Entrevista Pepe Alzate 1983
En la primera quincena de junio de 1983, con la finalización de la temporada y la llegada de Martínez Retamero a la presidencia del club, se abrió el dilema del futuro inquilino del banquillo verdiblanco en la temporada 1983-84.
En principio la postura era continuista, apostándose por la permanencia en el puesto de Marcel Domingo, el entrenador francés llegado en enero para suplir a Antal Dunai y que presentaba un balance moderado. Había salvado al equipo de posibles complicaciones, pero su perfil, el de un técnico ya veterano con casi 60 años, no encajaba con las nuevas expectativas que se querían. Durante un tiempo se especuló con diversas posibilidades, pareciendo que la de Koldo Aguirre fue la que estuvo más cerca del banquillo verdiblanco.
Pepe Alzate era un técnico joven, 41 años, que había triunfado en el Osasuna, al que ascendió a Primera División y consolidó en la máxima categoría durante 3 temporadas. Su labor con la cantera navarra era otra de las opciones bien valoradas de su trabajo en el club rojillo. En principio no era objetivo del Betis, pero en el Osasuna hubo movimientos internos con la contratación del yugoslavo Ivan Brzic, lo que relegaba a Alzate al cargo de director técnico del cuadro osasunista.
El Betis se movió rápidamente ante esta noticia y se llegó a un acuerdo casi inmediato con Alzate, que el 15 de junio fue presentado como técnico del Real Betis Balompié para la temporada 1983-84.
En las páginas de AS el 13 de junio se publicó esta entrevista con Alzate realizada desde el punto de vista pamplonica y en la que se narraba el desencuentro del técnico con el presidente osasunista, cómo surgió la oportunidad de ir al Betis y cómo se concretó.
Está visto y harto comprobado que Osasuna es un maremágnum de hechos imprevistos e insospechados. Llevamos una semana ciertamente extraña en muy diversos aspectos. A cualquiera tiene que llamar la atención cuanto viene pasando, porque, ciertamente, es algo insólito. Como tal cabe conceptuar a esa contratación, aunque todavía no se ha efectuado, del yugoslavo Ivan Brzic como sustituto de Alzate.
Éste cuenta con una tarjeta de visita más que excelente: asciende con el Sangüesa a Segunda B; al año siguiente consigue otro tanto con el Osasuna al encaramarlo en la División de Honor, donde lo consolida, para dejarlo, tras tres campañas, en dicha categoría. Sin embargo, la directiva no se mostraba interesada en su continuación y le ofreció el puesto de director técnico, con un contrato bastante más bajo.
El viernes, el presidente Ezcurra y el propio Pepe Alzate charlaron sobre el tema y ambos quedaron de acuerdo, a expensas de la decisión postrera de la junta directiva, a reunirse el lunes por la noche. Los periódicos y las emisoras dieron la noticia y así mismo AS lo publicó, porque no cabía sustraer la verdad de lo ocurrido al aficionado. Y tras la noticia del sábado, el sobresalto mañanero para quienes se enteraban del cambio registrado, porque Alzate se había comprometido con el Betis veinticuatro horas después. ¿Qué había pasado? El propio Alzate nos lo refiere:
- Le advertí a Ezcurra que me encontraba negociando con un equipo de Primera División, si bien no le di ningún nombre. Sí es cierto que traté de matizar unos puntos, a expensas de la reunión directiva del lunes. La oferta osasunista era buena para vivir en Pamplona, además me gustaba lo que se me proponía, pero no tan buena si consideramos que soy un entrenador cotizado, con ganas de trabajar y de seguir en el fútbol como preparador. Un entrenador en alza no puede desdeñar si un club como el Betis le brinda la oportunidad que ahora está a mi alcance
- ¿Y esa gestión del Betis?
- Piensa en el cambio de presidente y en el contacto posterior con mi persona. En un par de horas quedamos de acuerdo, luego de un viaje a la capital de España, cuando el termómetro allá en Barajas marcaba treinta y siete grados
- ¿Cuándo se lo comunicaste al presidente Ezcurra?
- Esta misma mañana—escribimos en domingo—le he telefoneado
- Y habrá mostrado el consiguiente disgusto
- Le he notado normal. Te he dicho antes que a un técnico en alza, con ganas de laborar, ilusionado con su profesión, no le basta con ser director técnico. En el aspecto económico siempre vi baja la oferta osasunista
- Ahora a Sevilla. ¿Con familia o sin familia?
- En principio, marcho el mismo lunes, porque así me lo han solicitado de cara a una posible presentación y para firmar el contrato. Después, más adelante, me instalaré con los míos. A los chavales les buscaré los colegios debidos, conseguiré una mansión y a trabajar por “er Beti”.
- ¿Y el piso de Pamplona?
- Lo mantendré, porque a la vieja Iruña habré de volver cuando las circunstancias manden
- Supongo que habrá habido mejora sustanciosa del Betis con relación a Osasuna
- Pues sí, y más si comparas las cifras con las que me brindaban como director técnico y cuyo trabajo me convencía
- Pero más te agradaba ser entrenador de Osasuna
- Me interesaba continuar, porque siempre he entendido que mi trabajo no había finiquitado. La directiva no lo estimó así, sino todo lo contrario, y me marcho, aunque no dolido, ni mucho menos
- Existe salto entre el cuadro rojillo y el albiverde
- No diré que no, porque trabajaré en un ambiente distinto, completamente distinto, diferente a Pamplona. Voy a un equipo que, por pura lógica, en nada se parece a Osasuna. La directiva bética ha estimado que puedo serles útil y han confiado en mí. Han pensado que tengo que ser el hombre del futuro bético
- En este adiós, ¿recuerdas a la afición navarra?
- Conmigo, aunque haya habido excepciones, el público de mi tierra se ha comportado estupendamente. Si prorrumpo en elogios es porque, aparte de su apoyo, me ha llegado a comprender tanto a mí como a mis jugadores. Cuatro campañas seguidas no son para olvidar. Me gustaría, particularmente, agradecer algún día tanta deferencia y tanta atención, ya que gracias a su apoyo constante y eficaz se ha conseguido esa continuidad en la máxima categoría del fútbol patrio
- ¿Algún resquemor hacia Osasuna?
- Nada de eso. No soy así.
- ¿Entonces…?
- Mis deseos son que continúe adelante Osasuna, gracias al cual he logrado un nombre. Llegué a Osasuna presto a trabajar, convencido de lo ingrato de la labor a pergeñar; entiendo que he triunfado y me marcho con la cabeza alta, con la satisfacción del deber cumplido