Entrevista Antonio Biosca 2001
Entre los futbolistas más destacados y representativos de la historia del Real Betis Balompié siempre hay que reservarle un hueco a Antonio Biosca, el defensa almeriense que llegó al Betis en 1971 y que durante 12 temporadas defendió, y nunca mejor dicho, la elástica verdiblanca.
De junio de 2001, 18 años después de su retirada, es esta entrevista que le hizo el periodista Manuel Fernández de Córdoba para ABC, y en la que Biosca repasa su trayectoria futbolística. Una historia de otro tiempo y de otro fútbol, pero muchas de las afirmaciones que entonces hizo Antonio Biosca siguen teniendo plena vigencia. Porque como afirma en el cierre de la entrevista Antonio Biosca «yo voy por derecho y digo siempre lo que tengo que decir»
Empezó a jugar en su tierra, Almería, pasó por el Calvo Sotelo de Puertollano, donde estuvo tres temporadas con Peñafuerte de entrenador y, desde allí, de la mano de éste y de José María De la Concha, llegó al Betis. Aquí jugó doce temporadas y, después, se fue a su casa dejando en los partidos de veteranos su única relación con el fútbol. Tiene cincuenta y dos años. No ha puesto un gramo desde sus tiempos en activo y va por la vida como por el fútbol iba: dando la cara, al pan, pan y al vino—aunque lo suyo es la tónica—vino, por derecho, de ley, aunque sea puro temperamento.
- ¿De qué jugabas en el Calvo Sotelo?
- De lateral izquierdo
- Pero en el Betis…
- Jugué de extremo, de interior izquierdo, de centrocampista, de lateral y también de central, que es donde me sentía más a gusto
- Y encima marcabas goles
- En Segunda, con Szusza, marqué once
Llega al Betis en la temporada 1971-72, baja y sube el equipo con Szusza y por allí empieza a gestarse el Betis de la primera Copa del Rey.
- El Betis, entonces, tenía un buen equipo, pero es que formábamos un grupo de amigos. Tanto que todavía seguimos siéndolo. Este equipo que ganó la Copa del Rey, el año anterior había llegado a semifinales.
- Un día me comentó el Canijo (Cardeñosa, claro) que aquel equipo pudo haber conseguido un título…
- Hombre, con refuerzos sí, pero el presidente Núñez, que ha sido el mejor presidente del Betis, y lo digo a boca llena, no quiso endeudar al Betis y estábamos justitos
- Llegas a la selección con Kubala. Creo que debiste ir antes lo que fuiste y muchas veces
- Pero no era lo mismo estar en el Barcelona o en el Real Madrid que en el Betis. Ahora es diferente. Antes, Madrid o Barcelona. Hombre, si hubiese estado en algunos de estos equipos, hubiera sido otra cosa. Y allí estaban Migueli y Benito, aunque yo no quiero compararme con ellos
- Tú no te comparas, pero yo sí: tú eras mejor que Benito y que Migueli. Por cierto, ¿cuántas ofertas te hicieron?
- A la vuelta del Mundial de 1978 me dijeron aquí que el Canijo se iba al Barcelona y yo al Madrid. Estábamos en Segunda. Pero, ¿qué pasa? ¿Qué en Segunda no se puede jugar? Hombre, lo que pasó en el Betis el año pasado, cuando descendió, que hubo quienes no quisieron jugar en Segunda… Nosotros estábamos muy a gusto aquí, tanto en Primera como en Segunda. Podríamos haber ganado más dinero por ahí, pero aquí estábamos muy bien y, además, nosotros descendimos al equipo y nosotros también lo subimos
- En el caso del Canijo y el tuyo erais, encima, mundialistas…
- Hombre, aquí nos subieron el contrato y estábamos contentos
- La Copa del Rey. Todo el mundo se acuerda de la final, pero para llegar a aquella final hizo falta ganar al Español. Y en aquella semifinal los goles fueron de Antonio Biosca.
- El año anterior, en la entonces Copa del Generalísimo, también marqué yo un gol contra el Zaragoza de Diarte. Y en ese año de la final marqué los dos goles: en el primero avancé desde el mediocampo. Tiré. Estaba Echeverría de portero. Se le escapó y entró. El segundo fue en un córner que sacó el Canijo. Yo se la pedí. Me la puso como la ponía el Canijo, me anticipé a la defensa y cabeceé
- Dos goles importantísimos…
- El equipo llegó a la final por esos goles, pero yo era un jugador de club y nunca quise presumir. Si hubiese sido otro futbolista a lo mejor estaba todavía en los periódicos. Aquello fue una cosa muy grande para mí y, eso si me alegra, que a pesar del tiempo que ha pasado me lo recuerda y, a veces, hasta me da corte, pero me pone también muy ancho. Incluso dicen que estoy igual que cuando jugaba
- Es que estás igual
- Pero ya tengo 52 años y me fui del Betis con 34
- Cuando te fuiste del Betis, ¿fichaste por otro equipo?
- Me pude ir al Tenerife o al Granada, pero decidí no jugar más. Gracias a Dios no me hacía falta seguir. Estaba, además, un poco quemadillo, no por el fútbol, sino por la gente que rodea al fútbol. Porque hay personas que no tienen sentimientos. Yo decía que lo más honrado que había en el fútbol era el escudo del Betis y…el balón. A mí en el Betis se me pagó, aunque yo lo que cobré lo gané en el campo, no fuera, y por lo menos me hubiera gustado que me hubieran dado las gracias. El único que me escuchó fue Juan Salas Tirado.
- ¿Vas al Betis?
- No, porque me pongo muy nervioso. Y cuando veo la impotencia que veo en algunos futbolistas me dan ganas de…
- ¿Te suben las pulsaciones?
- Pues me suben. Y mira que yo tengo en reposo entre cuarenta y cuarenta y dos. Pero veo los partidos y me pongo de una mala leche…
- ¿Dabas tanta leña como se decía?
- Yo iba al choque fuerte. Y entraba duro, pero no lesioné a nadie. Bueno, lesioné un día a Antonio Benítez, que le pegué un cabezazo en la barba y se la partí. Y me decía Antonio: “¿Y por qué no se lo diste a Marcial en vez de a mí? Cada vez que me afeito me veo la barba y me acuerdo de ti·. Yo no he sido un jugador duro, sino fuerte. Sin embargo sí he sido duro cuando le daban a mis compañeros. Al Canijo, por ejemplo, o a Gordillo. Entonces se me cruzaban los cables. En una gira que hizo el Betis jugamos en Chile y Pato Yáñez le hizo una entrada a Esnaola que por poco lo parte. Lo cogí en la banda y le di una que me echaron a la calle. Por poco lo mato. Muchas veces he defendido a los demás y me he perjudicado yo. Pero soy así.
Sale por medio, claro, la rivalidad. Y Biosca se acuerda de aquel cuatro-cero que le metieron al Sevilla en Heliópolis.
- ¡No me voy a acordar¡ Yo le marqué el segundo gol a Paco y le di un corte de mangas. No me arrepiento. Y al año siguiente le marqué un gol de cabeza a Buyo. Yo le tenía ganas al Sevilla, lo mismo, y es lógico, que los del Sevilla nos la tenían a nosotros. Había una rivalidad, unas ganas de ganar y unas ansias que ahora no se ven. Ahora parece que a los jugadores les da igual. Yo no sé qué pasa ahora
- ¿Qué delantero te dio más trabajo?
- Lobo Diarte. Estaban Quini, Santillana, Rubén Cano, pero como delantero centro, el Lobo. Un superdotado. Arrolló en el Zaragoza y el Valencia y en el Betis hizo buenísimos partidos
- ¿Y de rivales duros?
- Había un Fran en el Granada que me pegó un día un codazo y, en el segundo tiempo, le pegué una mascá—menos mal que no había cámaras—que me dejó una cicatriz en la mano
- ¿Sigues montando en bici?
- Ahora no. Hubo un tiempo en que sí y me iba y venía a Carmona o a Las Pajanosas. Después aprendí a jugar al tenis, pero no sabía darle de revés y me cambiaba de mano la raqueta. Corría mucho y le costaba a la gente ganarme
- Defínete como futbolista
- Jugador de club. Lo mío era trabajar y cumplir. Elástico y flexible. Mido 1,75 y he marcado a delanteros que me sacaban dos cuartas pero se las quitaba por alto. ¿Qué cómo es que me quedaba parado en el aire? Yo creo que se nace con eso.
- Aquella final de Copa…
- Aquel partido fue la leche
- Te decían en la plantilla el loco…
- De loco, nada; de sincero, todo. Yo voy por derecho y digo siempre lo que tengo que decir