Entrevista Pedro Buenaventura 2000
De octubre de 2000 es esta entrevista que el periodista Manuel Fernández de Córdoba le realizó a Pedro Buenaventura y que se publicó en ABC.
Como en ella se dice, Pedro Buenaventura lo ha sido todo en el Betis, menos jugador. Desde que llegó al club a finales de los años 60 para entrenar al juvenil verdiblanco hasta tener que entrenar al primer equipo en situaciones de emergencia, pasando por diversos puestos en la cantera, en la secretaría técnica o delegado de campo o de los viajes con el club verdiblanco por todos los campos de España.
Muy interesante su definición del Betis, con la que estoy particularmente muy de acuerdo, y su reivindicación del manquepierda, ahora que algunos dudan de esta filosofía, tal vez por no entender todo lo que conlleva y quedarse sólo en lo más superficial.
“¿Qué qué es lo que no he sido en el Betis? Pues jugador, que es lo que más me hubiera gustado”
Pedro Buenaventura ha sido de todo en su Betis. Entrenador en juveniles, coordinador de la cantera, secretario técnico, entrenador del primer equipo en situaciones críticas, delegado de campo, de viajes, de instalaciones y de casi todo. Ahora mismo, desde el barandal de su jubilación, sigue mirando a Heliópolis porque allí anduvo media vida.
– Llegué en la temporada 1969-70, a los juveniles, José Núñez en la presidencia y José María de la Concha en la secretaría técnica.
Su mejor recuerdo, “unas vísperas de Feria, jugando en Barcelona, un dos-dos que nos sirvió para clasificarnos para la Uefa”. El peor, “aquella promoción en Tenerife, en el 89. En el partido de vuelta me tuvieron que tratar con pastillas e inyecciones. Creía que me iba a dar algo. Boca seca, no veía bien. Una nube de fotógrafos, el Betis hundiéndose en Segunda… Y cuando ya creía que me moría, los 47.512 espectadores que estaban en el campo empezaron a gritar Betis, Betis, Betis y, entonces, me llegó la calma”.
– ¿Has llorado por el Betis?
– Muchas veces. Unas por satisfacción y otras de pena. Las satisfacciones no las olvido; las penas no las quiero recordar. He sido héroe y villano. Y cuando me tocó villano, tú fuiste de los pocos que me defendiste
– Defíneme el Betis
– No ha sido, como se dice, el equipo de las clases menos privilegiadas, pero sí de los de mayor masa popular y, para mí, el club genuinamente representativo de la Andalucía de nuestra época
– ¿Qué Betis, el del manquepierda o el del musho é?
– El manquepierda nunca fue un conformismo, sino un quejío del corazón herido, un grito de rabia. El musho Betis es el orgullo de una raza: la bética. Los béticos nacemos béticos, aunque después hay algunos que se estropean. Pero no son muchos
– Futbolistas del Betis
– Muchos. Pero dos nombres: Luis Del Sol y Rafael Gordillo. Jugadores emblemáticos, Esnaola, Cardeñosa, Antonio Benítez, Rogelio Sosa… Y de los extranjeros, me quedo con Eduardo Anzarda.
– Háblame de la cantera
– Siempre se suele acudir a ella cuando las cosas van mal y entonces es muy difícil triunfar. Cuando se sale en un gran Betis, como fue el caso de Gordillo, mira dónde se puede llegar. Entonces, después, ya hecho, sí que pueden resolver, pero cuando las cosas van mal…
– Los entrenadores
– El que esté en el Betis es para mí el mejor. Y le soy fiel hasta el último minuto
– Un resultado
– El 2-4 de la inauguración del Sánchez Pizjuán. Fui con mi hermano “el inglés”, porque se había casado con una inglesa. Ibamos por el bulevar que entonces era Eduardo Dato y no podíamos creer ni adonde íbamos, porque nosotros veníamos casi de Tercera. No te digo, pero te puedes imaginar, cómo fue la vuelta
– ¿Y la Copa del Rey del 77?
– Me la perdí. Ese día estaba yo jugando la final de la Copa de Primavera, un Betis-Altair. Sí viví la llegada
– ¿Cuántas veces viste luego el partido?
– Hasta aprendérmelo de memoria. En aquella Copa tuvo el Betis tres entrenadores. Szusza, con el que jugó la ida de la primera eliminatoria contra el Baracaldo, perdiendo; yo, que me senté en el banquillo en la vuelta, porque Szusza se sintió indispuesto, y lo ganamos; y después Iriondo. En la vuelta con el Baracaldo sólo le dije a los jugadores: jugad como sabéis a ver si tengo un buen recuerdo. Y lo tuve
– ¿Te asusta la Segunda?
– No. La lógica dice que quien es bueno en Primera, debe ser mejor en Segunda. Segunda es espíritu de lucha. Los que bajan, como hemos bajado nosotros este año, tardan en adaptarse. Es cierto que la plantilla se ha rematado ya en competición, pero por culpa de la norma. Antes, a cuarenta y ocho horas de empezar la competición, se acababa el plazo. Ahora, dos semanas después, y muchos futbolistas esperan al final las ofertas y deciden.
– Se está tardando en la adaptación…
– Los fracasos siempre afectan. Y hay jugadores a los que les afectan más según su carácter. A otros menos, porque saben sobreponerse. Al final espero que estemos donde tenemos que estar. Y donde tenemos que estar es, claro, en Primera División
– El fútbol de hoy
– La razón del fútbol, ahora, antes y siempre, es marcar un gol más que el contrario. Y la misma importancia tiene hacer un gol que evitarlo. Evitarlo es más fácil que marcarlos. Pero el mismo espectáculo es ver un gol por la escuadra que un paradón de un portero. Lo mismo me gusta un extremo que sea capaz de irse de todo el mundo, que un defensa que, cuando nadie se cree que va a llegar al cruce, llega y le quita el balón a ese extremo
– El fútbol que te gusta
– Aunque a algunos no les guste, a mí sí: el italiano. Por lo que te decía antes: por cómo evitan que le marquen goles y cómo saben administrar los que ellos marcan. Si encima se hace un juego bonito y se genera espectáculo, pues entonces, ¿para qué queremos más?
Si se le pide el nombre de un futbolista universal, no lo duda: Di Stéfano. Y cuando se le pregunta el porqué, ya no para:
– Porque, a mi juicio, fue el perfecto equilibrio entre la calidad y el temperamento. Pero es que, si además de eso…
– Si además de eso, qué…
– Oyes hablar de él a Luis Del Sol, entonces todo lo que te pueda decir de aquel se quedaría corto. Y, claro, si es Del Sol el que habla así, cuando para mí Luis ha sido un monstruo, entonces no hay más que hablar
– Más nombres
– Cruyff era genial. Otro fútbol distinto. O quizás el mismo. Otra época. Pero genial. A Pelé lo vi mucho menos. No había en aquellos tiempos tanta televisión, porque no había ninguna
¿Y entrenadores?
– Hay que valorarlos en función del equipo en el que están y lo que logran hacer. Lo que sí tengo claro es que hay que ver, en su trayectoria, qué hizo en cada equipo con arreglo a sus circunstancias. Ahí es donde encuentras la medida exacta de su valía. Hay otra cuestión en la que no estoy de acuerdo con lo que se dice
– Qué cuestión y qué se dice
– Que en los escalafones inferiores deben estar los mejores entrenadores. Yo creo que cada escalafón necesita un tipo de entrenador, un tutor, un carácter, una forma de ser, de trabajar y una cualificación para organizar un grupo, ya sea juveniles o de élite. Y, por supuesto, la capacidad suficiente para enseñar lo que se sabe. Ha pasado con muy grandes jugadores que, cuando empezaban como técnicos, todos los chavales les parecían malos. A más de uno le he dicho que no pretendieran que los que acababan de empezar hicieran lo que ellos sabían hacer, porque las excepciones son los que son unos fenómenos
– ¿Y como los entrenadores, a los jugadores también hay que verlos según el equipo en el que estén?
– Muchas veces se fijan los aficionados en ellos cuando ya son figuras o van a la selección. A los que están en equipos que no son de los grandes, les cuesta mucho trabajo llegar a la selección. Cuando se está en uno grande es mucho más fácil. No es que quiera yo quitarle méritos al que va del equipo grande, sino que lo quiero es que se le reconozcan estos mismos méritos a los del equipo menos grande. Y muchas veces es así.