La lesión de Rincón en Año Nuevo 1984

El domingo 1 de enero de 1984 se iba a disputar la jornada 17 del Campeonato de Liga de Primera División. Con ella se pondría fin a la primera vuelta del torneo liguero, a la que llegaba el Betis de Pepe Alzate en novena posición, tras 16 partidos con un balance de 7 victorias, 3 empates y 6 derrotas. Una clasificación muy apretada, porque aunque estaban destacados el Real Madrid con 23 puntos y el Athletic con 22, sólo 2 puntos separaban al Barcelona, tercero con 19, de la clasificación bética, con 17 puntos.

Para jugar en casa frente al equipo pucelano, y dado el carácter festivo de esa noche previa al encuentro, se determinó que los futbolistas convocados cenaran en sus domicilios y después de tomar las uvas se concentrasen en el hotel Oromana de Alcalá de Guadaira. 

Así lo hicieron los 15 jugadores convocados: Esnaola, Salva, Diego, Alex, Canito, Gordillo, Mantilla, Ortega, Parra, Cardeñosa, Suárez, Casado, Rincón, Paco y Calderón.

Antes de concentrarse en sus habitaciones algunos jugadores se divirtieron lanzando petardos y cohetes en la puerta del hotel, con la mala suerte de que uno de ellos le estalló a Hipólito Rincón en su hombro izquierdo. Afortunadamente llegó a tiempo de cerrar los ojos y protegerse así de la explosión del artefacto.

Fue atendido en primera instancia por Vicente Montiel, el masajista del club, pero éste aconsejó que tendría que ser revisado de inmediato por un oftalmólogo, por lo que fue trasladado al Hospital Virgen del Rocío, donde quedó ingresado con los ojos vendados, permaneciendo en reposo absoluto durante las 48 horas siguientes. 

Afortunadamente todo quedó en un susto y el jugador bético permaneció en el hospital hasta el 9 de enero en que recibió el alta médica. El día 11 ya se reincorporó a los entrenamientos béticos en Villa Heliópolis, y volvió a jugar con el equipo 4 días después en Sarriá.

Su ausencia en la concentración para el partido del 1 de enero contra el Valladolid fue solventada con la convocatoria en la misma mañana del partido del juvenil Manuel Palomino, quien debutaría esa tarde con el primer equipo cuando entró en el minuto 77 para sustituir a Paco. Palomino contaba con 17 años cuando debutó, y el Betis solventó el partido con una victoria por 3-1 con goles de Paco, Parra y Suárez que le llevó a la sexta plaza.