Entrevista Joaquín Sierra «Quino» Marzo 1968
Joaquín Sierra «Quino» en 1968 era una de las estrellas emergentes del fútbol español. Con 22 años cumplía su tercera temporada en la primera plantilla del Betis, aunque en las dos anteriores alternó el primer equipo con el Triana Balompié, el filial verdiblanco que militaba en Tercera División.
Esta entrevista que apareció es As en marzo de 1968 anticipa lo que será un rumor continuo durante los 3 años siguientes: el de su marcha del Betis, lo que se terminaría produciendo en 1971 después de múltiples problemas, dada la normativa legal existente en esos años.
La entrevista con el periodista de AS es bastante tensa, dada la intención de éste de «tirar de la lengua» al futbolista, ante lo que éste se resiste y, podemos adivinar, se incomoda bastante con el tono de algunas preguntas.
Respecto a otras circunstancias que se tocan en la entrevista, señalar que el Betis no se salvó, descendiendo a Segunda, y que Quino alcanzó la internacionalidad absoluta un año y medio después, en octubre de 1969. Su recomendación para que Rogelio formara parte de la selección no fue atendida por el seleccionador. Ellos se lo perdieron.
Le llaman Quino y es del barrio de El Cachorro. Me explicaré mejor para toda España: se llama Joaquín Sierra Vallejo, es conocido en el fútbol, blanquiverde del Betis, por Quino; y nació, ni más ni menos, que en el barrio de Triana. ¡Ahí es ná ¡, donde la otra Esperanza, donde el Cristo de El Cachorro.
Uno podía pensar que Quino, que tiene cara de inteligente y ojos vivaces, es un chiquillo que vive entregado al fútbol. Uno, al ver las patillas semilargas de Quino, podría hacerse la idea de que es un “ye-yé”. Pero Quino que, la verdad, no tiene cara de jugador de fútbol, tampoco es todo eso que uno, llevado del primer golpe de vista, pudiera pensar. Porque Quino es…
– Un poco estudiante. No tan bueno, como quisiera mi padre, la verdad. Pero sí estudio. Todo lo que me permite el fútbol. Estoy en el segundo año de aparejadores. Y pienso terminar la carrera, pese al fútbol
– ¿Y no la terminarías mejor en Madrid o en Barcelona?
– Si vienes metiéndome los dedos sobre si me gustaría irme a otro equipo, pues te dirá que habría que pensarlo. Yo llevo diez años aquí en el Betis. Toda mi vida, puede decirse. Comencé en infantiles, de defensa; luego jugué en los juveniles, de medio; y ahora, ya de mayor, ya ves: soy delantero.
Unos pinchos para pasar con más agrado la entrevista. Quino no bebe. Yo pido un tinto.
– Que yo esté contento en el Betis no quiere decir que no piense en el futuro. Mentiría si te digo que no me interesa ningún otro club. ¿Qué no me importa el dinero? Sería un hipócrita, algo que no he sido jamás. Pienso que llegará un día, un momento, en que lo mejor que puedo hacer es marcharme. Y eso es una exigencia de la vida misma. Lo es por todo: por fama y por dinero.
Quino recuerda que el mejor partido que ha hecho esta temporada fue contra el Barcelona. También me contó que el dibujo se le atraganta en su carrera de aparejador, y que su padre, desde niño, siempre le dice lo mismo: “Estudia”.
– No; yo no soy un jugador apático, ni mucho menos. Me entrego totalmente. Pero hay días en que las cosas te salen peor o mejor. Y aquí, la prensa, como me conoce desde niño, me ha colgado ese sambenito de que soy apático. Pero es igual. Aquí tenemos algo que vale un mundo: la afición. Son estupendos, y nos ayudan y nos alientan.
– Hasta que os vayáis a Segunda División. ¿Tú crees que eras un jugador de Segunda División?
– Vayamos por partes: primero, no hemos descendido todavía. Segundo, si el Madrid gana al Córdoba, y esto es posible, y nosotros ganamos al Sevilla en nuestro campo, cosa que entra en la realidad, el Betis se puede salvar. Prosigo: el que yo sea jugador de Segunda depende de muchas cosas. Pero no anticipemos los acontecimientos. Yo, la verdad, creo que soy un jugador válido para Primera División.
– ¿Vanidoso? ¿Engreído? ¿Te crees ya una figura a los veintidós años?
– Nunca fui vanidoso, por tanto la pregunta es improcedente ¿Engreído? Soy un jugador de fútbol, ni más ni menos, ni menos ni más. ¿Por qué iba a ser engreído? Tengo amigos toreros, grandes figuras y no son engreídos ¿Figura? Bueno… supongo que sí soy figura. Pero no soy yo quien tiene que afirmarlo, sino vosotros, los periodistas.
– O sea, que no eres tímido
– No lo soy. Creo que la formación universitaria le da a uno, ciertamente, alguna soltura.
El pincho de carne se ha quedado frío. La charla continúa amena. Quino llama al camarero: “Niño, pon otros pinchitos”
– Del fútbol tengo un pequeño récord: nunca fui expulsado. Aunque ha habido veces, lo confieso, que me ha costado mucho el dominarme ante un árbitro de esos raros. Llevo seis goles esta temporada. Me parecen pocos. Me hubiera gustado marcar ochenta. Por pedir, que no quede. De irme a otro equipo, me gustaría que las camisetas fueran rayadas. Es un decir, claro…
Quino me confesó que da palmas por sevillanas con algo de acierto, pero que canta fandangos como lo pudiera hacer uno de Bilbao, por ejemplo. Entre sus recuerdos guarda…
– El haber vestido la camiseta internacional como juvenil, como amateur, y en la selección universitaria. También fui seleccionado por la región andaluza. Conservo con gran cariño el trofeo Estrella del Sur a la regularidad, y una medalla por campeón europeo universitario.
– Pasemos al tema de los millones
– Tengo un coche Gordini ¿te vale como orientación?
– Me vale. Y por favor, ¿me puedes orientar una buena selección nacional para enfrentarse a Inglaterra?
– Ahí va… Iríbar; Sol, Gallego, Sanchís; Pirri, Tonono; Fuertes, Amancio, Grosso, Fusté y Rogelio
Se la remito a Balmanya con tus saludos. Y a ver si se acuerda de un tal Quino, interior del Betis.
– Todo llegará, creo.
Fuente: Chema en AS 17 de marzo de 1968