Para los hombres de buena voluntad, de Evaristo Pérez
A comienzos de la temporada 1952-53, sexta campaña en la Tercera División, se publicó un más que curioso librito denominado Apuntes del historial del Real Betis Balompié, que incluía también el calendario de la temporada a punto de iniciarse.
En él se contienen una serie de pequeños relatos curiosos, así como apuntes de la historia verdiblanca, además del calendario para la inminente temporada que se inició en Úbeda el 14 de septiembre. A modo de introducción escriben sendos artículos los ex presidentes Gil Gómez Bajuelo y Evaristo Pérez Cortés.
El relato de este último es el que traemos hoy a Manquepierda. Pérez Cortés había sido presidente muy poco tiempo antes, entre el 20 de septiembre y el 1 de noviembre de 1951 , encabezando una gestora que dirigió el club tras la dimisión de Pascual Aparicio en ese mes de septiembre de 1951. Su papel fue de transición hasta que en la asamblea del 1 de noviembre de 1951 fue elegido Francisco De la Cerda.
Al finalizar la temporada 1951-52 una nueva asamblea el 30 de mayo de 1952 depositó su confianza en Manuel Ruiz Rodríguez. Natural de Coria y hombre de fútbol, pues presidió al equipo coriano en los años 20, Manuel Ruiz también aparece ligado el club verdiblanco desde esa época. En el texto que comentamos de hoy se le llega a identificar como miembro de la directiva de Ignacio Sánchez Mejías, un hecho que no hemos podido corroborar, aunque sí sabemos que estuvo ligado al club en esos años y se le identifica con facilidad en varias imágenes de la época.
Tal y como se comenta en el texto ser presidente del Betis en esta época lo primero que suponía era respaldar económicamente al club. Y así empezó Manuel Ruiz, como todos los presidentes de los años de la Tercera División, poniendo dinero nada más llegar al cargo. También se menciona la cesión del guardameta Antonio Padilla, natural de Lora del Río, pero que pertenecía al Plus Ultra, filial del Real Madrid, club con el que Manuel Ruiz mantuvo muy buenas relaciones.
También se alude en el texto a la Copa de Andalucía lograda en julio de 1952, una competición regional con la que se ponía fin a la temporada en esos años, y el hecho de haber alcanzado el club un elevado número de socios, en torno a los 4.500 por informaciones de la prensa del momento, la cifra más alta en la historia del club. Sólo faltaba la guinda del ascenso, para lo que hubo que esperar una temporada más.
Agradecer a Eduardo Juliá, nieto de Manuel Ruiz, el poner esta obra a disposición del conocimiento de los béticos.
El Real Betis Balompié ha pasado por momentos de verdadera inquietud, y siempre ha surgido el bético de corazón que, por muy difícil que haya sido su enfermedad, ha logrado salvar su vida y con ello su historial.
Hubo esta temporada pasada y a raíz del fatídico partido con el Almería, un conato de desanimación en la masa bética, y me cabe el honor y el orgullo de haber presidido la Gestora, encauzando el Club; aprovechando la ocasión para dar gracias a los béticos por el apoyo incondicional que me prestaron, sin más halagos para mí que el deber cumplido, que ya es querer a nuestro club. ¿Comprendido?.
A don Manuel Ruiz, nuestro nuevo Presidente, le toca el turno de los buenos béticos, seguir la vida del club en las temporadas que se avecinan.
En ésta, 52-53, tiene la ilusión, como todos, del ansiado ascenso, encontrándose entusiasmado con su cargo de Presidente.
Me pidió su colaboración, que le presté incondicionalmente, pues se trata de un bético de viejo cuño y entendido en lides futbolísticas.
Fue Presidente del Coria CF, de donde es natural, allá por los años 23 y 24, donde tuve el honor de vestir sus colores como jugador, al lado de Pedrosa, Agüita, Suárez, Titi, Reina, mi hermano Tomás, etc. Casi todos militaron en el Betis.
Manolo Ruiz llegó a formar un buen cuadro de jugadores que le dio fama al cuadro ribereño.
Fue directivo del Betis cuando el valor tenía el mérito de ser expuesto. Esto acaeció en la época del malogrado Sánchez Mejías, donde cualquier conato de injusticia se traducía inmediatamente en defender nuestro derecho.
Aún recordamos la llegada de Lazcano, Pedro Regueiro y otros.
Apartado algunas temporadas de la fiebre del fútbol, ha vuelto al seno del club a defender los colores que tanto queremos, esperando que bajo su Presidencia y colaboración de los demás directivos salgamos de este hoyo donde la desgracia nos llevó.
Hasta la fecha ha conseguido librar al Club con aportaciones a final de temporada, donde al no haber ingresos no podía hacerse frente a los pagos.
Sus buenas relaciones con el Madrid han dado como fruto la cesión del portero Padilla, desestimando otras cesiones por considerar que de momento no son necesarias.
Ha conseguido en su debut la Copa Andalucía, último torneo celebrado, y presentar un cuadro de jugadores muy estimable.
Ha elevado el número de socios, cosa importante que demuestra el cariño de los sevillanos por el Betis, y seguirá la marcha de nuestros esfuerzos hasta conseguir lo que todo ansiamos.