Entrevista Francisco Chaparro 2001
La derrota en casa en la jornada 29 contra el CD Tenerife supuso la destitución de Fernando Vázquez como entrenador de la primera plantilla bética. Con su marcha también se produjo la de su equipo técnico, formado por Gabriel Leis como segundo y Manuel Pombo como preparador físico.
Al banquillo bético llegó Luis Del Sol, quien se rodeó de Francisco Chaparro como segundo y de Pedro Piriz como preparador físico. Ambos eran hombres que habían pertenecido como jugadores al club. llegando los dos desde la cantera. Chaparro había pasado ya por varios banquillos de equipos andaluces (Ecija, Cádiz, Isla Cristina o Granada) y era un hombre que destacaba por su carácter motivador para el grupo, teniendo en cuenta la difícil situación anímica en que se encontraba el vestuario verdiblanco era una de las bazas importantes para reactivar el rendimiento del conjunto y conseguir el reto de volver a la Primera División.
Así se pone de manifiesto en esta entrevista que el periodista Eduardo Barba publicó en ABC el 28 de marzo de 2001, tan solo 3 días después de que se produjera el relevo en la dirección técnica en el partido que se jugó en Almendralejo contra el Extremadura y que concluyó con una derrota por 2 a 1, sacando al equipo verdiblanco de los puestos de ascenso.
Afortunadamente el trabajo de Luis Del Sol y su equipo revirtió la situación en los 12 partidos que quedaban para el final de la Liga y, obteniendo 8 victorias, el equipo consiguió el objetivo.
Paco Chaparro responde amablemente a la llamada de este periódico a primera hora de la tarde. Comenta que debe mantener una conversación con Pedro Piriz, preparador físico, sobre el entrenamiento programado para hoy y que estará ocupado una media hora. Emplaza al informador a charlar justo entonces. Telefoneado por segunda vez, el segundo técnico bético se ve en la obligación de disculparse de nuevo ya que Luis Del Sol le requiere para tratar asuntos técnicos de la plantilla. La cita queda postergada para otro rato después.
El trabajo se acumula, como puede comprobarse, para un entrenador volcado en sacar adelante a un equipo decaído por los últimos resultados. Pero no quiere notoriedad sino trabajo en la sombra ya que “es Luis el que manda”. Su afán es pasar desapercibido en cada momento.
– No me gustaría aparecer en los medios más que Del Sol, yo solo soy su ayudante
– Buena ayuda va a necesitar porque la situación es complicada… ¿más de lo que se esperaba?
– Cuando hay cambios en un equipo es por algo. Sabíamos que la cosa estaba difícil y ahora, encima, se ha puesto algo peor por lo del otro día. Pero estoy muy esperanzado, confiado en que los jugadores sacarán esto adelante, seguro
– Precisamente el grupo puede contagiarse de la creciente crispación en el entorno del club…
– El mal ambiente está fuera, no en el vestuario. Debo decir que me ha sorprendido la reacción del plantel, que está muy unido y con unas ganas enormes de lograr el objetivo. Su profesionalidad es impresionante y, en mi opinión, no se merece las críticas que está recibiendo. Se están escuchando muchos calificativos desagradables hacia algunos jugadores, pero no tienen justificación porque ellos se dejan la piel por el bien del club. No he escuchado a ninguno quejarse de todas las bajas y los problemas físicos que tuvimos en Almendralejo, han sido honrados y han aceptado la derrota sin poner excusas, que puede haberlas, al menos justificaciones.
– Tiene usted una estima muy alta de sus jugadores
– De este deporte sólo creo en los futbolistas, confío plenamente en ellos, me dan total seguridad para pensar que lo conseguiremos. Cuando se ve por dentro se da cuenta uno de que son auténticos trabajadores que se entregan al máximo
-¿Pero algo les faltará cuando no llegan los triunfos?
– Aquí lo único que falta es precisamente eso, ganar. En la plantilla no falta nada, sólo es cuestión de que lleguen los resultados. En cuanto ganemos uno o dos partidos el equipo cogerá la confianza necesaria y todo irá mucho mejor.
– ¿Es ese el revulsivo que necesitaba entonces el equipo, una inyección anímica?
– Sí, más que nada. No sé exactamente cómo estaban antes pero nosotros estamos trabajando fundamentalmente en ese aspecto, en que tengan la suficiente autoestima, que recobren su potencial además de algo más de juego
– Se habla de que usted llegó para imponer mano dura a un vestuario aburguesado y falto de carácter…
– ¿Mano dura? No, qué va, para nada. Cuando hay profesionales de verdad no hacen falta esas cosas, y aquí los hay. No vine a imponer mano dura. Además, debe ser Luis el que dirija y ponga derecho a un jugador si es necesario, no yo, que sólo ayudo y aporto mis conocimientos
. Confianza en el grupo de trabajo parece que hay, pero tiempo para pulir detalles queda poco…
– Todos los equipos tienen su “mes bueno”, una racha no sólo de resultados sino de buen juego y victorias convincentes, con autoridad. El Betis todavía no la ha tenido esta temporada y mantengo mi confianza en que ahora llegue. Creo que puede llegar nuestro mes en esta recta final de la Liga
– ¿Han dispuesto alguna meta numérica concreta para conseguir el ascenso, un objetivo claro?
– Sí. Ganando siete partidos estaremos en Primera, bajo ese prisma vamos a trabajar, con esa perspectiva de lograr siete triunfos. No es tan complicado, ya el año pasado equipos como el Osasuna se metieron al final viniendo desde atrás
– Dos nombres propios para terminar, Capi, al que ya entrenó, y Casas, que sigue sin jugar
– A Capi le dijimos que participara más en el juego, no que se colocara más atrás, lo de la posición es lo de menos. Lo que pasa es que a casi nadie le están saliendo bien las cosas, no es algo sólo suyo. En cuanto a Casas, no quisiera meterme en las decisiones del entrenador ni en sus alineaciones. Es un jugador muy joven aún y se está adaptando a muchas cosas…