Entrevista Rafael Gordillo 2001
Rafael Gordillo jugó en el primer equipo bético en dos etapas; entre 1977 y 1985 y entre 1992 y 1995. Más de 500 partidos con al verdiblanca avalan su trayectoria como uno de los futbolistas más importantes de la historia verdiblanca. Incorporado a la cantera bética en 1972, pasó por todos los escalafones inferiores antes de debutar con el primer equipo.
En esta entrevista de mayo del año 2001 con el periodista Manuel Fernández de Córdoba repasa su historia futbolística y personal en los 20 años de su vida que dedicó al mundo del fútbol.
Nació en el Betis y al Betis volvió tras haber triunfado en verdiblanco de Heliópolis, en blanco de Bernabéu y en la selección española. Pentacampeón de Liga con el coloso madridista y leyenda permanente para el beticismo.
Y todos me dicen, Rafael, que eras el mejor.
- Hombre, cuando dicen de uno que es el mejor, por supuesto que me gusta; pero llegar a creérmelo no me hubiese gustado nunca
- También coinciden muchos, y yo entre ellos, Rafa, en que aún eres mejor persona que futbolista
- Mis fallos tendré. También es verdad que me lo han dicho muchas veces, pero tampoco es bueno creérselo. No he sido conflictivo, no he sido leñero
- A ti sí te daban leña…
- Yo no la he dado porque no he sido de esa condición, pero tampoco la he dado porque no sabía darla. Las pocas tarjetas por este motivo que me sacaban era porque me picaba un poco y, como no sabía dar leña, se me notaba la poquita que pudiera dar. Yo no sabía dar patadas
- Además, con las medias bajas era más fácil darte. ¿Por qué lo de jugar con las medias bajadas?
- Yo empecé con los infantiles con las medias arriba, como todos los chavales. En los juveniles y amateur igual, pero allí empecé a echarme las medias abajo porque un día me encontré cansado, me bajé las medias y vi que estaba más descansado y podía correr más. Ya lo tomé por norma. Primero fue por comodidad y, después, como las cosas me rodaban bien, por superstición
- Pero el riesgo era mayor…
- Sí. Las dos o tres heridas que yo he tenido en las piernas se hubieran evitado con espinilleras, pero yo, en ese aspecto, por mi manera de jugar, era listo. Yo iba al choque, pero si podía meter la punterita y saltar, la metía y saltaba; y si tenía que ir al choque fuerte, iba, pero con cuidado. Era listo y he tenido suerte en muchas entradas
- Tu vida en el Betis
- Yo llegué a los infantiles con quince años. Estaba jugando en el San Pablo el Trofeo Peral. Allí me vieron del Betis Rafael Cruz, que era muy amigo de mi padre y habló con él. Así entré, con Melero de entrenador y como coordinador de todos esos escalafones Pedro Buenaventura. Estuve en juveniles, amateur, en Regional Preferente y Tercera División. Estando Szusza en el Betis estuve entrenando un año entero con la primera plantilla, aunque jugaba en el filial con Esteban Areta. Después llegó Iriondo y, en cuanto llegó, nos bajó a todos al filial. Más tarde me vio jugar, porque él veía los partidos de la cantera, de extremo izquierda y un día, por lo que se ve, le dijo a Esteban Areta que me pusiera de lateral. Fue en Almería y nos metieron cinco. Cuando, en aquel partido, me dijo Esteban Areta que iba con el “tres” y de lateral, me sorprendió. Y al final, acertó. Me vino bien. El Betis, en esa época, tenía muy buenos jugadores
- Aquel Betis jugaba de memoria, Esnaola la sacaba y…
- Esnaola te la ponía como ningún portero he visto que te la ponga. Había, por ejemplo, un córner contra nosotros, la cogía Esnaola y yo salía corriendo por la banda y muchos pensarían que estaba loco, pero es que sabía que la pelota me la iba a poner Esnaola en el sitio. Con el pie, Esnaola ha sido el mejor portero que he visto poniéndola. Era buenísimo
- Más de veinte temporadas como profesional…
- Como profesional sí. Internacional he sido 75 en la selección A. En total, 79. Yo ni me acordaba. He jugado en la olímpica, 2 Mundiales y tres Eurocopas y cinco campeonatos de Liga con el Real Madrid
- Y vuelves al Betis. Hay un antecedente que lo tienes bien cerca: Luis Del Sol
- A Luis le pasó igual, pero él ha viajado más que yo, porque de Madrid se fue a Italia. Él estuvo más lejos que yo, que sólo estaba a quinientos kilómetros, aunque me parecía lejísimos
- Llega la vuelta a tu Betis…
- Yo tenía claro, como ocurre con muchos futbolistas, que en esos años me iba a tener que ir del Madrid. Juanito, Juan Gómez, antes de irse de viaje en el que se mató, tenía casi apalabrado el Burgos, en Primera, y me dijo a mí que me fuera para allá. Le dije que con él, encantado, pero si el Betis me quería, el Betis era el primero. Yo no había hablado con nadie del Betis. También estaba Camacho en el Rayo y me dijo igual. Comenzaron los contactos con el Betis. Estuve con Márquez Medrano. Y sin ningún problema. Estuve el primer año en Segunda, hago el siguiente en Segunda, ascendemos, juego en Primera División y me voy. Salí del Betis con 38 años
- Pero no te retiras, sino que te vas al Écija
- Yo sabía que podía hacer un año más, aunque no fuese en el Betis. Allí jugué un año y si no llega ser por la lesión de espalda, todavía estaría jugando, aunque fuese en Segunda B, o como Diego Rodríguez que todavía está jugando. ¿Por qué? Porque yo lo que quería era jugar al fútbol. Eso es lo que hacía desde que tenía quince años y es lo que me gusta. Me hubiera retirado a los 42. Es que encanta. Pero no me dejó la espalda. El segundo año del Écija no podía correr. Diego la tenía, pero se fue a ver a un tío de Barcelona que le pinchó y le quitó el dolor. Y yo, cuando me enteré, le dije: si me hubieses avisado, todavía estaríamos enfrentándonos. Pero eso me lo dijo el otro día
- De las dos bandas del campo del Betis, ¿cuál te gustaba más? ¿La de Fondo o la de Preferencia?
- He hecho buenos partidos en las dos, pero quizás la mejor fuera la de Fondo, me gustaba más. No sé si por el sol o por la gente, pero me gustaba más
- En la banda, ahora de delegado, y cuando las cosas no iban bien, y te decían “sal tú, Rafael”…
- Ya no está uno para eso, pero gusta que la gente se acuerde de ti. Yo, pase lo que pase, siempre voy a estar contento con el Betis. Al Betis nunca le pude decir que no
- O sea, bético para siempre
- Eso no me lo puede quitar nadie, porque es mío desde que era chico. Desde que llevaba mi padre, también bético, desde chiquitito. Y eso lo será siempre
Su futbolista más admirado era “siempre lo he dicho y lo sigo diciendo Rogelio”. Y como persona “Juanito, Juan Gómez, era especial como talento, como rabia, como casta”. Y cuando uno le comenta que ya lo había hecho todo en el Betis y que se iba al Real Madrid, Rafael puntualiza tan claro como el agua:
- No es exactamente así. Yo me quería quedar en el Betis y a mí no me quisieron dejar en el Betis los que entonces estaban, Retamero y Salas Tirado. Yo, con veintiocho años, conocía al Madrid por los compañeros de la selección, cómo se vivía allí y cómo se estaba allí. Pero a mí todo eso me daba igual. Yo quería seguir en el Betis y vivir en Sevilla. Estuve negociando. No quería irme, Y el Madrid, porque yo estaba libre, no quería darle dinero al Betis. Yo les dije que, o le daban dinero al Betis o yo no firmaba por el Betis. Y así fue
- Por un lado, profesionalmente, te vino bien. Pero dejar Sevilla, tu gente…
- La gente no sabe el problema que fue para mi familia el salir de aquí. Me llevé tres meses bien jodido. No conocía ni las calles. Ponía delante de mí un taxi y lo seguía. Vivía solo. Sin mi mujer, sin mi gente y yo no estaba acostumbrado a eso. Ya después, cuando encontré casa y se vino toda mi familia, mis padres, mi hermano, mi mujer y mis niños, empecé a adaptarme. Ya aquello fue distinto
- El Madrid sabía lo que fichaba: al mejor. Aquel tobillo de goma a la hora de centrar balones…
- Mi trabajo me costó. Szusza decía que si no centraba bien y no tiraba, todo estaba mal en el fútbol. Entrené muchísmo. Si de diez centraba bien tres, al día siguiente quería que fuesen cuatro. Empecé a acostumbrarme a centrar. Yo, al principio, no era un buen pasador. Pero con la experiencia, los años y los entrenadores fui mejorando…