Entrevista José Luis García Traid 1979
Al poco tiempo de consumarse el dramático descenso de categoría en 1978 el Betis confirmó el fichaje de José Luis García Traid como técnido para la campaña 1978-79. Se trataba de un hombre joven, 42 años, que limitaba su carrera profesional en los banquillos a su exitosa trayectoria con la Unión Deportiva Salamanca, a la que cogió en Tercera División y la ascendió a Primera División en solo 2 temporadas. Luego, durante 4 campañas más, había entrenado al conjunto charro en la máxima categoría, manteniendo de forma muy digna al equipo en la Primera División sin pasar apuro alguno.
Se trataba de un hombre con ideas renovadas, pues recordemos que los dos técnicos anteriores del equipo verdiblanco, Ferenc Szusza y Rafael Iriondo, eran de una generación anterior a la suya. Se pretendía así una renovación en el estilo, la mentalidad y la forma de dirigir al grupo, que era una de las cosas que más se ponían en el debe de los técnicos anteriores.
Las prestaciones de García Traid al frente de la nave verdiblanca fueron buenas durante la primera vuelta de la campaña. El equipo se mantuvo al frente de la clasificación, en ciertos momentos hasta se hizo buen juego, y nada parecía que fuera a alterar el objetivo primordial de recuperar la categoría perdida.
Pero en los meses de marzo y abril comenzaron a torcerse las cosas. Una serie de malos resultados fuera de casa complicaron la trayectoria bética, las lesiones parecieron cebarse con el conjunto y empezaron a aflorar los nervios ante la presión de los equipos perseguidores en la tabla clasificatoria. Un empate en casa frente al Getafe, una estrepitosa derrota en Málaga y perder en casa ante el Jaén, uno de los colistas del grupo, propiciaron la destitución de José Luis García Traid tras disputarse 29 de las 38 jornadas, con el equipo fuera de los puestos de ascenso por primera vez en la temporada.
En este entrevista publicada en el semanario deportivo Don Balón el 24 de abril de 1979, una semana después de su cese, García Traid analiza muchos de los aspectos que propiciaron la crisis, como la mala preparación física y su especial empeño en dotar de un fondo físico al conjunto de la plantilla, su fama de técnico severo y castigador, la poca implicación de algunos jugadores, o sus enfrentamientos con determinados directivos.
Llegó a Heliópolis por la puerta grande y ha tenido que marcharse por la falsa, por la de los ceses. José Luis García Traid no ha podido reeditar en el Betis sus triunfos en el Salamanca. No ha podido, no ha sabido o no le han dejado. Eso es lo de menos. El caso es que se va de Sevilla con la amargura de no conseguir sus propósitos y con la tristeza de haber manchado así un limpio y brillante historial en el que hasta ahora todo habían sido rosas. Pero la espina de los caprichos de los directivos, de los nervios de una afición, del desentendimiento de algunos jugadores y evidentemente de sus propios errores le ha hecho daño al popular técnico aragonés.
Creemos que es el momento de sentar a García Traid en nuestro “banquillo”. Para él y para su circunstancia hemos confeccionado una serie de acusaciones que le iremos lanzando: García Traid acepta el juego y se defiende así.
DON BALÓN acusa a José Luis García Traid de…
- Haber fracasado en el Betis
– Cuando un entrenador no llega al final de la temporada en su equipo es porque no le han salido bien las cosas. A esto se le puede denominar de muchas maneras entre las que puede estar la palabra fracaso. En todo caso, yo asumo la parte de culpa que me corresponde lo que significa que quizás haya otros que también hayan fracasado en esta causa del Betis
- Que tenía a los jugadores en contra
– Sería cuestión de preguntárselo a ellos. Yo le puedo decir que cuando me despedí, algunos se echaron a llorar. He intentado ser justo con ellos y si me equivoqué con algunos luego les pedí perdón; no, no creo que éste haya sido el motivo de mi cese
- Que con usted no estaban contentos ni los titulares
– No es verdad. Puedo asegurar que un noventa por ciento de los jugadores de la plantilla estaban conmigo
(García Traid habla con claridad y convicción. Medita las acusaciones; la que no le gusta la recibe con arqueo de cejas pero con serenidad y la que le parece “buena” o acertada tiene su más cálido asentimiento)
. No gozar de buena prensa en Sevilla
– Tampoco es exacto. Creo que dejo varios y buenos amigos entre los periodistas sevillanos. Lo que pasa es que siempre hay sectores de la prensa que sólo saben dar palo tras palo; claro que esto no sólo ocurre en Sevilla
- Haber dividido a la afición bética
– Llegué al Betis en olor de multitudes. La gente esperaba a un equipo arrollador, invencible; la afición estaba todavía traumatizada con el drama del descenso después de haber ganado la Copa del Rey y de haber sido el equipo de moda en España y hasta en Europa. Fue un golpe muy duro verse de pronto en Segunda pero todos pensaban que iba a ser un paseo. Sin embargo, la realidad empezó a ser algo distinto. Hubo muchas lesiones, enfermedades y complicaciones de todo tipo. Los jugadores tenían que mentalizarse para sufrir más, para trabajar más. No era fácil, pero durante la primera vuelta el Betis estuvo siempre en cabeza y cuando yo me fui, antes de perder ante el Jaén en el Villamarín, estaba en posición de ascenso. Sí, la afición se dividió… Lo comprendo pero desearía que ellos comprendiesen también esas realidades que he expuesto
- No haber sabido aprovechar el talento de Cardeñosa
– Cardeñosa lleva toda la temporada renqueante, cuando no con molestias musculares, con anginas o con principio de hepatitis. Ha tenido muchos problemas físicos y ello se ha de acusar en el campo
- Ni el de Megido
– Hombre, por Dios. Precisamente creo que he sido de los pocos entrenadores con los que este jugador no ha tenido conflicto alguno. Bueno, sí, un hombre de sus cualidades debería lucir mucho más pero el chico también tuvo problemas físicos, estuvo dos meses convaleciente de una operación. Además ni yo ni nadie puede cambiar su mentalidad…
(Hace calor en el Villamarín. León Lasa, el nuevo míster, anda por allí a vueltas con los jugadores. Rogelio observa. Algunos curiosos vagabundean por los graderíos. El ambiente es denso, cargado. García Traid continúa tranquilo).
- Dejar al Betis fuera de una de las tres plazas de ascenso
- Sí, eso es matemáticamente cierto. He dejado al equipo en el cuarto lugar… aunque con más positivos que el tercero (Elche) y a igualdad con el primero (Granada). Por un partido, por perder ante el Jaén. El fútbol es así; nos metieron dos goles extraños, poco frecuentes, y el segundo por un fallo lamentable de un defensa nuestro que se quedó atrás en la aplicación de la táctica del fuera de juego. Luego nos expulsaron a Killer y fallamos un penalti. En fin, todo en contra. Pero el fútbol es así, por un partido se le da la patada al entrenador. Eso es lo más cómodo…
- Que “su Betis” hacía mal fútbol con doce internacionales en la plantilla
- ¿Doce internacionales? Bueno, sí…quizá sean doce en total aunque alguno lo fue hace ya tiempo. De acuerdo, correcto su apunte. Mire, al principio hacíamos buen fútbol pero poco a poco fueron cayendo lesionados y nunca podía hacer la alineación que yo quería. Un equipo juega bien cuando actúan siempre los mismos o la mayoría. Además, la Segunda es un infierno, se “escapan” muchas patadas y así es difícil practicar buen fútbol
- Presumir de “castigador”
(Se queda un tanto perplejo. Niega, rechaza y al final justifica)
- Creo que un entrenador tiene que serlo en ocasiones, cuando hay motivos para ello. Yo castigué a Cobo y a Bizcocho porque me contestaron de mala manera, me levantaron la voz. A uno le eché de un entrenamiento, sí. Yo no tengo la mala cualidad de ser grosero con nadie y por eso no me gusta que nadie lo sea conmigo
- Abusar de las sanciones económicas
- En toda la temporada el importe de las multas impuestas por mí creo que ha sido de 17.000 pesetas, siempre por causas menores y corrientes en el fútbol como lo son llegar tarde a un entrenamiento. He tenido motivos para sancionar pero he sabido perdonar y comprender. Me parece una acusación falsa
- Ser un mal psicólogo
- Puede ser. No tengo carnet de psicólogo…
- Haber confundido al Betis con el Salamanca
- Quizá tenga razón. En Salamanca estuve seis temporadas y la gente trabajaba mucho en los entrenamientos; no había figuras en el equipo y teníamos implantado un método que todos cumplíamos y respetábamos. El Betis es distinto, hay otra mentalidad. Y hace más calor, lo cual se nota muchísimo a la hora de trabajar. Sí, quizá tenga usted razón, quizá no haya sabido amoldarme a las características béticas y he cometido el error de pretender utilizar el mismo sistema que en el Salamanca sin darme cuenta de que los jugadores eran otros con distintas peculiaridades. En fin, espero que me sirva de lección para el futuro aunque mi estilo seguirá siendo el mismo
- Hacer correr y solo correr a jugadores eminentemente técnicos
- Bueno, aquí conviene matizar bien. En primer lugar, quiero decir que cuando yo llegué al Betis observé que la condición física de los jugadores era mala, floja, deficiente. En parte es comprensible porque la temporada anterior había sido muy cargada, pues estaban en tres frentes como eran la Liga, la Recopa y la Copa. Pero lo cierto es que los encontré físicamente bastante bajos. Entonces, lógicamente, dediqué atención preferente a este aspecto de la preparación. Pienso que si un jugador tiene cualidades técnicas poco más se le puede enseñar al respecto por lo que hay que trabajar con él bajo el enfoque físico; eso es lo que intento hacer, dotarles de fuerza y fondo para equilibrar así ambas cosas, condición técnica y condición física. En Segunda se ha de correr, esto es incuestionable. Ese era mi afán. No lo conseguí, no dio resultado, lo sé. Lo sé…
(Haciendo un lapsus, una anécdota que el interesado desea aclarar: “He leído por ahí que los jugadores del Betis no me han perdonado unas palabras que les dirigí en San Fernando, en un partido de Copa. Sucedió que pasamos muchos apuros para eliminar a aquel equipo de Tercera División, tanto es así que lo conseguimos gracias al lanzamiento de penaltis…, y yo, para picar el amor propio de mis jugadores, les pregunté si es que no tenían cojones para ganar al San Fernando. Para mí eso no es motivo de que se me pongan en contra. Vamos, sería infantil. Es algo que se dice en confianza, buscando un revulsivo, por lo menos esa era mi intención. O sea, que no pronuncié la frase como un insulto o un desprecio. En fin, vuelvo a lo de antes: si hacen una encuesta entre los jugadores comprobarán que la mayoría estaban de mi parte”.)
La última acusación:
. No tener mano izquierda con los directivos
- Con algunos desde luego que no. No, porque no son ni hombres. Con los directivos de verdad, los que yo llamo señores, no hace falta mano izquierda; basta con decir las cosas claras y en la cara. Sé que a otros hay que “torearles” pero yo no he nacido para eso. A veces pienso que sería conveniente pero no es mi estilo.
Hasta aquí el “proceso” a García Traid. Para el final hemos dejado lo mejor, las “razones” que le dio al cesado el presidente del Betis, señor Núñez Naranjo: “Con todo el dolor mío y el de la junta, nos vemos obligados a prescindir de sus servicios como director técnico del Real Betis. Es lo más fácil. No podemos echar a parte de la directiva ni a media plantilla que, por las causas que sean, no está rindiendo lo que se esperaba”.
Muchos lo malquerían. Otros le defendieron. Algunos lloraron su marcha. Entre todos consiguieron echarle. ¿Por qué? Al margen de que el entrañable club verdiblanco vuelva a Primera o se quede en Segunda, el episodio de José Luis García Traid evidencia que en Heliópolis hay muchas puertas grandes que se han convertido en falsas…