Entrevista Sebastián Alabanda 1976
Sebastián Alabanda llegó a la cantera del Betis con 14 años, en 1964, desde su Posadas natal. Debutó con el primer equipo del Betis un 11 de diciembre de 1969, con 19 años, en un amistoso jugado en el Villamarín contra el Jerez Industrial. Aún pertenecía al Triana, en el que estaría hasta 1971. Luego vendrían años de cesiones, en la 71-72 al Valdepeñas de la Tercera División, y al Rayo Vallecano en la 72-73 en Segunda.
Por fin, en la temporada 1973-74, se integró definitivamente en la primera plantilla verdiblanca, haciendo su debut en partido oficial el 1 de septiembre de 1973 en Linares contra el club local, cuando al inicio de la segunda parte sustituyó a Olmedo.
A partir de ahí se inició una carrera creciente en el seno del equipo bético, que le llevó a convertirse en el pulmón del centro del campo, aunque también jugó en otros puestos en momentos determinados como en la defensa.
En 1976 Sebastián Alabanda debutó con la selección que entonces entrenaba Ladislao Kubala. Lo hizo con motivo del enfrentamiento a doble partido de cuartos de final de la Eurocopa contra Alemania Federal. El 24 de abril en el Vicente Calderón salió en el minuto 81 a sustituir al barcelonista Migueli. En el partido de vuelta, jugado en Munich el 22 de mayo estuvo en el banquillo.
Con motivo de esta internacionalidad AS realizó esta entrevista a Sebastián Alabanda, en la que relata sus difíciles momentos para llegar al primer equipo del Betis, así como diversos aspectos interesantes de su personalidad.
Sebastián Alabanda. Veinticinco años. Alto, moreno y fuerte. Con un buen humor contagioso y un conversar ocurrente que no mide las respuestas ni busca las frases brillantes.
Sebastián Alabanda. Con su acento andalucísimo y su pasión por el fútbol y por el Betis…, “manquepierda”.
Sebastián Alabanda ha sido, frente a Alemania, por primera vez, internacional.
Hay muchas pasiones en su vida: su familia, su Posadas natal, allá en Córdoba, su Sevilla, su Betis… Y su fútbol, su fútbol y su fútbol.
– ¿Cómo empezó tu afición al fútbol, Sebastián?
– Desde muy pequeño me gustaba. Es una cosa que siempre he llevado dentro, y que si me faltara no sé hasta qué punto podría soportarlo. Creo que no podría vivir sin el fútbol.
– Entonces, jugarías sólo por divertirte, ¿no?
– No, desde niño pensé en dedicarme en serio al fútbol… Entonces coleccionaba las estampitas de futbolistas, y para mí aquello era una cosa…
– ¿Cuál era tu estampita más preciada, tu ídolo?
– Tuve varios ídolos, pero cuando ví jugar a Luis Del Sol…, me hubiera gustado verle jugar con veinticinco años, pues ya con treinta y ocho era una maravilla…
– ¿A tu familia le pareció bien que te dedicaras al fútbol?
– Bueno, al principio no les hacía mucha gracia, porque mi familia siempre fue, y sigue siendo, una familia modesta, y yo cada par de zapatos que me compraban los rompía y cada semana necesitaba unos nuevos… Pero después, viendo que me lo había tomado tan en serio me dejaron que hiciera lo que quisiera
Hizo lo que quiso y comenzó a jugar en los infantiles del Betis. Y de ahí…
-De ahí a los juveniles, y más tarde al Triana, filial del Betis, hasta llegar por fin al primer equipo.
– ¿Ha sido fácil tu carrera?
– No. Ha sido bastante difícil, porque estando en el equipo filial no es fácil llegar al primer equipo. Tiene que superara muchas cosas y el público se puede cansar de verte. Había mucha gente a la que no gustaba mi forma de jugar, y llegué a pensar que nunca tendría posibilidades de llegar al Betis. No obstante, tuve suerte, lo conseguí y estoy muy contento.
– ¿Guardas un recuerdo especialmente feliz de tu carrera?
– No sé. Diría muchos y no diría ninguno. Ahora, después de tres o cuatro temporadas en el Betis y recordando las dificultades que tuve que pasar, pienso que el recuerdo más feliz es el haber llegado a jugar en el Betis, porque, como te he dicho, pensé que nunca lo conseguiría.
– Kubala pensó en Alabanda para marcar a Hoeness, si éste hubiera venido. ¿Te consideras buen marcador?
– No, sonríe, no soy ni bueno ni malo, No sé cómo seré
– ¿Te gusta jugar delante o atrás?
– Suelo jugar más hacia atrás, lo cual es una ventaja, porque se reciben menos patadas…
– ¿No te gustan las patadas?
– Nada. Es lo que menos me gusta del fútbol, las patadas fuertes que te dan y que hacen mucho daño. Pero esto es normal, pues el fútbol es un deporte duro y hay que aceptarlo así… Creo que hay otros países que juegan bastante más duros que aquí
-¿Cómo es tu estilo de juego? ¿Fuerza ó técnica?
– Puede que se base más en la fuerza, pero también hay que tener técnica para jugar en Primera División. Se pueden compensar ambas cosas. Soy, sobre todo, disciplinado, y creo que me puedo amoldar a cualquier puesto
– ¿Has tenido suerte en el fútbol, Sebastián?
– Sí. Y creo, además, que la suerte es fundamental para todo.
– ¿Cómo eres fuera del campo?
– Normal y corriente como cualquier otra persona. Y muy tranquilo. Para que me exalte me tienen que tocar mucho el amor propio
– Tranquilo también en el campo…
– No. ¡Todo lo contrario¡ En el campo, por las circunstancias del fútbol, me exalto muy fácilmente
– ¿Eres exigente?
– Mucho. Conmigo más que con nadie. Cada jugador sabe cuándo lo hace bien y cuándo no, y yo, cuando lo hago mal no puedo tener nadie a mi lado porque parece que quisiera pagarla con él
– ¿Te deprimes con facilidad?
– No, nunca. Tengo una moral de hierro
– ¿Ambicioso?
– Mucho. Aspiro a todo
– ¿Y has llegado a ese “todo”?
– Todavía no. Creo que a los veinticinco años no se ha llegado al máximo
– Pero el haber sido internacional…
– Sí; es un paso importantísimo. Nunca me había marcado esa meta. Sólo aspiraba a jugar en el Betis y serle útil. Después llegó lo de la selección olímpica y sub-23, y ya entonces cabía la posibilidad de algún día llegara lo que ha llegado
– ¿Eres optimista?
– Siempre soy optimista
– ¿Qué me dices del vallado de los campos? ¿Es necesario?
– Creo que no. Que aunque lo haya en otros muchos países, no es necesario en España. Además no es justo que por un caso, por una persona medio majara perdía tengan que pagar todos los clubs que jueguen partidos internacionales… Yo no he visto casos como el del Bernabéu, por lo menos, con el público del Betis nunca ha habido estos problemas
– ¿El público sevillano es el mejor de España?
– El sevillano no, el del Betis, para mí es de los mejores. Tenemos una afición fenomenal que siempre nos apoya
– ¿Y qué te parece el problema arbitral?
– Que es un tema largo y ancho, y que prefiero no tocarlo…
– Pero, ¿existe el problema?
– Bueno, yo creo que se habla mucho, pero que debe haber hechos. Sin pruebas no sé hasta qué punto puede ser verdad
Le pregunto por su vida privada y me dice que está casado desde hace dos años con Loli, su novia de siempre, a la que conoció en Posadas y que no sabe aún lo que es un córner.
Y de su hijo Sebastián, que tiene siete meses, pero que aparenta casi dos años. Sonrío comprensiva:
– ¿No exageras un poco?
– ¡Qué va¡. Si en Madrid fui a comprarle un trajecito y me tuve que llevar la talla de año y medio…
Y me dice, con ese orgullo de padre feliz, que ya tiene seis dientes y que los usa a conciencia a la hora de comer galletas.
– Es el primogénito…, el heredero
– ¿Heredero también del fútbol de su padre?
– Pues no sé si me gustaría ó no. Lo dejaría a su elección
Tal vez, con el tiempo, Sebastián hijo rompa tantos pares de zapatos como su padre… Y casi seguro, que dentro de unos años comenzará su colección de estampitas…
– ¿Qué haces en tu tiempo libre?
– Ahora estoy estudiando un curso de televisión en color y para el año que viene tengo previsto hacer el curso de monitor, no con miras de ser entrenador, sino por tener algo seguro. Me preocupa mucho mi porvenir porque esto del fútbol es muy corto y hay que ir pensando en el futuro…
– ¿Y cuando no estudias…?
– Pues me gusta mucho el cine y, sobre todo, la música… El resto del tiempo lo aprovecho para salir con Loli y el niño a pasear ó a algún espectáculo…
– ¿Qué coleccionas?
– Ultimamente estaba coleccionando pipas de Turquía. Como ya he ido dos veces a jugar allí y otras dos que vinieron ellos, y siempre te regalan pipas… pues tengo ya bastantes
– Y amigos, ¿cuántos tienes, Sebastián?
– Amigos no muchos. Conocidos, bastantes, pero amigos…
– ¿Qué le exiges a una persona para considerarla tu amigo?
– Sinceridad conmigo y que me preste su ayuda sin reservas cuando tenga necesidad de ella.
Y acabamos por volver a hablar de las maravillas de Sevilla, las alegrías del fútbol y las travesuras de su hijo.
Son las tres grandes pasiones de un hombre cordial y sencillo. Los tres amores de Sebastián Alabanda.
Y vuelve a decirme que no me perdona que no conozca Sevilla.
Fuente: Alicia Casares en AS 2 de junio de 1976