La llegada del Betis de Vigo 1932
La victoria del Betis el 20 de marzo en casa sobre el Oviedo le situaba en primer lugar de la clasificación de la Segunda División, a falta de solo 2 jornadas. El ascenso dependía exclusivamente de lo que hiciera el equipo bético, al superar en un punto en la clasificación al Oviedo. Sólo quedaba visitar Balaídos y recibir en el Patronato al Deportivo de La Coruña para certificar el ascenso.
El 27 de marzo el Betis arrancaba un empate a 1 en Balaídos con gol de Soladrero. El Betis es primero con 23 puntos, seguido por Sporting con 22 y Oviedo con 21. Una semana después, al vencer al Deportivo, subiría oficialmente a Primera. Pero ya, a la vuelta de Vigo, la emoción se desbordó por la ciudad de Sevilla.
Así contaba el martes 29 de marzo el diario La Unión la llegada de la expedición bética, esperada para esa tarde en torno a las siete de la tarde.
Esta tarde llegarán los jugadores del Betis.
Se les prepara un recibimiento entusiasta
Los jugadores del Betis Balompié, que con su esfuerzo en Vigo, consiguiendo el empate con el Celta, quedan clasificados como favoritos para líderes del torneo de la Segunda División, llegarán esta tarde a Sevilla.
Con tal motivo, el incontable número de incondicionales les prepara un recibimiento que, a no dudar, resultará cariñosísimo.
Como el equipo ha hecho el viaje en automóvil, no puede precisarse la hora exacta en que arribará a Sevilla.
Por lo pronto se han lanzado a la carretera a recibirlo en ruta numerosos aficionados, formando una verdadera caravana automovilística. Estos acompañarán a los jugadores en su entrada en Sevilla.
La Directiva, por su parte, y a petición de numerosos socios, ha dispuesto que la expedición haga punto de llegada en la Plaza de San Francisco (hoy de la República), frente al Bar Jerezano, calculándose, según las noticias que se tienen de los excursionistas, que éstos llegarán a dicho lugar aproximadamente a las siete de la tarde, y allí los aguardarán, concitados, los aficionados, para tributarles un cariñoso recibimiento.
Fuente: La Unión 29 de marzo de 1932
Y así contaba en su edición del miércoles 30 el entusiasta recibimiento que Sevilla le dispensó.
El regreso del Betis. Se le hizo un recibimiento extraordinario
Como habíamos anunciado, llegaron anoche a Sevilla los jugadores que componen el equipo del Betis Balompié, a los que la afición les había preparado un recibimiento que rebasa los límites de lo extraordinario.
Desde mucho antes la hora anunciada para la llegada de la expedición futbolera, se había desplazado a la carretera de Extremadura una verdadera caravana de aficionados, partidarios del club “pepino”, que pugnaban por disputarse el honor de ser los primeros en darles la bienvenida a los victoriosos jugadores.
La animación por la carretera era extraordinaria.
En las Pajanosas hacen alto los excursionistas
Los primeros coches que divisaron a los jugadores los alcanzaron cerca de Las Pajanosas, y a poca distancia de este lugar hicieron alto unos y otros, uniéndose a ellos los numerosos coches que llegaban de Sevilla.
En una venta fueron obsequiados los jugadores. El espectáculo estaba saturado de una jovialidad y de una simpatía sin límites. La venta no estaba acondicionada para atender a tan concurrido personal, y los expedicionarios se encargaron del despacho y la venta “al por mayor”, auxiliando al dueño de la industria. Timimi preguntaba, ante el espectáculo: “¿Pero es que se ha resuelto la huelga de taberneros?”. García de la Puerta cuidaba paternalmente de que no se excedieran sus compañeros en el consumo de la bebida, y Peral, como chico con zapatos nuevos, no sabía como corresponder al recibimiento, y rompió en un ¡Viva el Betis¡, que desbordó el entusiasmo.
La entrada en Sevilla. Se interrumpe la circulación por el centro
La entrada en Sevilla fue una verdadera apoteosis deportiva. Ya en La Pañoleta y Triana se había unido a la manifestación un sinnúmero de aficionados, y el acontecimiento constituyó un verdadero conflicto para la circulación, la que quedó interrumpida desde la calle Reyes Católicos en todo el trayecto hasta la Plaza de San Francisco.
Se desborda el entusiasmo
El público no cesaba de aclamar al Betis y a los jugadores. Un grupo cogió en hombros, a la llegada a la Plaza de la República, al capitán del equipo, y lo llevó en dicha forma por la calle de las Sierpes hasta la secretaría del club. El público que le seguía se estacionó largo rato ante las oficinas del club haciendo palmas y dando vítores al equipo.
Hablando con el capitán
Logramos a duras penas cambiar unas palabras con Andrés Aranda, capitán del equipo. Aranda, el sevillano deportista, poseedor de la “medalla del mérito futbolístico” en la anterior temporada, estaba verdaderamente emocionado.
– ¿Qué nos dice usted del recibimiento?
– ¡ Algo grande ¡ Nuevo en Sevilla. Demuestra que la afición entra por unos derroteros nuevos para Sevilla. ¿Quién habría de decirlo? Le digo que lo veo y no lo creo
– ¿Qué tal el viaje?
– Deseando ver la Giralda
– ¿Nada más?
– Y la Alameda, y a ustedes, que son unos grandes amigos…Le aseguro que esta tarde he sentido, créalo, la emoción más intensa de mi vida deportiva
– Y de Vigo, ¿Qué puede decirse?
– Más vale no hablar de ello. Hemos soportado unos noventa minutos de juego que para nosotros se quedan. Pregúnteselo usted a Soladrero, que ha sido la víctima más destacada del partido. Para colmo volvieron a lesionarle en el mismo ojo que sufrió el golpe en el partido del Oviedo
– ¿Entonces, el público…?
– El público chillándonos como nunca he oído chillar. No parecía sino que jugaban ellos la final y no nosotros. Y lo peor era que aplaudían a rabiar cada vez que hacía un jugador de los suyos una entrada de las de “abrigo”, y era cada dos minutos. Le digo que más vale no hablar del partido…
– ¿Qué ha sido lo más interesante de la excursión?
– Lo más emocionante para nosotros, cuando divisamos, sin esperarlo siquiera, esta caravana automovilística que salió a recibirnos a la carretera. Al principio creímos que se trataba de turistas que venían de Sevilla… Es tan raro que el público de Sevilla se lance a estas manifestaciones entusiastas fuera de los días de partido, que, la verdad, llegó a emocionarnos a todos
No pudimos hablar más con el capitán del Betis Balompié; un grupo de “verdes”, pero de un “verde subidísimo”, nos arrebató a nuestro interlocutor y en volandas le llevaron escaleras debajo de la secretaría del club.
Cuando abandonamos el local societario, aún continuaba el júbilo y el jolgorio.
Salimos bajo la impresión de que el fútbol en Sevilla entraba en una fase desconocida para la afición; de una etapa de una intensidad nueva para los veteranos deportistas sevillanos.
En la calle, García de la Puerta, rodeado de varios taurinos de la Puerta del Arenal, inquiría noticias sobre el resultado e incidencias de la corrida del domingo anterior, y mostraba gran interés en la conversación. Nos atrevimos a preguntarle:
– ¿Ganaremos el domingo a La Coruña?
– ¡Hombre, eso ni se pregunta¡ La duda ofende
Y siguió departiendo con sus admiradores del barrio de la Maestranza…
Fuente: La Unión 30 de marzo de 1932