Las excentricidades de Timimi
Pedro González «Timimi» fue un tipo singular sin lugar a dudas. Cuajó partidos memorables con espantadas clamorosas en el terreno de juego, y fuera de él también dejó recuerdos de su agitada vida.
Traemos hoy una anécdota narrada en el periódico sevillano El Liberal de abril de 1933. El día 9 en Barcelona el equipo catalán se impuso 2-0 al Betis en partido de ida de los dieciseisavos de final de la Copa. Una semana después en el Patronato el Betis aplastó 4-0 al FC Barcelona. Timimi fue el autor del tercer tanto, que así fue narrado en la crónica del partido en este mismo periódico: » A los pocos minutos la jugada más formidable de todos los tiempos. Un balón adelantado por Capillas a Timimi y una escapada rapidísima de éste, en duro cuerpo a cuerpo con Alcoriza, hasta llegar ante la meta y cruzar sobre la marcha un cañonazo imparable».
El triunfo fue ampliamente celebrado por la afición bética, aprovechando la coincidencia con la Feria de Abril. Timimi, el gran triunfador de esa tarde, no se quedó corto en su particular celebración.
Así lo contó, unos días después, este mismo periódico:
El célebre Timimi es alegre en el campo y alegre en la calle.
Terminar el partido del domingo y agarrar un “tablón” del que apenas podía tirar, todo fue una.
Y tanto cariño tomó Timimi a su “pesada carga”, que a estas horas todavía anda arrastrándolo por esas calles de Dios… y del Infierno.
Pero en Timimi el tipo y la disciplina son dos cosas que no desaparecen, por trasegado que esté.
Y el martes, a las seis de la mañana, se presento la ardilla canaria en el campo del Betis aporreando la puerta.
Tenorio, que aún estaba recogido, se levantó, y sin comprender lo que ocurría, le abrió la puerta.
Timimi, con aire grave de probo funcionario “que suscribe”, se dirigió al vestuario, abrió su taquilla y se puso como para jugar una final del Campeonato de España.
Después salió al campo, pidió balón y comenzó a entrenar.
Ni que decir tiene que Tenorio acabó en seguida con el “entrenamiento”.
Al tercer cubo de agua, Timimi estaba completamente “apagado”.
Y después decía Tenorio muy serio:
– Era un caso claro de “esponja”