La publicidad perdió el avión, de Manolo Rodríguez.
La publicidad a las camisetas del Real Betis Balompié llegó en agosto de 1987. El día 30 de ese mes se disputó la primera jornada de Liga de la temporada 1987-88 con un derbi en el Sánchez Pizjuán y victoria bética 1-2. Ese día se estrenó la publicidad de la Expo 92 en la camiseta verdiblanca, una publicidad del evento de la Exposición que se mantendría esa campaña y la siguiente.
En la temporada 1989-90 se arrancó sin acuerdo publicitario, aunque desde octubre fue Pepsi quien patrocinó la publicidad de la camiseta hasta final de temporada.
La 1990-91 de nuevo se inició sin publicidad, pero sí se llegó a diversos acuerdos puntuales con diversos patrocinadores en los partidos iniciales de la temporada (Girasol, Viajes Carnaval).
Y en la campaña 1991-92 tampoco hubo un patrocinador definido desde el principio, sino que el club iba negociando puntualmente la publicidad en los partidos en que hubiera posibilidad de ello. Uno de estos encuentros con visos de alcanzar una cifra interesante por la publicidad en la camiseta era el Compostela-Betis de la jornada 7 del Campeonato de Liga de Segunda División. Era la primera vez que el Betis iba a jugar oficialmente contra el equipo compostelano, pero además con el aliciente de que el partido iba a ser retransmitido en directo por los canales autonómicos, lo que representaba una gran oportunidad de negociar una publicidad para la camiseta verdiblanca, en unos tiempos en los que los partidos televisados eran escasos y concitaban gran protagonismo.
En la delicadísima situación económica en que se encontraba por entonces la entidad un acuerdo por valor de 800 mil pesetas era una ayuda nada desdeñable, y ese fue el montante negociado con una empresa de fotocopiadoras. Pero no pudo ejecutarse tal y como estaba previsto. En las páginas de Diario 16 Andalucía el periodista Manolo Rodríguez contó los motivos de este nuevo palo en las ruedas, en esta ocasión por las inclemencias del tiempo.
El Real Betis no pudo lucir en el Santa Isabel de Santiago la publicidad que con tanto afán había negociado para sus camisetas. Teniendo en cuenta que el partido era televisado, una firma de fotocopiadoras llegó a desembolsar ochocientas mil pesetas para que esto ocurriera, pero el mal tiempo le jugó a los verdiblancos una mala pasada.
Los anuncios publicitarios que se iban a adherir en las camisetas los debía trasladar a Galicia el directivo José León, pero éste no pudo viajar. León se desesperó en San Pablo viendo cómo se retrasaba el avión de Santiago, y, al resultarle imposible llegar a tiempo, desistió de su pretensión. La lluvia le costó dinero al Betis.