Entrevista Grau y Achúcarro 1968

El domingo 17 de marzo de 1968 Betis y Sevilla se enfrentan en el Villamarín en un partido dramático y casi decisivo.
A falta de 6 jornadas para la finalización del Campeonato de Liga de Primera División ambos se encuentran en los dos puestos de descenso automático.
El Betis es penúltimo, a un punto del Córdoba, que es el objetivo verdiblanco: alcanzar al menos el tercer puesto por la cola, lo que le llevaría a jugar la promoción y salvarse del descenso directo.
El Sevilla es último, a cuatro puntos del Córdoba, y lo tiene aún más difícil.
Ambos equipos han ocupado estos puestos de descenso casi desde el inicio de la competición y ambos han tenido que cambiar de entrenador.
El Betis, que empezó la temporada con César Rodríguez, lo sustituyó por Pepe Valera en la jornada 9, y este fue suplido por Sabino Barianaga en la 18.
El Sevilla en la jornada 19 cesó a Antonio Barrios y encargó la dirección técnica a Juan Arza.
El partido se presenta casi decisivo. El Betis viene de empatar a 0 en La Rosaleda y el Sevilla ha derrotado en casa 2-0 al Valencia.
La misma jornada del partido Marca publica una entrevista con los dos capitanes: Francisco Grau, por el Betis, e Ignacio Achúcarro, por el Sevilla, quienes coinciden en la importancia del partido y las ansias de victoria de los dos conjuntos.
Hay muchos partidos de esta veinticuatro jornada de Liga que pueden ser decisivos. Pero acaso el más dramático de todos sea el Betis-Sevilla del Villamarín, sobre el que pesa el ser o no ser de ambos equipos de la capital de Andalucía. En la primera vuelta ganó el Betis a domicilio. Ahora los sevillistas sueñan con devolverles la pelota a sus vecinos. En esta ocasión los puntos son vitales. Betis y Sevilla han decidido concentrarse lejos de la ciudad. El ambiente es tenso. Hay una animación a todo gas por las calles de Sevilla. Nos lo han dicho anoche desde el cuartel general de cada uno de los eternos rivales. El Betis se ha ido de Sevilla, y espera en el hotel Tartessos de Huelva la “hora punta”. El Sevilla se ha marchado al Hotel Fleming, que está bastante retirado de la calle Sierpes.
Los capitanes han respondido a nuestras preguntas. Ambos con una sola frase podrían resumir el “hay que ganar, sea como sea”.
El Betis se había ido a ver fútbol en la tarde del sábado: Huelva-Levante. El Sevilla había acudido al cine Imperial. Dos maneras distintas de matar el tiempo. A la hora en que se recogían los bandos de este Betis-Sevilla, que llenará hasta los topes el Villamarín, Francisco Grau e Ignacio Achúcarro, los dos capitanes, nos transmitieron la última hora, los propósitos llenos de alta moral verdiblanca y blanca del todo.
Grau, capitán del Betis. Nueve temporadas con los verdiblancos. Al otro lado del teléfono, optimismo:
– Tenemos que ganar. Nos hacen mucha falta esos dos puntos…
– También al Sevilla ¿no?
– Sí, pero nosotros jugamos en nuestro campo. Ya ganamos en la primera vuelta y en estos momentos atravesamos una inmejorable buena forma. Nuestra moral es muy alta.
– Si gana el Betis ¿se habrá salvado del descenso automático?
– Yo creo que sí, aunque después quedarán cinco partidos más. Nuestra victoria es imprescindible para seguir alimentando esa esperanza que tenemos todos de salvarnos. Pero es indiscutible que habrá que seguir luchando…
Grau se remonta a los últimos partidos y habla de esa buena preparación que ha venido demostrando el Betis, de acuerdo con los buenos resultados que se han obtenido:
– Sobre todo el espíritu de compañerismo que reina en el equipo. Todos somos responsables de los momentos difíciles por los que atraviesa el Betis. El empeño es común. Todos estamos convencidos de que este Betis-Sevilla tiene que terminar con victoria nuestra, ahora más que nunca.
Para Francisco Grau no hay otra idea. Ganar. Habla bien del entrenador, elogia línea a línea y adelanta que a pesar de la alta tensión del partido, en el cuartel bético hay ambiente de seguridad.
– El equipo pisa fuerte, de verdad…
El capitán sevillista lleva una temporada más por la Giralda que su colega “eterno rival”. Son diez los años que Achúcarro lleva defendiendo los colores del Sevilla.
-Significa mucho para mí ganar en el Villamarín. El Sevilla es mi vida y mi mayor ilusión es dejarlo en Primera.
– En la primera vuelta, en el Sánchez Pizjuán, perdieron ustedes…
– Sí. Eran otros tiempos. Ahora es distinto. Ahora hay necesidad imperiosa de los puntos. Además, el Sevilla ha ganado en juego y confianza. Nos hemos reencontrado.
– ¿Optimista, pues?
– No soy pesimista, desde luego. Conozco y conocemos todos las dificultades de este encuentro. Sobre un Sevilla-Betis cualquiera, que ya está bien, pesa la situación de los dos equipos en la tabla, y en pleno sprint final de la Liga, cuando ya no quedará tiempo para rectificar. Por eso, hay que salir dispuestos a ganar.
También Achúcarro elogia a su entrenador. El ambiente en el retiro sevillista es casi idéntico al que se respira en el de sus rivales.
– Aquí no pensamos en otra cosa que no sea ganar, — termina el capitán que–, por cierto,
está muy contento de haber reaparecido tras larga ausencia en el equipo
Al final el partido acabó como empezó: un empate a 0 que de poco les sirvió a ninguno de los dos clubs.