La labor decisiva de las peñas, de Emilio Vara
Traemos hoy a este rincón un artículo publicado en el diario Sevilla en mayo de 1960 a cargo del periodista deportivo Emilio vara.
En él se trataba un tema de rabiosa actualidad. Ante la constitución por esos días de una nueva peña bética en Triana el periodista reflexionaba sobre cuál debía de ser la tarea principal de este tipo de asociaciones. Una reflexión que, casi 60 años después, aún puede mantener algún viso de actualidad en los días de hoy. Y eso que las circunstancias en las que se desenvuelve hoy en día la sociedad, y el propio club, han cambiado mucho respecto a las de la fecha del artículo.
En el momento en que se escribe este artículo el beticismo aún estaba profundamente impactado por el traspaso de la máxima figura bética de la época. La marcha de Luis Del Sol al Real Madrid no fue comprendida por muchos béticos que veían cómo el jugador que representaba la resurrección del Betis se iba, después de que Villamarín hubiera negado insistentemente tal posibilidad en las múltiples ocasiones en que se había especulado con la salida del jugador de San Jerónimo.
Pero al final el presidente bético tuvo que dar su brazo a torcer ante la dificultad de cuadrar las cuentas de la entidad. En el artículo de Emilio Vara se hace un claro llamamiento a la función de las peñas como activadoras del beticismo, con la intención de dar su apoyo al club mediante la asistencia habitual el estadio de Heliópolis, con el fin de que el club se mantuviera en la primera línea.
Va a inaugurarse una nueva peña bética: la de Triana. Y va a ser inaugurada en estas jornadas grandes del Trofeo Benito Villamarín. Esto constituye un motivo de satisfacción para los béticos, porque el nacimiento de una nueva peña del club significa contar con un nuevo eslabón en la cadena que tanto ha de contribuir a mantener en alto las aspiraciones y el prestigio del Real Betis Balompié.
La labor de las peñas de un club es importantísima y decisiva para la buena marcha de ese club. Siempre y cuando, claro está, que las peñas en cuestión nazcan y existan para desempeñar el papel activo que deben realizar en pro del engrandecimiento del club que las inspira.
Concretamente, una peña bética, pues en este comentario vamos a hablar de las peñas béticas, no nace para ser únicamente un lugar de recreo y de charla para sus socios. Este es, desde luego, uno de sus objetivos, pero no el más importante, ni mucho menos. La labor principal de una peña bética es la de realizar una misión de unión y de apoyo total hacia el Betis. Y esta labor tienen que desarrollarla los socios de la peña ganando en la calle buenos seguidores para el club, y empezando por mostrarse ellos como tales.
La ilusión de los béticos es ver a su equipo en las cimas altas del fútbol. El Real Betis Balompié, por su historial, por su prestigio y por su solera, no puede ser un club del montón. El Real Betis Balompié ha sido campeón de Liga, finalista de la Copa de España y donde quiera que ha ido ha sentado cátedra de un club de categoría. Esto le obliga a ser de los mejores y a ocupar un lugar destacado en el fútbol. El Betis, por todo lo que significa su nombre, tiene que ser siempre un equipo con aspiraciones. Con máximas aspiraciones.
Mas la empresa de mantener al Betis en ese tono de club grande no puede ser tarea de un solo hombre, ni siquiera de unos cuantos. Si queremos que el Betis esté a la altura que debe estar, todos tenemos que colaborar en la empresa de su engrandecimiento. Pedir en la calle que el Betis sea de los mejores y querer que esto lo consiga sólo el sacrificio de su presidente es exigir, sin tener derecho a hablar, un imposible. Si el Betis ha de estar entre los mejores, y debe estar, esta meta sólo puede alcanzarse con la colaboración y el sacrificio de todos los béticos. Si queremos que el Betis sea uno de los que mandan en el fútbol español no se puede regatear la asistencia a Heliópolis porque los precios de las entradas parezcan elevadas y porque se señale un Día del Club. Cuando la directiva ha fijado esos precios y ha señalado una jornada de pago es porque el sostenimiento del tono del club en la categoría que milita obliga a ello. Y si se quiere que el club mantenga ese tono hay que responder en la taquilla para que el potencial económico que es imprescindible alcanzar se consiga.
Esta necesidad de responder a las exigencias del club que marca la Directiva, ese apoyo que no deben regatear los béticos si es que quieren que el Betis marche en primera fila, es algo que es preciso hacer ver con claridad a todos y esta es la misión principal que tienen que realizar las peñas en su tarea de laborar por el engrandecimiento del equipo.
Heliópolis no se ha llenado totalmente ni una sola vez en esta temporada. Y, sin embargo, hay béticos de sobra para llenarlo. Las peñas béticas, iniciando una labor activa en pro del club, deben asumir la responsabilidad de luchar para conseguir que Heliópolis registre en el futuro las grandes entradas que debe ofrecer. Sin estas grandes entradas, el Betis no puede tener el potencial económico que necesita para sus aspiraciones y la labor personal de su presidente, por mucho que haga, no puede dar el fruto apetecido porque un solo hombre no puede sostener la carga que hoy supone mantener a un club de fútbol en primera línea.
Ahora, con motivo de las jornadas internacionales del I Trofeo Benito Villamarín, los béticos tienen la ocasión de prestar al club el apoyo que necesita y de demostrar, con su asistencia en masa a Heliópolis, que el deseo de todos es ver al Betis en el grupo de los grandes, que es donde tiene que estar.