Homenaje a Jesús, de Antonio Cantos
En noviembre de 1939 se disputó un partido de homenaje a Jesús Bernáldez, el legendario Manos Duras, que defendió la portería verdiblanca desde 1923 hasta 1935. El partido enfrentó al Betis contra un selección de jugadores sevillanos, imponiéndose 3-2 el equipo verdiblanco.
El día anterior al partido, un 25 de noviembre de 1939, se publicó en el Correo de Andalucía este artículo del periodista Antonio Cantos, que escribió en los años iniciales del fútbol sevillano con el seudónimo de Zancadilla. En él relata un partido que en enero de 1924 se jugó en Madrid entre la selección Centro y la de Andalucía. Como curiosidad la selección madrileña alineó a 5 jugadores del Athletic de Madrid, 5 del Real Madrid y 1 del Racing de Madrid, mientras que la selección andaluza formó con 1 jugador bético y 10 sevillistas, debido a la lesión del portero Eduardo Avilés.
Una versión más del yo me lo guiso, yo me lo como, con que la Federación Regional Sur gobernaba por entonces el fútbol andaluz.
Ha sido un doble acierto de los organizadores de este partido homenaje que se celebrará el domingo a beneficio del ex guardameta del Betis Balompié Jesús Bernáldez, primero por la feliz iniciativa de llevarlo a efecto, segundo por las dos admirables alineaciones que hemos leído estos días, que tienen toda la garantía de un éxito deportivo. Jesús Bernáldez es muy acreedor a este homenaje, pues para el veterano aficionado no tan fácilmente se olvidan sus grandes tardes de fútbol.
Quizás sea Jesús, entre los buenos jugadores de fútbol que Sevilla ha dado, uno de los más destacados, que recibió, en justicia, los halagos de la alta crítica, dándose la rara coincidencia—en lugar de tal responsabilidad como en fútbol tiene la puerta—de que en muy pocas, en contadísimas ocasiones, se le achacaran los reveses que sufriera el equipo en tardes aciagas. Se comentaba que si la línea media no había carburado, que si el ataque no se había entendido, o acusado excesiva prudencia sus componentes, que la zaga, descolocada, era la responsable de la derrota…, pero qué pocas veces, exiguas, hicieron responsables los buenos aficionados–¿estamos?—a Jesús.
Yo quiero recordar, de entre las muchas buenas anécdotas de su vida deportiva, una en las que tuve una intervención directa.
Allá por los años 22 o 23 se organizaron por la Real Federación Española de Fútbol unas competiciones interregionales y correspondió a la selección de Andalucía jugar contra la del Centro. Nuestra Regional pensó, en principio, que puesto que el equipo del Sevilla FC estaba muy bien compenetrado y llevaba una campaña magnífica, acusando principalmente un acoplamiento global tan preciado en este deporte, íntegro debía ir a Madrid. Yo, secretario a la sazón del organismo federativo, a pesar de ser admirador del guardameta del Sevilla, Avilés, opiné que por aquel entonces el cancerbero del Betis, Jesús, se encontraba en mejores condiciones para defender la puerta en un partido de tal interés y responsabilidad que el titular del Sevilla. Prevaleció mi criterio, se le consultó al Betis, y la directiva de este club dio toda clase de facilidades, ofreciendo al jugador. Yo hablé con Jesús, que estaba reacio, temeroso de no poder cumplir bien su cometido y que era testigo de cuánto se discutía su nombre, además, y le llevé al convencimiento.
Con los aficionados que se desplazaron a la villa y corte—de Sevilla salió hasta un tren especial abarrotado–fuí yo, y el partido se celebraría en el Stadium Metropolitano. Colina y yo fuimos designados jueces de gol y me situé junto a la puerta que le correspondía defender a Jesús. Este empezó todo nervioso y azarado. Yo le animaba: “Tranquilidad, tranquilidad, Jesús”. Fueron aquellos minutos de angustia para mí, principal responsable de una vergonzosa derrota, y yo, aparentando tranquilidad que quería transmitirle, estaba bastante peor que él. Cuando vi avanzar a Juanito Monjardín (delantero centro de la selección madrileña) y ¡paf¡ chutazo que te viene, y parada magistral que hace Jesús, empecé a palmotear. Luego Triana, tan temible ante el marco, fue el que largó otro píldorazo que Jesús sostuvo de modo asombroso. En resumidas cuentas: que dominó casi toda la tarde la selección Centro, ¡qué artilleros más peligrosos¡, y que perdimos por 2 a 1. Jesús, salvo aquellos primeros minutos de nerviosismo, tuvo una actuación felicísima.
Por cierto que la delantera que el Centro opuso a Andalucía fue De Miguel, Triana, Monjardín, Félix Pérez y Del Campo. La del grupo andaluz la formaron Fuentes, autor del único tanto de Andalucía, Spencer, Kinké, León y Brand.
No queremos cansar más al lector. Hasta el domingo, pues, en el campo. ¡Buen partido a la vista¡…