Entrevista José Suárez «Peral» 1958.
Con motivo del ascenso a Primera División el diario vespertino Sevilla sacó a la calle en junio de 1958 un número especial dedicado al acontecimiento. Ya hemos visto con anterioridad algunas publicaciones de ese número, como entrevistas a Andrés Aranda, Manuel Simó o Dolores Conde.
Hoy rescatamos otra interesante entrevista de esa publicación, la que se le hizo a José Suárez «Peral», uno de los grandes jugadores de la historia verdiblanca, campeón de Liga en 1935 y que estuvo en el club como futbolista entre 1929 y 1944, para luego ocupar el banquillo bético en 3 ocasiones durante la segunda mitad de la década de los años 40.
En la entrevista Peral repasa su paso futbolístico por el Betis como futbolista y como entrenador, además de darnos detalles poco conocidos sobre esos 20 años de dedicación a la causa verdiblanca.
No podía faltar en esta galería de viejas glorias la figura del que tantas tardes de gloria le diera al Betis a través de veinte años de dedicación al Club: Peral.
Su presencia y sus juicios, porque Peral es hoy algo más que un jugador retirado al que se quiere y se le admira. Él, a pesar de su modestia, de su aparente desligación del Club en el que fue figura máxima del balompié español, verá su nombre siempre unido al del Betis. Allá por el año 44 colgó las botas cuando aún le quedaba cuerda para seguir siendo útil. Después, el Club le encomendó la dirección del equipo y anduvo dos temporadas enseñando a la gente nueva su manera de ver y hacer el fútbol. Eran tiempos malos para el Club. La afición no terminaba de ponerse de acuerdo, y eran pocos los que seguían en los puestos de responsabilidad haciendo frente a las dificultades.
Peral, superados aquellos dos años de entrenador y tras una corta fase de alejamiento, fue llamado otra vez para, desde la banda, seguir sirviendo al Betis. Así acabó su vida futbolística. Fueron veinte años al servicio del equipo. Peral lo dio todo. Su juventud se fue quedando por los campos de España, y el banquillo de entrenador vio nacer sus primeras canas.
Veinte años que pudieron haber sido algunos más si por aquel entonces a las concentraciones y vigilancia se le hubiese dado la importancia que hoy se le da. En sus años de futbolista jamás rehusó tomar unas copas ni visitar una sala de fiesta, aunque al día siguiente un partido de trascendencia aguardase su notorio rendimiento. Él siempre fue el mismo, tanto en el terreno de juego como en la calle. Jamás se envaneció con los aplausos, tenía sus ideas particulares sobre lo que significaba el profesionalismo, pero nadie fue capaz de echarle en cara que en el campo no diese cuando llevaba dentro.
Veinte años sirviendo al club, que económicamente vinieron a significar la hoy ridícula cantidad de dieciséis mil pesetas. En estos tiempos de desorbitadas cantidades, cuánto valdrían sus servicios, qué se pagaría por su pundonor…
José Suárez González, que así se llama Peral, llegó al Betis en la temporada 27-28. Había comenzado a jugar en el Arco Iris de San Bernardo—su barrio—y después había formado en las filas del Triaca. Cuando llegó al Betis…Pero es mejor que sea él quien lo recuerde:
- Tenía diecisiete años cuando entré en el Betis
- ¿Hubo algún dinero por medio?
A Peral le hace gracia nuestra pregunta y, sonriente, contesta:
- Un café en el Bar Correos. Así se hacían entonces las cosas
- Pero habría algún sueldo, alguna prima…
- Fiché como amateur. Después, don Ignacio Sánchez Mejías, me haría profesional con un sueldo mensual de cincuenta duros
- ¿Le fue difícil ganar el puesto?
- Entonces tenía el Betis una buena línea media que formaban Saldaña, Estévez y Adolfito. Tuve que esperar mi oportunidad y ésta llegó en la temporada siguiente, con motivo de un Betis-Barcelona que se jugó en Heliópolis
De este encuentro la afición guarda un firme recuerdo. Era el primer choque de la eliminatoria contra lo catalanes para la Copa de España, y Melcón le anuló tres goles al equipo sevillano. Pocos aficionados ignorarán cómo pagó el colegiado su “faena”, porque de la anécdota de la silla se ha escrito bastante y se ha hablado más. El partido finalizó con igualada a uno y el Betis fue eliminado siete días más tarde, al ser batido en la ciudad condal por dos a cero. Eran los tiempos de los Samitier, Platko, Arocha, Mas, Carulla, Walter…
Peral debutó y ganó la titularidad. Después iría puliendo su estilo y forjándose como uno de los mejores medios de su época. Así, año tras año, vistiendo los colores del Betis, recorriendo España en todas las direcciones y dejando constancia de su pundonor. No fue nunca un estilista del balón. Siempre fue a lo práctico e hizo las cosas tan bien como el primero. Si el partido se torcía, no era hombre que se apabullara así como así, y volviese la cara. Según Peral, en fútbol hay que hacerlo todo y saber darlas lo mismo que recibirlas.
Gozó con los triunfos del Betis y los celebró a su manera. Si alguna vez rebasó el límite prudencial de unas copas, entonces el cuidado físico de un futbolista no levantaba la polvareda de hoy, y la afición tan sólo le exigía que a la hora de saltar al terreno el jugador lo diese todo. Precisamente lo que hacía Peral tarde tras tarde
- No se me olvidará nunca cuando fuimos campeones de Segunda y Primera División, ni aquella final que jugamos en Madrid frente al Atlético de Bilbao
Eran los tiempos del gran Betis, de aquel conjunto que unía la sobriedad y recio estilo de los vascos frente al alegre fútbol, de los Adolfo, Enrique, García de la Puerta, Peral…Después, la guerra acabó con todo. El Club se quedó sin muchos de aquellos hombres que hacían temible su cuadro, y fue Peral uno de los pocos que siguieron junto a él comiéndose las desgracias y sufriendo como un bético más tanto descalabro que vino a hundir al equipo campeón de Liga en el pozo desconsolador de la Tercera División, la ínfima categoría nacional-
Pero Peral siguió junto al Betis. En el Club se había hecho jugador y en él consumiría hasta sus últimas energías. Ya en España comenzaban a saberse de cifras de cinco ceros. El pudo buscar un buen fichaje que asegurara su porvenir y, sin embargo, prefirió seguir en el equipo que no podía pagarle lo que otros. Pero no ha ganado dinero en el fútbol. Le preguntamos:
- ¿Cómo le fue económicamente?
- En veinte años que estuve en el Betis gané dieciséis mil pesetas. El sueldo mayor que cobré fueron 750
A Peral no le gusta hablar de esto y nosotros sabemos por qué. Al final de su vida futbolística hubo un encuentro en beneficio suyo. Campanal vistió aquella tarde los colores del Betis en honor del que había sido su noble rival. Se jugó contra el Murcia. Peral se encierra en su mutismo y se niega a esclarecer las cosas. Es el Betis el que está por medio.
La charla toma nuevos giros y hablamos de fútbol. El de antes y el de ahora. Teorías diferentes, modos distintos, de la furia a la pizarra, a través del tiempo y los fichajes sensacionales.
- Hoy se juega peor que antes—afirma Peral—En mis tiempos se hacía mejor fútbol, se veía más la calidad individual del jugador y los partidos tenían más vistosidad que hoy. Ahora, con las tácticas de marcaje que se practican, en las que a veces un extremo baja a marcar a otro extremo, esto es imposible. No quedan huecos para hacer el juego personal, ni se encuentran espacios para tirar a gol. Hoy, el fútbol es más serio. Yo no he conocido ni de concentraciones ni de pizarras. Cada cual tenía la obligación de presentarse en el campo una hora antes de empezar los partidos. No existían las pildoritas, ni el vino negro
Tiene gracia la salida de Peral. Así entendían los futbolistas de entonces lo que era el cuidado físico…
- ¿Le hubiese gustado jugar en estos tiempos?
- Hoy se gana dinero y en unos años de futbolista puede un hombre asegurar su vida. Qué futbolista antiguo puede decir que no le hubiera gustado jugar ahora
- ¿Hubiese aceptado las teorías modernas de tácticas y contratácticas?
- Me hubiese comido las tripas si yo hubiese tenido que dedicarme a marcar a un solo hombre
El que esto firma conoció los últimos años de Peral y aún le recuerda, pero preferimos que sea él mismo quien se juzgue:
- Yo fui un jugador de facultades y de estilo defensivo. Lo que hoy se denominaría un medio volante de defensa. Ahora bien, cuando desde el banquillo ordenaban el irse adelante, también había que saber construir una jugada, lanzar a un extremo, apoyar a un interior, tirar a gol desde lejos y estar atentos a volver al puesto lo más rápidamente posible
En la época de Peral hubo grandes extremos en España. Nos dice:
- Aguantar a Brand, tenía guasa, pero Gorostiza y Bravo también se las traían
- ¿Qué jugador le dio más guerra en el campo?
- Guillermo Campanal, un gran jugador y un gran amigo
- ¿Qué hay de cierto de aquellos duelos entre Peral y el centro delantero del Sevilla?
- En el campo cada cual iba a lo suyo, aunque después del encuentro nos tomásemos unas copas juntos
- ¿Podrá usted hacernos una selección entre los jugadores que usted ha conocido, designando por líneas el mejor?
- Vaya preguntando
- ¿Portero?
- Zamora
- ¿Defensas?
- Hay que poner a dos: Ciriaco y Quincoces, aunque el primero fuese el más efectivo
- ¿Medio?
- Cilaurren
- ¿Delantero?
- El más completo Samitier. Como científico Gaspar Rubio
- Si le nombraran seleccionador nacional en estos tiempos, ¿qué equipo presentaría?
- El mismo que se viene haciendo. Tomando como base a Madrid y Barcelona, sin olvidar a Sevilla y Atlético de Bilbao, que siempre han dado jugadores de talla internacional
- ¿Existen hoy jugadores de la talla de los antiguos?
- Hoy quizá exista un mayor número de buenos jugadores porque el fútbol ha tomado un enorme incremento, y son muchos los que lo practican. Ahora bien, lo que desde luego no existe ahora es ninguna figura de la talla de los que entonces fueron los más destacados. Si antes hemos hablado de extremos, podemos poner como ejemplo que ahora no existe ninguno que pueda compararse siquiera a Pepe Brand o a Gorostiza
Pero es del Betis del que estamos hablando y hay que volver al tema. Peral no se pierde un partido y ha seguido con la misma ilusión que si fuera jugador esta temporada triunfal. A veces cuando las cosas no marcharon bien, no pudo impedir que las lágrimas se le saltaran y sintió hasta lo más hondo el no poder salir al terreno y ser uno más en el equipo.
- El Betis se siente muy dentro. Hay veces que quisiera uno ser joven para sentir su nombre por los altavoces cuando se va a jugar un partido
- ¿Qué espera del Betis en Primera División?
- Puede hacer un buen papel. Cuenta con una buena Directiva y un presidente extraordinario. Durante la temporada ha hecho lo preciso para proclamarse campeón, a pesar de haber tenido que luchar con constantes dificultades. Ahora, en Primera, le lucha será más intensa, porque en esta categoría hay equipos muy fuertes. Pero el Betis ha cambiado radicalmente en estos últimos años y su organización puede servirle de base para conseguir ese gran conjunto que necesita para recuperar la categoría de gran equipo que tuvo antes
- ¿Es optimista ante el futuro del Betis?
- Yo sé que en Primera las dificultades son mayores. Pero existe una base de equipo y muy buenos jugadores. Si este equipo puede ser consolidado con nuevos jugadores, como la Directiva pretende, el Betis llegará a Primera División con la garantía de hacer un buen papel
Así se expresó Peral. Una de las viejas glorias del Betis, que habla para la afición bética desde estas páginas que dedicamos al histórico Club. Peral, el hombre que goza con los triunfos del equipo como si se tratara de algo propio. Por último, nos dice:
- Quiero aprovechar esta ocasión que me brinda para saludar a los aficionados de Sevilla. Siempre me trataron bien
Aún se recuerda a Peral. Ya hace catorce años que dejó el fútbol. Domingo tras domingo se le ve por Heliópolis con su eterna sonrisa a cuestas. A veces el comentario llega claro a sus oídos y el hombre se hincha como un pavo y se siente joven. “Ahí va Peral. Qué gran jugador tuvo el Betis”.