Las vacaciones de los futbolistas. 1979.

Ya estamos en tiempo de vacaciones para los futbolistas de la primera plantilla del Real Betis Balompié, una vez finalizada de forma exitosa la campaña 2020-21. Es el tiempo en el que los futbolistas descansan en compañía de familiares y amigos, reponen fuerzas físicas y mentales y se alejan de los focos mediáticos, aunque esto último hoy en día no es tan claro cuando en las redes sociales se pueden seguir las andanzas de cada uno de ellos.
Pero esto no siempre fue así y hace 30 o 40 años los futbolistas desaparecían por completo de la actualidad deportiva y mediática durante el mes de vacaciones. Sólo solía aparecer en la prensa algún reportaje como el que hoy traemos que de una forma concisa y difusa daba algunas breves pistas sobre los destinos vacacionales de la plantilla verdiblanca.
Se publicó en la Hoja del Lunes el 16 de julio de 1979 a cargo del periodista Santiago Sánchez Traver. La temporada de Liga había terminado el 17 de junio con un ascenso en el Villamarín frente al Granada. En el fin de semana siguiente el Betis se desplazó a Badajoz para disputar el Trofeo Ibérico frente al Benfica, y el martes 26 de junio la plantilla verdiblanca se fue de vacaciones para volver al trabajo justo un mes después, el 26 de julio en que tuvo lugar la presentación en el Villamarín y el inicio de los entrenamientos.
Casi todo el mundo se toma vacaciones, y a mí me parece que me tocará esta semana, cuando ya los futbolistas llevan cubiertas las tres cuartas partes de su descanso anual. A los lectores también les toca, ya sea en julio ya en agosto, porque los niños comienzan el colegio en septiembre como la Liga. A los que ya estén de vacaciones o a los que se vayan a ir próximamente puede interesar de algún modo qué están haciendo en estos días los que los once meses restantes del año andan detrás del balón o con el footing a cuestas. A lo mejor les sirve de sugerencia.
Tras una pequeña encuesta hemos localizado los sitios de veraneo de casi todos los futbolistas de los equipos sevillanos. Vamos con ellos.
Empezando por atrás, por los porteros, hay que hablar de que Esnaola se fue en seguida para San Sebastián y entre ésta y Salamanca pasará todo el periodo veraniego, aunque se venga un poco antes para su Aljarafe, también querido.
Campos estará casi todo el tiempo en la Cantillana natal, entre las dos riberas. A Bizcocho no le gusta la playa y se ha quedado en Coria, aunque puede irse algún día a darse un baño de mar.
Biosca sí es marinero, “estaré unos días en Almería y después me vendré a la caza de Mazagón. Lo importante es que se cure la lesión para la que seguiré el tratamiento previsto”. Killer me dijo que se iba a Mallorca, pero yo me he podido enterar por Morán que está en Gijón todavía, en compañía de su amigo Ferrero.
Dos que se fueron con un hasta siempre fueron Sabaté y Muhren. El primero a su tierra badalonesa y a gestionar su fichaje, y el segundo también a su tierra para jugar al fútbol y empezar a trabajar en otras cosas.
Cobo es buen montañés y no lo dudó un año más, aunque a este tierra le aten ya lazos más importantes que los deportivos. “Un año más me iré al Valle de Cintruénigo, allí cerca de San Vicente de la Barquera”.
Gordillo ha tenido suficientes viajes con la gira del seleccionado y ahora se dedica a descansar en El Puerto de Santa María, de donde regresará para el acto de presentación, continuando después diez días más de descanso antes de incorporarse a los entrenamientos.
López se fue los últimos días de junio a Torrelavega en viaje de negocios que tuvo que ver con lo de sus “latitas”, y después se ha quedado en el bar mientras Mani estaba en Mareo en el curso de entrenadores. Anteayer se fue a la playa de Matalascañas, “tengo allí un chalecito y están ya por allí la mujer y los niños”.
Antolín Ortega se fue pronto para Madrid y estará entre la capital y un pueblecito de Guadalajara, donde se está haciendo una casita de campo. “Si pasas por Madrid, no dejes de avisar”, decía amable.
Pozo se casó, según mis noticias, y partió con rumbo desconocido a diversas capitales de España y el extranjero, como dicen los ecos de sociedad. Alabanda, preocupado también con su lesión, se fue a la costa andaluza, “estaré en diversas playas de Málaga y Cádiz”.
Peruena se fue una semana a Canarias y allí habrá cogido color, y ahora debe andar tomando el moreno de Montequinto en el chalet de un amigo. Cardeñosa salió bien rápido para Valladolid donde está con los suyos, aunque llamará muchas veces para ver cómo se ha dado el bingo.
Benítez, “ojú, niño, en Arcos, en el lago, que se está muy tranquilito me voy a tirar todas las vacaciones”. Villalba con los suyos y con la esperanza de que fructifiquen rápido los ejercicios de recuperación que está haciendo.
Hugo se fue con los suyos, con papá Nelson y con el grande de Carlos, que no sabe dónde encestará este año, tal vez sea en Málaga, a un apartamento que había alquilado en Málaga. Y por fin Anzarda ha alquilado un apartamento en Rota por dos meses. Él está allí y luego quedará su familia—hay que pensar en los niños—en agosto, y él andará de Rodríguez en Sevilla, como cualquier hijo de vecino. García Soriano creo que anda por su tierra y el mejor ambiente que hay allí estará en La Manga. También pegará sus llamaditas al bingo.
León Lasa está en Cádiz, “ya sabes es el edificio Princicádiz. Justo encima de Quino vivo yo. Si vais por allí os acercáis que nos echamos unos partidillos en la playa todos los días por la mañana temprano”.
¿Se acuerdan ustedes de García Traid? Pues estuvo de vacaciones forzosas de abril a junio. Ahora anda en Mareo dando clases a los futuros entrenadores y en cuanto acabe el curso se irá a Salamanca para preparar el traslado a Burgos. Y eso fue todo. Ya están localizados aunque no se extrañe nadie si se encuentran a alguno fuera de sitio. En estos días está muy en su derecho de cambiar de idea o de aires. Yo por lo pronto me voy a Portugal y que me echen un galgo. Que me voy, que me voy, que me voy…que me he ido.