La gira del Betis por Alemania en 1925.

El próximo miércoles el Betis jugará en la ciudad polaca de Wroclaw con motivo de la final de la Conference League.
Curiosamente el Betis vuelve al mismo lugar donde hace casi 100 años ya jugó, en el curso de la gira que en el mes de agosto de 1925 realizó por Alemania. En ese momento la ciudad, capital de la región de Silesia, se llamaba Breslau. Los cambios y reajustes territoriales que se realizaron al final de la Segunda Guerra Mundial, y que se remontan al menos al siglo XVIII con los sucesivos repartos de Polonia entre Austria, Prusia y Rusia, son los que explican este cambio de nombre y de pertenencia.
En septiembre de 2015 publiqué en la revista digital Cuadernos de Fútbol, perteneciente al CIHEFE (Centro de Investigación, Historia y Estadística del Fútbol Español) este artículo dedicado a la gira del Betis por Alemania y que es buen momento para recuperar.
En el recién finalizado mes de agosto se cumplieron 90 años de la gira que el Real Betis Balompié realizó por Alemania.
Fue en agosto de 1925 cuando el conjunto verdiblanco llevó a cabo esta expedición, disputando un total de cuatro partidos contra equipos alemanes.
Con frecuencia, desde finales de la década anterior, el Betis realizó diversas giras futbolísticas aunque hasta ese momento siempre dentro de las fronteras españolas. Así en 1919 fue el primer equipo peninsular que jugó en Canarias, disputando 8 partidos entre las islas de Tenerife y Gran Canaria. Y durante la primera mitad de la década de los 20 el camisolín verdiblanco apareció por los terrenos de juego de Madrid, Vigo, Murcia, Barcelona, Bilbao, Santander, Gijón, Langreo, Cartagena, Valencia, Alicante, Oviedo, etc.
Ahora se dio un paso adelante con una gira por tierras centroeuropeas, una actividad cada vez más frecuente, ligada a la expansión del fútbol como espectáculo y al desarrollo de los medios de transporte.
La República de Weimar, el sistema democrático y parlamentario que sustituyó al Segundo Reich tras la derrota en la Primera Guerra Mundial, pasó por graves dificultades económicas, sociales y políticas entre 1919 y 1923, pero a partir de 1924, con el Plan Daves se inició la recuperación económica. Los tratados de Locarno de 1925 supusieron el retorno de Alemania a la escena internacional, concretada en su ingreso en la Sociedad de Naciones en 1926.
Es en este contexto en el que el fútbol alemán retoma el contacto con el resto de Europa, pues había permanecido al margen desde 1914. De hecho, Alemania no participó en los Juegos Olímpicos de Amberes en 1920 ni en los de París en 1924, y no sería hasta las Olimpiadas de 1928 en Ámsterdam cuando volvieran a la máxima competición futbolística.
En mayo y junio de 1925 fue el equipo barcelonés de la Unió Esportiva Sants el primero en realizar una gira futbolística por Alemania, disputando un total de 5 partidos, mientras que coincidiendo con la expedición bética será la Real Sociedad la que juegue 2 partidos también en agosto de 1925.
La expedición bética partió de Sevilla el 10 de agosto, realizando la siguiente ruta ferroviaria: Sevilla-Madrid-Barcelona-París-Colonia.
No existía por esa época un torneo nacional de Liga en Alemania, sino que se disputaban campeonatos regionales. Los vencedores, y desde 1925 también los subcampeones, luchaban por el Campeonato Alemán mediante un torneo por eliminatorias.
El sábado 15 de agosto el Betis disputó su primer partido frente al FC Viktoria Forst, club fundado en 1901 y que se disolvió en 1945 tras la división de la ciudad entre las dos Alemanias. En ese año 1925 el FC Viktoria fue el vencedor de uno de los torneos regionales, el Campeonato del Sureste, lo que le dio oportunidad de jugar el Campeonato Alemán, siendo eliminado por el Schwarz Weiss Essen. En el encuentro contra el Betis el FC Viktoria se impuso claramente por 4 a 0.

Al día siguiente, en la cercana localidad de Breslau, el Betis se enfrentó al Vereinigte Breslauer Sportfreunde, club fundado en 1919, y que fue el dominador en la época del Campeonato del Sureste, pues lo ganó en 1920, 1921, 1922, 1923, 1924 y 1927. Tras la Segunda Guerra Mundial Breslau pasó a ser la actual Wroclaw polaca, desapareciendo el club alemán.

En este segundo partido el Sportfreunde se impuso por 2 goles a 0, ante unos 4.000 espectadores.
Una semana después, el sábado 22 de agosto el Betis se enfrenta al FC Hanau 93, el club más antiguo del estado de Hessen, siendo uno de los clubs fundadores de la Asociación Alemana de Fútbol en 1900. Data de 1893 y es el único de los 4 a los que se enfrentó el Betis que continúa activo, actualmente en la quinta categoría del fútbol alemán. Derrotó ampliamente al Betis, por 6 goles a 1.

El domingo 23 de agosto se disputó el último partido de la gira, frente al ASN Nürnberg, club fundado en 1911 y que en esa época era el tercero de la región tras el FC Nürnberg y el Sp Vgg Furth. El conjunto bávaro venció al Betis 1-0.

La gira alemana se cerró por lo tanto con 4 derrotas. Por manifestaciones posteriores de los jugadores béticos sabemos que en estos resultados influyó el hecho de jugar sobre hierba, algo que por entonces suponía un duro hándicap para los equipos andaluces, que disputaban sus partidos sobre tierra. No sería hasta la Asamblea de la Federación celebrada en julio de 1925 cuando se impuso la norma de que los encuentros de competición oficial se disputaran sobre hierba, y su aplicación en los años posteriores siempre estuvo salpicada de polémicas.
Se jugaron los partidos con la nueva modificación de la regla XI adoptada por la FIFA, en virtud de la cual ya sólo serían necesarios dos jugadores para evitar el fuera de juego, cuando hasta entonces habían sido tres.
Destacó la prensa alemana el papel de dos jugadores béticos: Andrés Aranda y el portero José Torres, a quien le pusieron de sobrenombre “El Gato”. También menciona la prensa alemana que en el equipo bético faltaban algunos jugadores habituales, por encontrarse desplazados en la guerra de Marruecos.

Para los jugadores béticos fue toda una experiencia, destacando en sus relatos posteriores cómo fueron tratados en todas partes, sobre todo el recibimiento que tuvieron en Breslau, y la impresión producida por grandes ciudades como París y Berlín. Se intercambiaron diversos obsequios con los clubs alemanes, como copas, placas y bandejas conmemorativas de la expedición.
El 29 de agosto en la estación de Córdoba de la ciudad hispalense el Betis fue recibido a su vuelta por directivos, aficionados y familiares de los jugadores. La gira por Alemania había concluido.