Entrevista Fernando Fernández 2004
Fernando Fernández llegó al Betis en el verano de 2002 procedente del Real Madrid, quien lo había cedido en el Valladolid durante 2 temporadas y en las que hizo dos grandes campañas como centrocampista ofensivo y con poder goleador.
Este mismo rendimiento tuvo en su primera campaña verdiblanca, en la que marcó hasta 15 goles. Extrañamente en su segunda temporada dejó de ser un fijo para el entrenador Víctor Fernández, y su prestación deportiva se resintió.
Con la llegada de Lorenzo Serra al banquillo verdiblanco en el verano de 2004 Fernando volvió a tener la confianza necesaria y su papel en el equipo volvió a destacar. Esta entrevista publicada en ABC el 21 de octubre de 2004 a cargo de Eduardo Barba confirma esa impresión, y refleja cómo Fernando sería uno de los fijos en el equipo que esa temporada conquistaría el título de Copa.
Él y Oliveira están liderando el resurgir ofensivo bético. Tras una temporada para olvidar, Fernando vuelve a transmitir las sensaciones de hace dos campañas, aunque el malagueño, tan astuto como prudente, prefiere esquivar los espejos.
-Buen arranque de Liga el suyo, casi mejor que el del equipo, ¿no?
-No, no (sonríe), mejor que el equipo, no. No puedo negar que me siento muy contento en el plano personal, porque estoy en las alineaciones y aportando cosas, pero lo importante, aunque suene repetido, es el colectivo. Estoy bien en este inicio, pero siempre hay margen de mejoría.
-Este año ningún jugador quiere transmitir la más mínima sensación de conformismo. Oliveira juega bien, marca y dice que debe aportar más. Usted tres cuartos de lo mismo… ¿Qué pasa?
-Es que debe ser así, sobre todo ahora que no nos han estado acompañando los resultados pese al buen juego y estamos en una zona incómoda de la tabla. Por bien que lo hayamos hecho, a todos nos gustaría estar mucho más arriba.
-Muchos dirán que lo suyo se veía venir por su buen balance veraniego, ¿no?
-La verdad es que empecé bien la pretemporada, y luego, pues se juega como se entrena. Como desde primera hora me encontré muy cómodo en los entrenamientos… Y sigo haciéndolo, por eso creo que me están saliendo las cosas. El verano, desde luego, ayuda mucho a coger la forma y la confianza.
-El camino resulta similar al de hace dos años, cuando logró quince goles en su debut como bético.
-Sí, sí, en esa línea intento trabajar siempre. Todo es mejorable, como he dicho, pero si me respetan las lesiones espero mantener el nivel y jugar todos los partidos para poder igualar aquellas temporadas tan buenas. Todo para el servicio del equipo, claro.
-Lo que sí parece claro es que cuando tiene el respaldo de la continuidad, las respuestas concretas sobre el campo son mejores.
-Por supuesto, pero le pasa a cualquier jugador. Cuando uno goza de continuidad es más fácil que rinda bien, no es lo mismo que si sales un día a jugar un rato o juegas un partido de cada tres o cuatro; en ese caso hay más posibilidades de que lo hagas mal. En eso yo no soy nada especial.
-Dicen que es usted uno de los favoritos de Serra…
-Ni idea. Es evidente que cuento porque estoy participando en todos los partidos, pero yo me limito a justificarlo con el trabajo diario y con el hecho de que en los partidos estoy teniendo suerte.
-Esa continuidad que sí tuvo en su primera campaña aquí desapareció el año pasado. ¿No le extrañó eso después de haber sido el máximo goleador del equipo la temporada anterior?
-Son las cosas que tiene el fútbol, en el que no hay memoria. Acabamos de vivirlo con el Madrid, al que el año pasado le echaban todas las flores del mundo y al que ahora su propia afición pita. A los jugadores este año les han chillado y les han dicho de todo. Es verdad que el año pasado yo esperaba contar desde primera hora con más confianza del entrenador, pero en este mundo cada temporada es distinta a la anterior. Digamos que son cuestiones tácticas del técnico; pregúntenle… O igual es que tampoco estuve al nivel de otros años, puede ser. Eso sí, no me lo esperaba de ninguna de las maneras, yo había sido un jugador importante la temporada anterior. Fue el lunar de mi carrera, pero de todo se aprende. Y de todos.
-¿Qué piensa cuando escucha eso de que Fernando no es nada si no hace goles?
-Nunca he compartido esa opinión. Aporto muchas cosas en el campo aparte de los goles. Lo que pasa es que, como estuve dos años metiendo quince goles, pues la gente te encasilla, te cataloga como goleador. Pero ni lo soy ni tan siquiera soy delantero, aunque los jugadores ofensivos somos todos responsables de esa faceta; no van a tener que marcar los defensas o los laterales… Pero no estoy de acuerdo con esas críticas. Yo soy centrocampista desde que era niño, es la zona donde más cómodo me encuentro. Luego, evidentemente, me adapto a las necesidades del equipo.
-La creciente competencia en su demarcación debe darle a usted más mérito, ¿no?
-No, que va. Hoy en día hay competencia en todos los clubes, no sólo aquí, y sobre todo en ataque. Ahora se ha traído a Edu, antes a Tote… Casi todos los fichajes son de gente de arriba, y es lógico, porque en fútbol lo más complicado es generar ocasiones de gol.
-Con Oliveira parece haber creado lo que se ha venido en llamar «sociedad», y está dando resultados. Los dos goles del brasileño son pases suyos.
-Me entiendo bien con él, pero también con todos los que han jugado en estos tres años. Por mucho que digan, creo que el Betis siempre ha tenido buenos delanteros. Lo que pasa es que no hay que culpar sólo a los delanteros cuando un equipo no hace goles, como tampoco hay que culpar sólo a la defensa cuando se reciben.
-¿Cómo ve al equipo en estos momentos?
-Seguimos creciendo. Después de un mal inicio hemos mejorado, tanto atrás como en ataque. Ahora bien, a todos los equipos les cuesta encontrar el equilibrio, que es la clave del invento.
-No debe ser fácil cambiar mentalidad y sistema de trabajo de dos años con otro técnico, ¿no?
-Hay que acostumbrarse, en España no se suele mantener a un técnico demasiados años. Y cada uno tiene su estilo. ¿Comparar? No, no. Yo no. Yo aprendo de todo el mundo.
-Al menos compare el momento del Madrid, del que usted procede, con el del Barcelona…
-El Barça ha empezado fuerte, pero también el año pasado empezó mal y el Madrid lo hizo muy bien y sin embargo la cosa cambió. Esto es como acaba y no lo de ahora.
-Al que le va bien es a su amigo Aranda con el Sevilla tercero en la tabla. ¿Cómo lo ve? ¿Influye la situación del eterno rival?
-A Aranda le hacía falta un buen partido. Tiene cualidades y puede demostrar muchas cosas. Lo de la clasificación, pues ya sabe, la que vale es la de mayo. Nosotros trabajamos sin mirar hacia fuera, pero está claro que influye cómo les vaya a ellos. La ciudad es así, no vamos a negarlo.
-¿Cómo está en Sevilla?
-Muy bien, es una ciudad impresionante. Y estoy cerca de Málaga, donde está mi familia, mi novia…
-¿Y no cree que se ha fomentado en los últimos años una rivalidad entre ambas capitales?
-Eso es cosa de políticos, luego la gente no es así. No hay un malagueño que dude de lo que es Sevilla como ciudad, ni un sevillano que haga lo mismo con Málaga, que es la quinta capital del país.