Homenaje a los campeones, de Emilio Vara
El artículo que vamos a ver hoy se publicó en el diario Sevilla el 22 de mayo de 1954. Al día siguiente el Betis iba a jugar en Heliópolis el ultimo partido en casa de su larga singladura de 7 años por la Tercera División.
Hora era de realizar un análisis de esos 7 años, en los que al equipo no le faltó al aliento de su afición, y de rendir homenaje a aquellos que, desde la directiva, aguantaron los malos tiempos y superaron las adversidades. Lo hace Emilio Vara, el periodista deportivo del diario Sevilla.
Mañana es el día. Mañana, por fin, veremos al Betis decirle adiós a la Tercera División en Heliópolis. Pasaron ya los malos años. Cuando el Betis descendió en aquella temporada desgraciada de 1946-47, se creyó que volvería a subir enseguida. Pero la Tercera División es un pozo, del que es difícil salir cuando se cae en él. Y siete años ha estado el Betis en la categoría que no le corresponde. Siete años de lucha constante por conseguir el ascenso, durante los cuales destacó el alto espíritu deportivo de la afición bética y el cariño que siente esa gran afición por los colores de su Club. Porque durante todo ese tiempo jamás le faltó al Betis el apoyo y el estímulo de sus seguidores, y gracias a esa ayuda y ese aliento de su afición, que es la mejor de España, el Club verdiblanco pudo vencer los años difíciles, que ya pertenecen a la historia y resurgir hoy victorioso camino de la División de Honor, que es donde tiene que estar.
Ha tardado el Betis en salir de la Tercera División, pero, como decía ayer, quizás haya merecido la pena esperar tanto para verlo ascender de la forma tan brillante como lo ha hecho. El Real Betis Balompié ha entrado en la Segunda División de la Liga con todos los honores; por la puerta grande abierta de par en par, y rindiéndose todos sus adversarios ante la evidencia de su superioridad.
Ha sido magnífica la campaña que ha realizado el Betis este año. Desde el principio se le vio madera de campeón y en todos los campos se comportó como tal, venciendo a los otros equipos que pretendían cerrarle el paso.
Con ser ya, de un mérito enorme lo que ha hecho el cuadro verdiblanco en esta temporada gloriosa para sus colores, su victoria, su rotundo triunfo, tiene aún más valor si consideramos que el Betis ha tenido que luchar en todos sus partidos en circunstancias distintas a los demás equipos. Porque el Betis, no por el hecho de ser el favorito de la competición, sino por llevar un nombre histórico, por ser un Club que tiene en sus vitrinas la Copa de campeón de Liga de Primera División, por ser, sencillamente, el Real Betis Balompié, ha tenido que luchar siempre ante enemigos que se crecían frente a él y salían a darle la batalla con todas sus fuerzas para tratar de vencerlo. Para todos los equipos era un honor derrotar al Betis y salían a jugar con un coraje enorme, buscando ese triunfo que tanto significaba para ellos.
Pero el Betis ha contado este año con un equipo fuerte; con jugadores, que, dándose cuenta de lo que suponía vestir la camiseta verdiblanca, no regatearon el menor esfuerzo para defenderla en todos los campos como es debido, y respondiendo todos a la confianza que en ellos se depositaba, fueron ofreciéndole al Club las tardes de triunfo que han hecho que la campaña del equipo sea digna de admiración y los elogios que se le tributan. Jugadores con clase que no se limitaron únicamente a jugar con la cabeza, sino que adornaron su técnica con ese coraje tan valioso en futbol, que hace que el mejor, por mucha guerra que dé el contrario, termine ganando la partida. Y con una fuerza así, con varios hombres, que han sabido responder dentro y fuera de casa como había que hacerlo para vencer, el Betis se ha proclamado campeón con mucho sobre los demás y ha conseguido el ascenso tan deseado.
Claro es que por mucha voluntad que hubieran puesto esos muchachos que han ascendido al Betis, por mucho que hubieran querido batallar para ganar, no hubieran conseguido su objetivo si les fallan las facultades físicas. Pero este año también ha contado el Betis con un magnífico entrenador, que ha sabido tener en forma en todo momento a los jugadores encomendados a su preparación, y por ello el equipo rindió siempre con la fuerza que le permitía llegar hasta el final, imponiéndose a sus enemigos, no solo por su mejor técnica, sino también por su mayor fondo físico. Gómez, el buen preparador verdiblanco, ha sido un factor importantísimo en el ascenso, y no únicamente por tener siempre a sus jugadores a punto, sino también porque sintiendo al Betis como lo siente, les inculcó a sus muchachos cada tarde la moral de victoria que hacía falta para vencer.
Bien. He resaltado la labor realizada por los jugadores y su entrenador en pro del triunfo. Pero conste, y quiero decirlo en seguida, que no han sido ellos los únicos que han hecho posible el ascenso. Hay otros dos factores, sin los cuales el triunfo no habría llegado. Me refiero a la Directiva y a la afición.
Sin los sacrificios de la Directiva, sin el acierto con que rigen los destinos del Club, los señores que hoy están al frente de él, el éxito no se hubiera conseguido. Porque había que empezar por acertar en los fichajes –cosa que no se consiguió- y después no regatear nada a lo largo de la competición para que la victoria no se fuera de las manos. Yo he seguido muy de cerca la labor que han hecho los directivos del Betis a lo largo de la temporada, y desde su presidente, don Manuel Ruiz, que ha acompañado al equipo a todos los desplazamientos, estimulándolo con su presencia, hasta el último cargo, todos han trabajado continuamente con un cariño y un entusiasmo enormes. Han vivido pendientes de las actuaciones del equipo, atentos al menor fallo para remediarlo en seguida. Se vio mediada la Liga que hacía falta un delantero, que había que reforzar el ataque, y vino en el momento preciso el jugador que había de resolver la papeleta: Barinaga. La Directiva no regateó ningún esfuerzo para conseguir su fichaje.
Han trabajado mucho los directivos por el ascenso desde sus puestos de mando. Han luchado en la Secretaría por el triunfo con el mismo entusiasmo que los jugadores peleaban en el campo. Y hoy, alcanzada la meta, como premio a sus desvelos, como fruto de una labor extraordinaria, les llega la satisfacción de ver que no trabajaron en balde: que el Betis salió de la Tercera División.
Y ahora, ya como broche final a este comentario, el papel tan importante que ha desempeñado en el ascenso la afición bética, que, sin su ayuda, sin su apoyo leal y entusiasta, el esfuerzo de los demás no se hubiera visto coronado por el éxito. Porque si el Betis vuelve a estar en Segunda División es porque en los momentos difíciles, cuando más necesitaba el calor de sus seguidores, contó siempre con una masa de “hinchas” que lo apoyó con entusiasmo y le animó a luchar para resurgir con las fuerzas que hoy vuelve.
El Betis Balompié cuenta con la afición más entusiasta de España, reconocido así por todo el mundo; con una afición que ha acompañado al equipo a donde hiciera falta y que no le importó que pasaran los años sin llegar al ascenso. Siguió siempre al lado de su equipo, gritando “¡Viva er Betis manque pierda!”, y gracias a esa ayuda eficaz, a ese aliento de los miles de béticos que hoy no caben de entusiasmo, el Betis no se hundió y deja la Tercera División, no para volver a la Segunda, sino para iniciar el camino de la División de Honor.
Para esta gran afición, que ha sabido sobrellevar con una actitud ejemplar los años pasados en la Tercera División, para esta noble afición, que ha tenido la virtud de saber esperar, nuestro aplauso y nuestra felicitación por el triunfo.
Un alto federativo español dijo a principios de temporada, comentando los primeros éxitos del Betis:
- Es muy natural y lógico que el Betis gane. Tiene la mejor afición de España y contando con una afición como la suya volverá a ser gente en el futbol español.
Cierto. El Betis volverá a ser gente en nuestro futbol, porque está respaldado por miles de seguidores, fieles a sus colores, pase lo que pase, que constituyen una fuerza valiosísima. Con una afición como la suya, cierto, se puede aspirar a lo máximo.
¡Aupa, Betis!
Impresionante documento. Enhorabuena al que lo tiene a buen recaudo y lo da a conocer.