Entrevista Antolín Ortega 1980
Antolín Ortega fue uno de los futbolistas de referencia en el Betis de la década de los años 80 del pasado siglo. Su compromiso y su entrega le hicieron un futbolista imprescindible en el medio campo bético, además de tener el reconocimiento unánime de la afición verdiblanca.
Fue en el Betis donde Antolín Ortega se estabilizó profesionalmente y alcanzó sus mejores años en el mundo del fútbol. Antes, formado en la cantera madridista, fue un nómada del fútbol, con cesiones al Osasuna, Castellón y Cádiz, de donde vino al Betis en el verano de 1978, y donde pasaría 9 temporadas.
En esta entrevista publicada en As Color en octubre de 1980 Antolín Ortega repasa su trayectoria futbolística anterior y analiza las claves de la actualidad del momento.
El fútbol le convirtió en una especie de nómada. Apenas dejó de ser juvenil, varios destinos iban a ir enlazando su carrera deportiva. Los comienzos fueron en una barriada madrileña, donde los chiquillos soñaban más con ser figuras que en preocuparse de corregir defectos.
– Empecé en el Barrio Lucero. ¡Parece que fue ayer¡
Después, la larga cadena. Más tarde, un sendero a recorrer. Un camino en el que no le iban a faltar dificultades. Su entrega, su pundonor y su sacrificio pudieron más que los obstáculos. Su presente así lo demuestra. Es un hombre de los considerados fijos en la formación verdiblanca.
Antolín Ortega, firme peón del Betis.
Atrás quedaron alegrías y sinsabores. Ya es para él una pequeña historia esas páginas que escribió con esta o aquella zamarra. Siempre a base de esfuerzo. Siempre con el estandarte de la profesionalidad. Recuerda aquellos pasajes de su vida futbolística.
– Del Barrio Lucero pasé al Madrid. En el club de Chamartín jugué en los equipos juvenil y amateur. Después pasé al Osasuna. Regreso a Madrid para jugar en el Castilla. A continuación, pasé al Castellón. Temporada después, al Cádiz, y, por último, mi fichaje por el Betis.
Como queda dicho, Antolín Ortega se convirtió en una especie de nómada.
Logró un objetivo que se había marcado, asentar su juego y su personalidad en la División de Honor. Primero, con el Cádiz. Ahora con otro equipo de la región andaluza: el Betis. Y en esa larga andadura, Ortega conoció más los elogios que las censuras. Se le llegó a calificar de un práctico centrocampista. De un hombre sin florituras para la galería, pero decisivo para los colores que defiende.
– Trabajo me costó llegar hasta Primera División. He sido un jugador que casi pasé inadvertido. Pero no me importa. Tengo la satisfacción y el orgullo personal de saber que lo que he conseguido ha sido a pulso. Vengo trabajando como las hormigas. Sin descansar. Sin desanimarme, aunque a lo largo de mi carrera futbolística no me han faltado zancadillas.
Habla Antolín Ortega con soltura. Es afable en el diálogo. Un hombre, un medio de ataque, que se ha ganado no solo la confianza de un técnico de postín como Carriega, sino también de esa fina afición bética.
– En todos los sentidos, estoy muy contento de haber firmado por este club
Y ahí está el Betis. Dando sorpresas o recibiéndolas. Pero siempre con ese empaque que le caracteriza. Jugando a ritmo de esas palmas de los seguidores verdiblancos o, en ocasiones, poniendo arte a ese fútbol que llevan los hombres de Carriega. Y el grito mítico que no cesa, que no se apaga: “¡Viva er Beti manque pierda!”.
– Ortega, ¿dónde está la clave del Betis actual?
– No hay claves ni secretos. Se ha logrado conjuntar un bloque. Se ha conseguido formar unas líneas compactas. A mi juicio, es todo el equipo el que funciona. Desde el guardameta hasta el extremo izquierdo.
– En un cuadro donde Ortega parece imprescindible, ¿no es así?
– En la vida nadie es imprescindible. Lógicamente, es una gran satisfacción el verte entre los elegidos. Unas veces me saldrán las cosas mejor que otras. Pero lo que nadie me puede discutir es mi afán de superación y mi constante lucha sobre el terreno de juego
El técnico y sus consignas. La teórica convertida en práctica. Antolín Ortega, con unas frases cortas, define a Luis Cid Carriega, su actual entrenador.
– Es un gran trabajador. Es un espejo donde se pueden mirar los jugadores.
Veintisiete años. Nunca Ortega saboreó las mieles de verse en la selección española. Hace tiempo que sacó sus conclusiones. Y las expone en la conversación.
– Yo respeto la opinión de los seleccionadores. Ellos, como todos los técnicos, buscan lo mejor para su equipo. En este caso, para el once nacional. Quizá es que los que ahora van sean mejores que yo. Sin embargo, también puedo decirle, sin ánimo de resentimiento ni de rencor, que hubo ocasiones en que fueron convocados jugadores a los que nada tengo que envidiar. Mi trabajo está ahí y el que quiera que lo analice.
La Liga y sus vericuetos. La Copa y sus escollos en un par de encuentros. Ya está marcada la pauta de la temporada. Y, en ella, un Betis con ansias y renovadas aspiraciones de verse de nuevo en el concierto continental
– ¿Cuál es la meta, Ortega?
– Una de las principales quedar, como mínimo, entre los cinco primeros. Es decir, conquistar una plaza para la Copa de la Uefa
¿Será de nuevo el Eurobetis?
– ¡Ojalá¡ Y por ganas e intenciones no va a quedar. Todos somos responsables de que ésa es una de las metas
En el plano de la actualidad deportiva, entre otras cosas, está el divorcio entre la AFE y la Federación y los clubs. Antolín Ortega me confiesa: “Yo pertenezco a la AFE”. Un afiliado que sobre ese futuro incierto, sobre ese horizonte sin despejar, también sacó sus propias conclusiones:
– Lo ideal sería la vía del diálogo. Que hubiera acuerdo por ambas partes. En una palabra, que no haya tantos líos. Hay que tener en cuenta que está cercano el Mundial de fútbol a celebrar en España. Todos, absolutamente todos, en mi opinión, deberíamos estar unidos para que este Campeonato del Mundo sea un éxito. Y cuando digo todos, me refiero a la Federación, a la AFE, a los clubs, a la prensa… Tenemos que ser conscientes de que es una importante cita para el balompié hispano
– ¿Ortega es partidario de una nueva huelga?
– ¡Qué quiere que le diga¡
– Lo que piensa…
– A mi juicio, habría que solucionar antes las cosas sin llegar a estas drásticas medidas. Hay que pensar también en los aficionados. Hay que tener en cuenta que esto, a muchos, nos da de comer.
Sencillo, ameno, campechano, Antolín Ortega, un jugador que ve así el futuro del Betis.
– Podemos dar mucha guerra esta temporada
– ¿Quién o quiénes son los favoritos para el título de Liga?
– Aún es pronto para decirlo. Ya no es como otras temporadas, en las que había uno o dos. Ahora, hasta mediada la segunda vuelta, salvo excepciones, no se sabe casi quién será el campeón
Su espontaneidad es evidente. Dicharachero, aunque siempre procurando no herir a nadie a la hora de esbozar sus palabras.
– ¿Le gustaría cerrar su vida deportiva en el Betis?
– No solo me gustaría, sino que es algo que quisiera ver hecho realidad
Y allí, en tierras sevillanas, vive Antolín Ortega García. Un hombre feliz y fuera dentro del fútbol. Dentro, defendiendo con honradez la camiseta verdiblanca. Fuera, en ese hogar que formó con su joven y bella esposa María del Carmen, y en unión de los dos retoños que tienen: Estefanía y Antolín. Un centrocampista con fuelle y fortaleza.
Ortega, un medio que deja huella.
Fuente: Luis Miguel González en AS Color 28 de octubre de 1980