Entrevista O´Connell y Fernández de Pando 1934
El 17 de septiembre de 1934 el semanario deportivo AS publicó este interesante reportaje en plena pretemporada del equipo bético. En él se entrevista al entrenador Patrick O´Connell y al secretario Carlos Fernández de Pando.
De la entrevista se sacan algunos datos curiosos sobre los fichajes de Fernández y Rancel, jugadores del equipo amateur como Aurelio, Manolín o Valera, las obras que se acometieron en el terreno de juego del Patronato o el fichaje de Pacheco procedente de Utrera, así como la curiosa circunstancia del servicio militar de Simón Lecue, que relizaba en el cercano cuartel de Ingenieros de la Avenida de la Borbolla.
El Betis se prepara para la temporada que va a empezar. El club blanquiverde está dispuesto a mantener y superar, si es posible, los resultados obtenidos en la temporada anterior, en que consiguió el cuarto puesto de la Liga, aunque con los mismos puntos que el tercero, el Racing de Santander, que le superó por tener mejor “goal average”, y semifinalista de la Copa de España, eliminado en la capital de España por el Madrid, no sin trabajo.
Para conocer su “puesta a punto” decidimos presenciar las pruebas a que somete a los jugadores el excelente entrenador del club, mister O´Connell. Y bien temprano, cuando el sol aún no torturaba, en una de estas mañanas del verano hispalense, nos personamos en el campo del Patronato.
En un amplio espacio bajo la sombra protectora del frontón, el míster alecciona a los muchachos en los ejercicios de la gimnasia sueca, que él practica con la elasticidad y precisión rítmica del hombre que domina la técnica de la cultura física.
No quisimos interrumpir al entrenador en su tarea y esperamos a que terminasen los ejercicios, que duraron escasos minutos. Míster O´Connell es partidario de los entrenamientos ligeros, que benefician y no agotan a los jugadores. A poco, el preparador está vestido para la calle, tocado con su flexible gris, que ya en él es una prenda típica, como el hongo que Pentland hizo célebre.
Intentamos abordarle para que nos diese su opinión sobre lo que espera pueda rendir el equipo la próxima temporada, pero el míster siente una prevención invencible hacia los que escriben de deportes. Su puesto es delicado, y para evitar equívocos, lo mejor y más prudente, piensa él, es callar. Así, cuando iniciamos nuestras preguntas, este inglés sencillo y amable, que no quiere dejar de ser cortés sin salirse de su línea de conducta, nos da una respuesta pueril.
– Diga usted que estamos contentos, y que jugadores y entrenador disfrutan de buena salud
Viene en nuestro auxilio en aquellos momentos el secretario del Betis, don Carlos Fernández de Pando, que acaba de llegar al campo para inspeccionar las obras que se realizan, y la información marcha ya fácilmente.
El joven y dinámico directivo bético nos habla de lo que se ha hecho para la próxima temporada. Nada de traspaso de ases. Hacía falta completar la línea delantera con dos buenos interiores, que auxiliaran a Unamuno, y se lograron. Lecue trajo un muchacho de su equipo de procedencia, el Alavés. Se llama Fernández, interior izquierda, joven, aún no ha entrado al servicio de las armas, que empezó en el Padura, del que han salido tan buenos jugadores, y luego continuó en el Alavés, de donde ha venido al Betis. Faltaba el otro interior y se hicieron gestiones, con el misterio ultradiplomático con el que se llevan estas cosas, hasta conseguir la ficha de Rancel, interior derecha del Club Deportivo de Tenerife. Las impresiones que se tienen de este muchacho son inmejorables. Es uno de los mejores interiores, por no decir el mejor, del archipiélago canario.
Los jugadores, mientras charlamos, nos rodean. El redactor, cuartilla en ristre, y el fotógrafo, con su máquina lista, despiertan la curiosidad de los juveniles deportistas.
Vemos algunas caras nuevas e indagamos la filiación.
– Son muchachos del equipo amateur, nos dice el señor Fernández de Pando, que se han ganado el ascenso al primer equipo. El míster los prepara y los irá poniendo en partidos de alguna importancia para que se suelten y puedan alinearse en los partidos de responsabilidad. Ofrecen porvenir.
–
A continuación las presentaciones: Aurelio, medio izquierda, fuerte, decidido, que corta y pasa con rara habilidad. Manolín, extremo, que lo mismo juega en un lado que en el otro, certero en los centros, y Valera, extremo izquierda. Este último ha proporcionado ya algunos triunfos al Betis, entre ellos la eliminación del Barcelona en el Campeonato de la Copa.
Pasa, camino de la puerta, con el aire marcial que le presta el uniforme de soldado de Ingenieros, Lecue, la revelación del equipo español en los partidos contra Italia. La temporada de descanso futbolístico ha sentado admirablemente al gran jugador. Está más recio, más lleno.
Intentamos agregarlo al grupo, pero Lecue tiene prisa. Van a dar las nueva y ha de estar en el cuartel, muy próximo al campo del Betis. Gonsanhi le hace un “disparo” como corresponde a su nueva condición de “mílite” , y ahí le verán los lectores con el semblante jovial y feliz de un internacional, hecho en la gran gesta de Italia.
Una brigada de obreros trabaja en el campo; unos en las graderías, otros en el terreno de juego.
El secretario del Betis nos habla de las obras.
– Desde los tiempos en que presidió el club aquel hombre todo energía y voluntad, que tan gran impulso dio al Betis, Ignacio Sánchez Mejías, no se había tocado el terreno de juego, y las mejoras realizadas habían sido de escasa importancia. Ahora trabajan estos obreros en el arreglo y resiembra del terreno y la pintura de los graderíos. El campo estará listo para el comienzo de la temporada.
Nos habla a continuación de cientos de kilos de semillas, de metros cúbicos de tierra, de metros cuadrados de pintura y de otros detalles, que se traducen en muchas pesetas invertidas.
Preguntamos a míster O´Connell por la forma física de sus jugadores y ya no vacila en contestarnos:
– Son gente fuerte, joven y dócil a mis instrucciones. Las siguen, y los resultados que voy obteniendo me satisfacen.
Sobre el equipo titular para la campaña próxima, nada quiere decir, pero el directivo bético habla por él. Será Urquiaga, Areso, Aedo, Peral, Larrinoa y Lecue, Timimi, Rancel, Unamuno, Fernández y Valera.
– La delantera, a juzgar por sus componentes, dará un gran rendimiento. Se pensó en Baragaño, pero se ha desistido de traerlo. En cambio, hace pocos días hemos encontrado un medio centro que puede ser titular
– ¿En dónde?
– En Utrera. Un jugador de pueblo con toda la barba. Ya le hemos fichado. Se llama Pacheco.
–
Y como nuestro rostro denotase sorpresa, el señor Fernández de Pando y míster O´Connell sonríen, porque saben, con su larga experiencia, que también en los pueblos andaluces se dan jugadores de fuste.
Fuente: Carlos Bendito en As 17 de septiembre de 1934
