre que habla por experiencia.