Pasieguito y Puchades, de Manuel Sarmiento
Pasieguito y Puchades formaron la línea media clásica del Valencia de finales de la década de los 40 y durante toda la década de los años 50.
A ellos les dedicó el periodista deportivo Manuel Sarmiento este artículo en el diario AS en noviembre de 1997, cuando en una serie llamada Parejas Famosas rememoró a estas dos figuras del valencianismo.
El Valencia ascendió a Primera División, por primera vez, en la temporada 1930-31. Obtuvo 26 puntos por 23 del Atlético de Madrid, clasificado subcampeón, pero sin ascenso entonces, ya que sólo ascendía el campeón. Los colchoneros jugarían dos temporadas más en la segunda categoría del fútbol español de entonces. El Valencia, con su ascenso en 1931, mostró al aficionado una línea media clásica: Salvador, Molina y Conde. Era entrenador el checo Anton Fivber, preparador que había realizado anteriormente una gran labor de captación de jóvenes valores en los primeros años del Real Oviedo.
La línea media del Valencia pasó a estar integrada por Bertolí, Iturraspe y Conde y, en algunos casos, Abdón. Tras la guerra civil, Bertolí, Iturraspe y Lelé fueron casi fijos, lo mismo que luego Ortúzar, Iturraspe y también Monzó, con Lecue, que había llegado del Real Madrid. Más tarde, Vicente Asensi, que comenzara como interior izquierdo (Epi, Amadeo, Mundo, Asensi y Gorostiza) pasó a defensa lateral y medio ala. Santacatalina y Pomar, entre otros, jugaron esporádicamente hasta que surgió Puchades, natural de Sueca y que debutó con el Valencia en Vigo, en partido ante el Celta en 1946. Puchades era espigado, fuerte en lo físico y con amplia zancada en su juego. Estaba llamado a ser una figura genial en el fútbol hispano.
En 1943 llegaría Pasieguito al Valencia, pero su edad entonces no era apta para jugar en el cuadro de Primera División. Fue necesario el consabido reajuste en los años, alguna irregularidad en el trámite de su ficha, pasó por la Burgalesa y el Levante, pero entró de lleno en el Valencia en 1948. Comenzó como interior, pero pronto pasaría, dados los nuevos sistemas de juego, a formar línea de dos medios volantes con Antonio Puchades. Ellos dos, Pasieguito y Puchades, formarían pareja inamovible, salvo lesión, durante años y más años. Eran un complemento ideal dadas las características de ambos, Técnica para Pasieguito; fuerza, empuje, casta y garra para Puchades. Los dos, de la mano, fueron la columna vertebral del Valencia durante muchas temporadas, coincidiendo, asimismo, en el equipo nacional.
Cómo era Pasieguito
Bernardino Pérez Elizarán, nombre y apellidos de Pasieguito, nació en la localidad guipuzcoana de Hernani el 25 de mayo de 1925. Jugó en el equipo de aficionados de la Real Sociedad con 14 años. Ahí comenzó su calvario respecto a las edades reglamentarias vigentes entonces para jugar al fútbol. Pasó por Burgos y Levante, aparte de la sanción impuesta por jugar con ficha ilegal respecto a la edad. En la campaña 1947-48 ingresó en el Valencia, donde estuvo hasta la temporada 1959-60. Fue campeón de España de Copa en 1949 al ganar al Athletic de Bilbao (1-0) y en 1954 al superar al Barcelona (3-0). Fue un jugador de gran estilo, rendimiento en medio campo, estratega, con buena técnica, soberbio disparo y una personalidad acreditada. Jugó tres encuentros internacionales.
Cómo era Puchades
Antonio Puchades Casanova nació el 4 de junio de 1925 en Sueca, ciudad de gran riqueza en frutales. Puchades jugó en los cuadros juveniles y amateurs de la localidad hasta su salida al primer equipo del Valencia, tras forjarse en el Mestalla, filial del cuadro che. Estuvo desde 1946 hasta 1958 con el Valencia. Fue 23 veces internacional absoluto. En el Mundial de 1950, en Brasil, jugó todos los partidos de la selección, seis en total, siendo con Gabriel Alonso, Basora y Zarra, los únicos que alcanzaron esa cifra. Hombre de grandes condiciones físicas, mucho nervio, gran juego de cabeza, Puchades ha sido una institución en Valencia y un ídolo en todo el país valenciano. Un gran medio defensivo. Con una gran personalidad, muy serio en sus acciones, vive en Sueca en medio de frutales, donde se gana la vida