Entrevista Rafael Gordillo 1981
En 1981 Rafael Gordillo era un hombre futbolísticamente ya consagrado. A los 4 años de su debut en Primera División con el Betis estaba entre las estrellas de la Liga y era el objeto de deseo verano tras verano de los equipo poderosos económicamente.
En esta entrevista de octubre de 1981 publicada el 22 de octubre en el diario deportivo AS a cargo del periodista Justo Andrés se repasa la actualidad del momento del futbolista verdiblanco, centrada, cómo no, en las especulaciones sobre su marcha a otro equipo, o su definitiva consolidación en la selección cuando el Mundial de 1982 en España estaba ya en el cercano horizonte.
También se detallan sus inicios en la cantera verdiblanca, el papel de los entrenadores que había tenido y el de su padre.
- Sí, yo nací en Almendralejo, en Extremadura. Pero sin renunciar a mi pueblo, me considero sevillano. Es lógico. A los ocho días ya estaba en Sevilla.
Esto dice Rafael Gordillo Vázquez, el futbolista de más alto rendimiento en el Betis de las últimas décadas, pese a su juventud, y uno de los pilares de la selección española. El Gordi es ya una institución en el Betis. Un caso único. Vamos a explicarlo antes de meternos por otros vericuetos en la conversación.
La temporada pasada, a punto de comenzar, se cuestionó el traspaso de Gordillo al Barcelona. El club catalán llegó a ofrecer más de cien millones de pesetas y un par de futbolistas. Era la oferta más alta que se había hecho en el fútbol español por un defensa lateral. Por eso el presidente, Juan Manuel Mauduit, lo pensó, tuvo sus momentos de duda, entre los intereses del club y el aspecto económico y entre los de una afición que podía sentirse defraudada por dejar ir al ídolo. Se optó por convocar una asamblea con el único tema del orden del día del traspaso de Gordillo. En aquella histórica reunión se tomó el acuerdo de que el club no lo traspasaría, pero a cambio, para que Rafael Gordillo pudiera sentirse compensado y con el futuro resuelto, se acordó hacerle un contrato sustancioso y organizar un partido en su beneficio, garantizándole en total veinticinco millones de pesetas. ¿Es o no un caso único?. Ese partido lo jugó el Cosmos. Y Gordillo sigue en el Betis.
- ¿Qué dice Gordillo?
- Bueno, pues que efectivamente, hubo esa oferta y que no me dejó marchar la afición, y aquí estoy tan contento. Cuando me han preguntado sobre el tema de mi traspaso a otro club he repetido la misma canción: si la afición y el club lo han querido, aquí estoy. Yo no tengo nada que decir, pues en ese momento se pensó en el club y en mí.
- ¿Pero no te hubiera gustado irte?
- Así, irme por irme, desde luego que no. Porque yo estoy contento y aquí me hice, aquí tengo a mi familia, los amigos y esa afición del Betis, que es única. Es natural, como todo jugador, que aspire a más, y por ello es natural que me hubiera gustado ir a uno de esos dos o tres grandes clubs que juegan siempre los torneos europeos, pues aparte de estar en competiciones internacionales, se gana mucho más
- ¿El Betis no es de los grandes?
- Ya lo creo que lo es. Pero yo me refiero a los grandes que ganan los campeonatos y participan en torneos europeos, porque eso te ayuda más en tu carrera
- ¿Económicamente, satisfecho en el Betis?
- Por supuesto que sí. Estoy contento, aunque siempre ganaría más en esos dos o tres equipos
- ¿Eres el futbolista que más cobra en el Betis?
- No, creo que no; hay otros que tienen la ficha más alta que la mía
- De haber podido ir a otro club, ¿el Barcelona?, ¿el Madrid?
- No tengo preferencia por ninguno. Soy bético. De no estar aquí, me es indiferente
Rafael Gordillo ha tenido una carrera excepcionalmente rápida. Ingresó en los juveniles a los 15 años, pasó al Betis Deportivo y con diecinueve años debutaba en el primer equipo.
- ¿Lo recuerda, Gordillo?
- Claro que sí. Fue en un partido Betis-Burgos, que ganamos por dos a uno. Salí en el segundo tiempo, sustituyendo a Cardeñosa, actuando como extremo izquierda. Después jugué algunos partidos más, hasta que Iriondo me encajó como defensa lateral izquierdo.
- ¿Por qué no jugaste antes si ya en el Betis Deportivo eras la figura?
- No lo sé. Recuerdo que, por consejo de Esteban Areta, me pasaron a la primera plantilla y estuve más de un año sin tener una oportunidad. Era entrenador Ferenc Szusza y no me sacaba porque tenía su esquema de juego y de equipo ya hecho. No, no me prestó gran atención.
- ¿Fue Iriondo, entonces?
- Así es. Iriondo me ayudó mucho en aquellos comienzos de hace casi cuatro años. Tuvo fe en mí, me dio la oportunidad y me hizo un hombre. Por eso yo estoy muy contento con la vuelta de Iriondo, pero que quede claro que guardo también un extraordinario recuerdo de Luis Cid Carriega, de García Traid y del mismo León Lasa, que estuvo poco tiempo, y por supuesto de Esteban Areta, que fue mi auténtico padre futbolístico, el forjador de mi juego.
- ¿Tiene antecedentes familiares futbolísticos?
- Sí. Mi padre fue jugador. Precisamente yo nací el 24 de febrero de 1957 en Almendralejo porque mi padre jugaba en el Extremadura, pero en seguida nos trajo a Sevilla.
Para Rafael Gordillo, desde que salí en el primer equipo del Betis, todo ha sido un camino de rosas en el terreno internacional.
- En parte sí. En seguida me convocaron para la sub-21 y después jugué también con la sub-23 y con los olímpicos, pero yo tenía una especial ilusión por haber ido a la Argentina, al Mundial del 78. Se lesionó Camacho y pensé que era mi gran ocasión. Kubala además, que me había llamado ya varias veces, me dijo entonces que estaba en la lista de los cuarenta de la FIFA. Luego no fui. Pese a mis deseos, lo comprendí, porque tenía poco más de veintiún años y mucha vida por delante. Pero la verdad es que aquellos días me llevé un pequeño disgusto.
- ¿Y después?
- Luego ya todo fue mejor. Kubala me alineó en seguida y me hice con el puesto. Después, Santamaría ha seguido confiando en mí y, ya ve, he jugado veintitrés veces con la selección absoluta española
- ¿Te consideras un hombre fijo, un titular para el Mundial 82?
- No, por supuesto que titular no me considero. Ahora estoy jugando mucho, pero un día se pierde la forma, sale otro, lo hace bien y te quedas en el banquillo. Pienso que en la selección española, salvo contadísimas excepciones, no hay titulares. Yo, desde luego, pongo todo de mi parte, me entrego con toda ilusión
- ¿Te ilusiona jugar el Mundial?
- Claro que me ilusiona. ¿A quién no? Eso es lo más bonito que puede ocurrirle a un futbolista. Yo pienso que a todos los jugadores les ilusiona estar en un Mundial defendiendo los colores de su país
- ¿Lo tiene Gordillo más cerca que otros?
- En estos momentos pienso que sí, que lo puedo tener más cerca si continúa contando conmigo. Pero pueden pasar muchas cosas de aquí a junio
- Rafa, ¿está atravesando el Betis un mal momento de juego?
- Bueno, la verdad es que no se ha estado jugando bien, ni en la pretemporada ni en los comienzos. Pero vamos a trabajar todos mucho, porque hay equipo y se pueden repetir los éxitos de los dos últimos años
- ¿La huelga de futbolistas?
- Eso es algo que no debe volver a ocurrir. Ya sabe que hubo que ir a ella para defender los intereses de otros compañeros que no cobraban. Pero la huelga no es buena y pienso que para nosotros, los futbolistas, menos que para nadie. Yo, por lo menos, le tengo un gran respeto a los aficionados al fútbol
- ¿Tu padre ha sido para ti un padre, un aficionado, un consejero?
- Lo ha sido todo. Como fue jugador, cuando se convenció de que yo quería y podía ser jugador, entonces me dedicó especial atención y me aconsejó como hombre experimentado, y me orientó en aspectos importantes del juego y de la profesión. Después ha sido mi mejor amigo y mi valedor más importante a la hora de hablar con los directivos el Betis sobre mi ficha, sobre las condiciones de mi contrato. Sí, mi padre es un gran tipo que lo ha sido todo para mí.
Pero Rafa Gordillo, “El Gordi”, tiene una nueva familia, su esposa, hijo y su hogar independiente. Lo tiene todo, juventud, dinero, fama, futuro, felicidad, familia, todas esas “efes” tan importantes en la vida de un hombre. Pero es que Rafael Gordillo se lo merece, por su modestia como persona, por su entrega como profesional, por su categoría como futbolista. Este es un hombre cotizado que, cuando se acerque de nuevo el verano, estará en la cresta de la ola de los rumores de traspaso. Seguro.