La Academia Bética. 1935.

Hoy, 28 de diciembre, traemos a Manquepierda un descubrimiento que hemos realizado hace poco tiempo y que era totalmente desconocido hasta este momento.
Se trata de una Academia Bética que funcionó en la ciudad de Sevilla en el año 1935, y de la que vamos a avanzar algunos detalles descubiertos en nuestra tarea de investigación. Por lo que hemos podido averiguar, dentro de la ola de Beticismo que se extendió por la ciudad de Sevilla tras la conquista del Campeonato de Liga, la directiva bética que presidía Antonio Moreno Sevillano se puso como objetivo enseñar y difundir las características y conocimientos básicos que debían de estar presentes en la afición verdiblanca.
A tal fin, se fundó un centro de enseñanza, la Academia Bética, que tenía su sede permanente en la calle Lope de Rueda, en pleno barrio de Santa Cruz, un sitio totalmente céntrico. Su director era un conocido aficionado bético de esos años, Ulises Bidón (primo de Luis Cernuda y hermano del escultor Antonio Bidón), y el cuerpo de profesores estaba constituido por eminentes béticos del momento: Carlos Fernández de Pando, Juan Alfonseca Caro, Adolfo Cuéllar Rodríguez, José Luis Herrera Montenegro, Ramón Medel Martínez, Federico Cazorla Martínez, Manuel Forcada Cabanellas, Diego López Jiménez, Gil Gómez Bajuelo, Enrique Añino Ilzarbe-Andueza, Heliodoro Garrido Conde y José María Domenech Romero.
En el primer curso que la Academia estuvo en marcha se llegaron a matricular más de 200 alumnos, entre los que podemos encontrar los nombres de algunos béticos posteriores de reconocido prestigio, como los casos de Adolfo Cuéllar Contreras, Enrique Gallardo Navas, Alberto Márquez Suárez, Antonio Moguer Márquez, José Núñez Naranjo o Ramón Rodríguez del Valle.
Entre las asignaturas que se impartían podemos mencionar las siguientes: Introducción a la Filosofía Bética, Geografía Bética de la ciudad de Sevilla, Lengua y Literatura Bética, Historia del Real Betis Balompié, Historia del Arte Bético y Paleografía y Diplomática Balompedista. Como podemos comprobar toda una serie de avanzadas materias especializadas en las humanidades béticas.
Para el ingreso en la Academia Bética se requerían los siguientes condicionantes:
- una carta de presentación a cargo de dos béticos reconocidos
- la partida de nacimiento, debidamente legalizada
- certificación médica de no padecer enfermedades infecciosas propias de otras aficiones, y su correspondiente vacuna
- dos fotografías para la expedición del carnet de estudiante de la Academia Bética
En la publicación Guía de Sevilla del año 1935 aparece recogida la Academia Bética junto a otros centros de enseñanza privados de la época:

¿Qué sucedió con la Academia Bética? Por lo que hemos podido averiguar la procelosa singladura que el club verdiblanco tuvo durante los años de la guerra civil hizo que esta meritoria iniciativa no llegase a buen puerto. En los años posteriores a la guerra se pierde el rastro de esta Academia Bética, sin que por el momento hayamos podido documentar su permanencia o desaparición posterior a esos años.