La romería futbolística Sevilla-Madrid, de Don Cecilio de Triana.
La final de Copa del año 1931 entre el Athletic Club y el Betis Balompié es sin lugar a dudas la primera ocasión en que se produjo un desplazamiento masivo de la afición bética.
Se puede estimar en unos 2 mil los seguidores que fueron a Madrid para presenciar el encuentro en el campo de Chamartín, que tenía un aforo de 22 mil espectadores.
La expectación en toda la ciudad de Sevilla fue enorme desde el momento en que el Betis derrotó al Arenas de Guecho en el desempate de la semifinal. Como muestra traemos hoy una publicación del día anterior a la final del periodista sevillano José García Rufino que, con el pseudónimo de Don Cecilio de Triana, dedicó sus «Coplas de Ciego» de El Noticiero Sevillano al gran movimiento de aficionados béticos que iban a desplazarse a la final.
Autobuses y camiones,
motos, aeroplanos, tren,
el vehículo mecánico,
el “rápido” y el “express”,
cruzan vías y carreteras,
llevando a todo correr,
a multitud fervorosa
que va a la ex Corte, con el
objeto de ver la hazaña
que hará el Betis Balompié,
ganando para Sevilla
el más glorioso laurel.
Mañana, estaremos todos
allí, que los que no estén
en Madrid, en cuerpo y en alma
en Chamartín se han de ver.
Peregrinación futbolística,
la más imponente que
jamás se ha visto en España,
comenzó a salir ayer
y hoy y esta noche; y van todos
llenos de entusiasmo y de fe,
con fanatismo tan justo,
que si llegan a vencer
los sevillanos y ganan
el gran “Campeonato de
España Republicana”,
se piensa traerlos a pie
por la carretera en hombros
hasta aquí, desde Aranjuez.
Mañana domingo vamos
a no almorzar ni comer;
a la hora del partido
tendremos tila, y también
éter, para que los nervios
no nos fallen, al saber
que por “veinte goals a cero”
Betis dio a Athletic “mulé”,
y campeón nacional
único y glorioso es.
Y como eso es seguro
(¡cómo no¡…Tendría que ver…)
en aeroplanos y autos
motocicletas y exprés,
media Sevilla se ha ido
a la villa, ex Corte, a ver
la hazaña que hará mañana
nuestro Betis Balompié.