Entrevista Paquirri 1958
Con motivo del ascenso a Primera División en junio de 1958 el diario vespertino Sevilla publicó una edición especial dedicada a conmemorar la ocasión. En esta edición aparecieron entrevistas con viejas glorias del equipo verdiblanco como Andrés Aranda, José Suárez «Peral» ó Francisco González «Paquirri».
En esta ocasión traemos la entrevista realizada a Paquirri, el magnífico delantero centro que llegó al Betis en 1933 y que permaneció en él hasta 1942, para pasar luego por el Deportivo de La Coruña y Cádiz y volver al club bético en 1949, retirándose posteriormente en el fútbol portugués.
La aparición de Paquirri en el fútbol español en 1935 fue toda una convulsión. Desgraciadamente el estallido de la guerra civil paralizó su progresión. Como él mismo cuenta en la entrevista esa temporada de 1935-36 fue la mejor de su etapa futbolística, y en ella se jugó el partido que también se comenta, un Oviedo 2 Betis 3 jugado en el campo de Buenavista el 24 de noviembre de 1935 y en el que Paquirri hizo los tres goles del Betis.
Como se narra también en la entrevista Paquirri fue uno de los grandes delanteros centros del fútbol español, en una época en que eran magníficos los jugadores que competían en ese puesto, desde Isidro Lángara, hasta Guillermo Campanal , Agustín Sauto «Bata», Julio Elícegui o Julián Vergara.
Y no olvidemos un dato que aún sigue en vigor: Paquirri es el máximo goleador del Betis a lo largo de su historia, si contabilizamos los goles marcados en todas las competiciones oficiales y partidos amistosos.
Completa esta tripleta de viejas glorias la sevillanísima figura del que fue gran delantero centro del Betis, Paquirri. El nombre de Paquirri irá siempre acompañado del adjetivo encomiástico: “El impar”, “El inspirado”, “El genio”. Figura gloriosa del balompié en Sevilla, indiscutible superdotado, dueño y señor de la más pura escuela sevillana. Paquirri no podía faltar en este número que dedicamos al Real Betis Balompié.
Paquirri vive hoy totalmente alejado del fútbol. Tiene una tabernita en la calle Hombre de Piedra, en cuyas paredes ha colgado las más preciadas fotografías de su archivo. Moteadas por las moscas y amarillentas del tiempo, aquellas fotografías son el exponente de la valía del hombre que fue figura máxima de nuestro fútbol. Es pequeño el negocio pero da lo bastante para ir tirando y Paquirri, aunque le gusta vivir bien y pasarlo a lo grande, sabe que es detrás del pequeño mostrador donde hay que cuidar la pequeña renta que le dejó el fútbol. Ve pocos partidos y en la taberna se lleva las veinticuatro horas. No ha olvidado al Betis, a “su” Betis, como él dice cuando le hablan del Club de sus amores. Paquirri lleva su sentimiento deportivo hasta el fanatismo, y tiene preparado su testamento en el que como condición principal Paquirri exige que le pongan la camiseta del Betis. Hasta el establecimiento le llevan los amigos las noticias de los partidos, y le hablan de las condiciones del chaval que despunta. A Paquirri les gusta oírles y los ojos le brillan de contento cuando alguno relaciona la privilegiada actuación de algún jugador con una tarde de clamor de las suyas. De vez en cuando le arrastran hasta Nervión o Heliópolis. Casi siempre vuelve decepcionado. El fútbol de hoy no tiene calidad.
El que llegó a hacer lo difícil fácil no puede comprender cómo hoy le puede doler la cabeza a un delantero centro cuando sólo tiene un hombre para marcarle. Así, hablando siempre de fútbol, recordando jornadas memorables, repasando las cuentas del cliente olvidadizo y algún que otro trago a tiempo. Paquirri va peinando canas, cuidando de lo poco que sacó del fútbol. Esto es, mucho nombre, mucha fama, su nombre para la historia y unos pequeños ahorros.
Francisco González Rodríguez es su nombre completo. Tiene cuarenta y cuatro años. Nació en la Alameda de Hércules. De niño, mientras los chavales de su edad jugaban al toro, Paquirri aprendió a hacer cosas raras con una pelota de trapo. Hizo un fútbol propio de desconcertante regate y hábil cintura.
Comenzó a jugar en el Esparta de la Alameda, y su juego produjo sensación. A los 19 años ingresó en el Betis y mantuvo su condición de fenómeno hasta que pasados los años marchó al Deportivo coruñés, donde continuaría en alza su cotización.
- ¿Cómo era su juego, Paquirri?
- Dicen que genial
- ¿Sus mejores cualidades?
- El “dribling” y el salto de cabeza
- ¿Marcó goles?
- No tenía gran fuerza de tiro paro sabía colocar el balón
- ¿Valiente?
- De eso…poco
Paquirri es así. Franco, sencillo, dice las cosas como las siente.
- ¿Hubo prima de fichaje al entrar en el Betis?
- ¿Prima de fichaje? ¡Treinta duros de sueldo¡
- ¿Y cuando le traspasaron al Deportivo de La Coruña?
- El Betis cobró noventa mil pesetas, de las que yo recibí un veinticinco por ciento
- Estuvo usted en el Coruña…
- Cuatro años
- Después…
- Tres temporadas en el Cádiz. Para terminar un año en el Betis
- En esta última temporada en el Betis ¿cómo anduvo la cosa en la cuestión económica?
- Fiché sin prima inicial con la sola condición de cobrar 1.000 pesetas al mes. Nada de ficha, como siempre. Yo he ganado menos que una niñera
- ¿Su mejor época?
- Los años 35 y 36
- ¿Se interesaron muchos clubs por sus servicios?
- En aquellos tiempos casi todos los equipos de España. El Madrid, después de la guerra, aún seguía intentando llevarme
- ¿Con qué edad se retiró?
- Con treinta y seis años. Jugando en el Olhanense de Portugal. Fuimos López, Salustiano y yo, creyendo que íbamos a ser los abuelos del equipo y luego resultó que éramos los más jóvenes.
- ¿Se jugaba mejor antes al fútbol?
- Siete millones de veces más. Antes todos íbamos a jugar; hoy la mayoría van a destruir
- ¿Se hubiese adaptado a los sistemas de juego de hoy?
- Me hubiese venido formidablemente la forma de jugar de ahora. Ahora cada jugador tiene un secante. Antes, cuando salía un delantero centro peligroso era medio equipo el que cuidaba de él.
- ¿Recuerda alguna defensa que le diera guerra?
- La del Granada. Había que bregar bastante con Millán y González
- ¿Su mejor actuación?
- Un partido que jugó el Betis en Oviedo y ganó por tres tantos a dos. Dijeron en la víspera del partido que el seleccionador Amadeo Salazar había ido a ver a Paquirri y me propuse hacer un gran partido. Marqué los tres goles de la victoria y la gente se hartó de tocarme las palmas. Luego el seleccionador no se acordó siquiera de mi nombre…
- En su época hubo grandes delanteros centros…
- Quizás los mejores de la historia del fútbol español
- ¿Sus nombres?
- Lángara, Campanal y un tal Vergara que jugaba en el Osasuna, que nadie se acuerda de él y era tan bueno como los otros dos
- ¿Paquirri?
- El público decía que era muy bueno
- ¿Hay hoy algún delantero centro que pueda compararse con los de su época?
- Español no hay ninguno
- ¿Qué le dejó el fútbol?
- La satisfacción de haber tenido un nombre que cotizó muy alto
- ¿Hubo amargura a la hora de soltar los trastos?
- La de quitarme dl fútbol cuando se empezaba a ganar dinero de verdad
- ¿Si usted hubiera cogido estos tiempos?
- Hubiese ganado mucho. Hoy es la mejor carrera. Con un poco de nombre y suerte puede un jugador hacerse millonario en tres años
- Si pudiese hacer retroceder el tiempo y comenzar nuevamente su carrera de futbolista ¿por qué equipo ficharía?
- Ya podrían el Madrid y el Barcelona ofrecerme cuanto quisieran que para mí no habría otro club que el Betis
- ¿Se desenvuelve usted bien económicamente?
- Nada más que para ir tirando
- ¿Espera aún algo del fútbol?
- Estoy pendiente de un encuentro a beneficio que el Betis me tiene prometido. Son las últimas perras que me quedan por recibir. Yo tuve muy mala suerte en este aspecto.
Y aquí cerramos este amplio reportaje con tres figuras de máximo prestigio del fútbol sevillano. Tres auténticas viejas glorias que fueron en su época puntales del Real Betis Balompié. Aquí están para nuestros lectores sus impresiones en esta hora jubilosa del ascenso. Por méritos propios, con entera justicia, ocupan un lugar de honor en este número extraordinario. Aranda, Peral y Paquirri. ¡Casi nada¡
Fuente: José Antonio Blázquez en Sevilla Junio de 1958